Grave, que haya otros intereses detrás del llamado a votar en blanco, señala consejero

Si bien optar por votar en blanco es una “alternativa ciudadana genuina” como forma de manifestar inconformidad, en la etapa en que se encuentra la democracia mexicana, con sólo 12 años de alternancia en el Congreso, es una forma de debilitar el sistema partidista. “No quisiera pensar que detrás de esta campaña haya otro tipo de intereses, eso sí sería grave ”, sostuvo el consejero electoral Francisco Guerrero.

Anular el sufragio, añadió, es un mensaje de rechazo al sistema político en su conjunto, “pero me preocupa que el voto en blanco pueda ser una excusa o un instrumento de justificación para una serie de decisiones que no tengan un origen democrático. Utilizar ese tipo de sufragio para intenciones aviesas pudiera darse, y preocuparía que detrás de este ejercicio estuvieran intereses no democráticos”, indicó.

Entrevistado acerca de los alcances que ha tenido la campaña en favor del voto en blanco, Guerrero reconoció que este esquema no es novedoso en las democracias actuales; hay otros países donde se practica e incluso ya se ha agregado en las boletas esta expresión. Sin embargo, mencionó que se trata de democracias más consolidadas que la mexicana, cuyos avances son relativamente recientes y han tenido un costo social importante.

“Creo que al final de cuentas es un derecho ciudadano que el Instituto Federal Electoral (IFE) debe respetar, pues se trata de una decisión personal que no nos corresponde valorar. Sin embargo, eso no significa que el organismo abdique de su principal obligación que es promover la participación ciudadana, redoblando su estrategia de comunicación para que la gente salga a votar por cualquiera de las opciones que hay”.

Guerrero sostuvo: “hay críticas genéricas al sistema político, pero no hay una estrategia concreta sobre qué hacer un día después con el voto en blanco; simplemente señala preocupaciones, critica pero no construye hacia adelante. Con virtudes y defectos, el sistema de partidos tiene la posibilidad de llevar a la arena política posiciones divergentes a favor o en contra de una política pública”.

Este país, añadió, requiere de un Poder Legislativo robusto, capaz de contribuir a la elaboración de las políticas públicas durante los próximos tres años. La desafección por la política, dijo, “se resuelve mediante el voto, no absteniéndose, y si la gente considera que un representante no ha servido a sus demandas, pues tiene la opción de cambiarlo, pero votando”.

–Más allá de importantes expresiones ciudadanas, parece que hay otros grupos con agenda determinada para hacer fracasar la reforma; las televisoras, por ejemplo.

–Si fracasa la elección, fracasan el IFE, los partidos y el país en su conjunto. En algunos grupos ciudadanos ciertamente no se está poniendo en duda el sufragio, lo que se pone en duda es que las ocho alternativas sean válidas y por eso hay quien pretende votar en blanco. No quisiera pensar que detrás de las expresiones de voto en blanco pudiera haber otros intereses. Más bien prefiero creer que hay una genuina intención ciudadana que no ha encontrado respuestas en el sistema político. Sería grave que hubiera otro tipo de intereses detrás del voto en blanco.

Guerrero insistió en que el ciudadano, en la “intimidad ante la urna”, tiene el derecho a optar por esta vía, pero consideró que en muchas partes del país, especialmente donde hay elecciones concurrentes, existe un gran interés por sus candidatos.

Alonso Urrutia, La Jornada, 8 de junio.