Mediante la entrega de un video de cada uno de los ocho partidos políticos con registro que será presentado este mediodía y posteriormente difundido principalmente en Internet, en donde cada dirigente por separado habla sobre la promoción del voto para el próximo 5 de julio, el Instituto Federal Electoral (IFE) pretende apuntalar sus medidas en favor de la participación ciudadana.
Esta acción se da en el contexto en que la polémica en torno al llamado a votar en blanco se intensifica, y con esta campaña se pretende contrarrestar sus efectos.
El representante del PAN ante el IFE, Roberto Gil, sostuvo que la pretensión de alentar a que los ciudadanos acudan a las urnas expresamente para anular su voto como mensaje de protesta no tiene futuro y es inviable. Aunque, reconoció, es respetable la inconformidad ante los resultados del sistema de partidos políticos.
Sin embargo, si bien por un lado es responsabilidad de los partidos atraer a los electores, por su parte el IFE también debe asumir como parte de sus facultades y obligaciones “informar a los ciudadanos de cuál es la importancia de proteger un sistema de partidos y no solamente con un llamado de ocasión”.
La transición democrática, subrayó el panista, se hizo con la premisa de mantener un esquema de partidos fuertes, sin que ello impida que los ciudadanos, mediante su voto, puedan sancionar o avalar el rumbo de la aplicación de políticas públicas.
No es mediante la anulación del voto –aunque sea de forma activa, acudiendo a las urnas– como la sociedad va optar sobre el rumbo de las políticas públicas. Es claro, dijo, que más allá del porcentaje de participación y de los votos nulos –que es así como aparecerán en el recuento de sufragios quienes voten en blanco– en los comicios del próximo 5 de julio, habrán de surgir gobernadores, alcaldes, diputados federales y locales.
Gil destacó que a nadie conviene la existencia de un sistema de partidos políticos débiles, porque esta situación sólo favorece a la germinación de “tentaciones autoritarias”.
Esta acción se da en el contexto en que la polémica en torno al llamado a votar en blanco se intensifica, y con esta campaña se pretende contrarrestar sus efectos.
El representante del PAN ante el IFE, Roberto Gil, sostuvo que la pretensión de alentar a que los ciudadanos acudan a las urnas expresamente para anular su voto como mensaje de protesta no tiene futuro y es inviable. Aunque, reconoció, es respetable la inconformidad ante los resultados del sistema de partidos políticos.
Sin embargo, si bien por un lado es responsabilidad de los partidos atraer a los electores, por su parte el IFE también debe asumir como parte de sus facultades y obligaciones “informar a los ciudadanos de cuál es la importancia de proteger un sistema de partidos y no solamente con un llamado de ocasión”.
La transición democrática, subrayó el panista, se hizo con la premisa de mantener un esquema de partidos fuertes, sin que ello impida que los ciudadanos, mediante su voto, puedan sancionar o avalar el rumbo de la aplicación de políticas públicas.
No es mediante la anulación del voto –aunque sea de forma activa, acudiendo a las urnas– como la sociedad va optar sobre el rumbo de las políticas públicas. Es claro, dijo, que más allá del porcentaje de participación y de los votos nulos –que es así como aparecerán en el recuento de sufragios quienes voten en blanco– en los comicios del próximo 5 de julio, habrán de surgir gobernadores, alcaldes, diputados federales y locales.
Gil destacó que a nadie conviene la existencia de un sistema de partidos políticos débiles, porque esta situación sólo favorece a la germinación de “tentaciones autoritarias”.
Alonso Urrutia, La Jornada, 8 de mayo.
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