Culiacán, Sin., 31 de mayo. La presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes Rangel, acusó al gobierno federal de usar a la Procuraduría General de la República (PGR) como su brazo político para influir en los resultados electorales de julio próximo.
De gira por los municipios de Guasave y Culiacán, la ex gobernadora de Tlaxcala manifestó que los gobiernos emanados de su partido no usan el poder ni la política para el rencor y la persecución, generando con ello miedo entre la población, y no se puede permitir que la fuerza de los mexicanos se quebrante por el miedo.
“Los ejercemos (el poder y la política) para desarrollar al país y reconciliar a la gran familia mexicana (…) Pero no tenemos miedo, porque somos quienes construimos el México del siglo XX”, añadió.
En Guasave, la dirigente nacional del tricolor asistió a las exequias de Edwiges López Morales, madre de Florentino Castro, secretario estatal de Educación Pública y Cultura, y presidió una reunión con la estructura de su partido en aquel municipio y en Culiacán, donde criticó el operativo federal para detener a alcaldes y funcionarios públicos de Michoacán.
“Lo que es extraño es que los panistas se refieran a esos temas mezclando en pleno proceso electoral asuntos que corresponden exclusivamente a la autoridad. Eso genera suspicacia en la población, y ojalá no haya intenciones de tentar más a este país”, manifestó.
Paredes Rangel señaló que el PRI no le apuesta a polarizar al país, porque la política electoral no se arregla con ofensas; al priísmo nacional no le interesan los pleitos menores, porque “son demasiados los problemas del país, es demasiado severa la crisis económica, son miles los que han sido despedidos, son muy altos los precios, además de que está el gran flagelo de la inseguridad. Que se pongan a gobernar, para eso los pusieron”.
Indicó que los priístas en la Cámara de Diputados darán la gran batalla para cambiar la política agrícola del gobierno federal, que además de ineficaz, regatea los presupuestos aprobados para el campo, no los sabe ejercer y ha dejado más de un millón de hectáreas sin agricultura de contrato en el estado.
Paredes destacó que su partido es mucho más que una fuerza política y más que liderazgos de cúpula; “es sobre todo un gran movimiento social que ha vivido la transformación del país, y que gracias a los ejidos se han cambiado las condiciones de vida por el proceso de reforma agraria que hizo el movimiento social del PRI”.
De gira por los municipios de Guasave y Culiacán, la ex gobernadora de Tlaxcala manifestó que los gobiernos emanados de su partido no usan el poder ni la política para el rencor y la persecución, generando con ello miedo entre la población, y no se puede permitir que la fuerza de los mexicanos se quebrante por el miedo.
“Los ejercemos (el poder y la política) para desarrollar al país y reconciliar a la gran familia mexicana (…) Pero no tenemos miedo, porque somos quienes construimos el México del siglo XX”, añadió.
En Guasave, la dirigente nacional del tricolor asistió a las exequias de Edwiges López Morales, madre de Florentino Castro, secretario estatal de Educación Pública y Cultura, y presidió una reunión con la estructura de su partido en aquel municipio y en Culiacán, donde criticó el operativo federal para detener a alcaldes y funcionarios públicos de Michoacán.
“Lo que es extraño es que los panistas se refieran a esos temas mezclando en pleno proceso electoral asuntos que corresponden exclusivamente a la autoridad. Eso genera suspicacia en la población, y ojalá no haya intenciones de tentar más a este país”, manifestó.
Paredes Rangel señaló que el PRI no le apuesta a polarizar al país, porque la política electoral no se arregla con ofensas; al priísmo nacional no le interesan los pleitos menores, porque “son demasiados los problemas del país, es demasiado severa la crisis económica, son miles los que han sido despedidos, son muy altos los precios, además de que está el gran flagelo de la inseguridad. Que se pongan a gobernar, para eso los pusieron”.
Indicó que los priístas en la Cámara de Diputados darán la gran batalla para cambiar la política agrícola del gobierno federal, que además de ineficaz, regatea los presupuestos aprobados para el campo, no los sabe ejercer y ha dejado más de un millón de hectáreas sin agricultura de contrato en el estado.
Paredes destacó que su partido es mucho más que una fuerza política y más que liderazgos de cúpula; “es sobre todo un gran movimiento social que ha vivido la transformación del país, y que gracias a los ejidos se han cambiado las condiciones de vida por el proceso de reforma agraria que hizo el movimiento social del PRI”.
Javier Valdez Cárdenas, La Jornada, 1° de junio.
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