La Habana, 2 de junio. El líder cubano Fidel Castro consideró este martes una “advertencia humillante” y “prepotente” la condición que pone Washington a Cuba de realizar avances en democracia y derechos humanos para iniciar un diálogo abierto.
“¿Cuál es la ‘democracia’ y los ‘derechos humanos’ que Estados Unidos defiende? ¿Era realmente necesario lanzar esa humillante y prepotente advertencia?”, cuestionó el ex gobernante cubano, en una nueva Reflexión.
Castro calificó de “exabrupto diplomático” los condicionamientos expresados por funcionarios del Departamento de Estado luego que Washington anunció que La Habana aceptó su propuesta de reabrir las negociaciones sobre migración y el envío directo de correo.
Se abstuvo de comentar la reapertura de esas conversaciones, suspendidas en 2003, sobre la cual tampoco se ha pronunciado el gobierno de Raúl Castro.
Castro destacó la acogida que tuvo el anuncio de la reanudación de las relaciones con Cuba –rotas en 1961– hecho el lunes por el nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en la toma de posesión, a la que asistió la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton.
“Un ensordecedor aplauso y gritos de júbilo estallaron en aquella sala, como no se escucharon en ningún otro momento de su discurso. Ahí entre los invitados estaba Hillary”, subrayó.
Castro señaló que Funes “sin concluir todavía el prolongado aplauso a Cuba –que tal vez lastimaría a la señora Clinton–”, prosiguió el discurso y mencionó a Estados Unidos “con la mejor intención del mundo”, pero “muy pocos en aquella gran sala aplaudieron a ese país”.
“¿Cuál es la ‘democracia’ y los ‘derechos humanos’ que Estados Unidos defiende? ¿Era realmente necesario lanzar esa humillante y prepotente advertencia?”, cuestionó el ex gobernante cubano, en una nueva Reflexión.
Castro calificó de “exabrupto diplomático” los condicionamientos expresados por funcionarios del Departamento de Estado luego que Washington anunció que La Habana aceptó su propuesta de reabrir las negociaciones sobre migración y el envío directo de correo.
Se abstuvo de comentar la reapertura de esas conversaciones, suspendidas en 2003, sobre la cual tampoco se ha pronunciado el gobierno de Raúl Castro.
Castro destacó la acogida que tuvo el anuncio de la reanudación de las relaciones con Cuba –rotas en 1961– hecho el lunes por el nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en la toma de posesión, a la que asistió la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton.
“Un ensordecedor aplauso y gritos de júbilo estallaron en aquella sala, como no se escucharon en ningún otro momento de su discurso. Ahí entre los invitados estaba Hillary”, subrayó.
Castro señaló que Funes “sin concluir todavía el prolongado aplauso a Cuba –que tal vez lastimaría a la señora Clinton–”, prosiguió el discurso y mencionó a Estados Unidos “con la mejor intención del mundo”, pero “muy pocos en aquella gran sala aplaudieron a ese país”.
AFP, La Jornada, 3 de junio.
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