El Episcopado Mexicano afirmó que más allá de criticar a los obispos por opinar sobre el tema electoral, sus detractores deberían agradecer que la Iglesia católica promueve la participación ciudadana en la construcción de la democracia.
“Hay que analizar críticamente las promesas de los candidatos en sus campañas electorales y la publicidad que hacen en los medios de comunicación, para escoger a quienes hayan demostrado en su vida un auténtico amor y servicio al pueblo, en particular a los pobres”, afirmó.
En voz del obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, el Episcopado reiteró su llamado a que cada quien elija al candidato que es de su confianza y es conforme a sus criterios personales, “iluminados por su fe”.
El organismo que aglutina a todos los obispos del país, informó que los obispos y ministros de culto de otras religiones recibieron un exhorto de la Secretaría de Gobernación para recordarles los ordenamientos que establecen la prohibición de realizar proselitismo político o inducir el voto a favor o contra candidatos o partidos políticos.
“En estas fechas electorales no faltan voces airadas y repetitivas que nos reclaman por qué hablamos de estos temas. Quisieran que la Iglesia no predicara su doctrina y que para nada interviniéramos, como si este acontecimiento nada tuviera que ver con la religión, con la fe cristiana; como si la ética no tuviera lugar en la política; como si el laicismo significara marginar la religión de la vida social; como si la separación Iglesia-Estado significara desconocer que somos ciudadanos con plenos derechos”, aseveró Felipe Arizmendi.
Refirió que los críticos de la Iglesia católica deberían reconocer que los obispos ayudan al país en la dignificación de la política, “que muchos han desvirtuado. Deberían valorar que estamos promoviendo el voto, consciente, crítico, maduro y libre, contra quienes se empeñan en desaconsejarlo o nulificarlo”.
Por ello reiteró el exhorto de los obispos a la ciudadanía para que acuda a votar a las urnas el próximo 5 de julio.
Arizmendi sostuvo que aunque cada persona es libre de votar o no, e incluso anular su voto, si lo hace responsablemente “nosotros consideramos que abstenerse es dejar que otros, unos pocos, decidan por la mayoría”.
Puntualizó que la construcción de la democracia exige la participación de todos los ciudadanos en la toma de decisiones, y un momento trascendente, aunque no el único, “es la elección de quienes hacen las leyes que a todos nos han de regir”.
“Exhortamos respetuosamente a que cada quien elija al candidato que es de su confianza y es conforme a sus criterios personales, iluminados por su fe”, dijo.
Enfatizó que México requiere legisladores maduros y creativos, que propongan nuevos mecanismos de participación ciudadana.
“Hay que analizar críticamente las promesas de los candidatos en sus campañas electorales y la publicidad que hacen en los medios de comunicación, para escoger a quienes hayan demostrado en su vida un auténtico amor y servicio al pueblo, en particular a los pobres”, afirmó.
En voz del obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, el Episcopado reiteró su llamado a que cada quien elija al candidato que es de su confianza y es conforme a sus criterios personales, “iluminados por su fe”.
El organismo que aglutina a todos los obispos del país, informó que los obispos y ministros de culto de otras religiones recibieron un exhorto de la Secretaría de Gobernación para recordarles los ordenamientos que establecen la prohibición de realizar proselitismo político o inducir el voto a favor o contra candidatos o partidos políticos.
“En estas fechas electorales no faltan voces airadas y repetitivas que nos reclaman por qué hablamos de estos temas. Quisieran que la Iglesia no predicara su doctrina y que para nada interviniéramos, como si este acontecimiento nada tuviera que ver con la religión, con la fe cristiana; como si la ética no tuviera lugar en la política; como si el laicismo significara marginar la religión de la vida social; como si la separación Iglesia-Estado significara desconocer que somos ciudadanos con plenos derechos”, aseveró Felipe Arizmendi.
Refirió que los críticos de la Iglesia católica deberían reconocer que los obispos ayudan al país en la dignificación de la política, “que muchos han desvirtuado. Deberían valorar que estamos promoviendo el voto, consciente, crítico, maduro y libre, contra quienes se empeñan en desaconsejarlo o nulificarlo”.
Por ello reiteró el exhorto de los obispos a la ciudadanía para que acuda a votar a las urnas el próximo 5 de julio.
Arizmendi sostuvo que aunque cada persona es libre de votar o no, e incluso anular su voto, si lo hace responsablemente “nosotros consideramos que abstenerse es dejar que otros, unos pocos, decidan por la mayoría”.
Puntualizó que la construcción de la democracia exige la participación de todos los ciudadanos en la toma de decisiones, y un momento trascendente, aunque no el único, “es la elección de quienes hacen las leyes que a todos nos han de regir”.
“Exhortamos respetuosamente a que cada quien elija al candidato que es de su confianza y es conforme a sus criterios personales, iluminados por su fe”, dijo.
Enfatizó que México requiere legisladores maduros y creativos, que propongan nuevos mecanismos de participación ciudadana.
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 25 de junio.
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