La perredista Silvia Oliva solicitó ayer una audiencia con el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, para pedirle que no intervenga en el conflicto en el que se encuentra su partido por la designación de la candidata a la jefatura delegacional de Iztapalapa.
Después de realizar una conferencia de prensa, la también integrante de la corriente perredista de Nueva Izquierda, asistió al antiguo Palacio del Ayuntamiento, sin embargo, el personal de seguridad únicamente le solicitó su teléfono con la promesa de que pronto el Gobierno del Distrito Federal se pondría en contacto con ella.
Señaló que la petición de audiencia con Marcelo Ebrard la realizó debido a que los perredistas, afines a Clara Brugada, sostienen reuniones a menudo con el titular del ejecutivo local y consideró que tienen el mismo derecho los demás militantes.
“Si las decisiones se toman en el gobierno capitalino entonces hay que hablar con Marcelo Ebrard, pero quiero aclarar que no deseo una reunión con el jefe de Gobierno para declinar mi candidatura a la jefatura delegacional de Iztapalapa”, señaló.
Antes, Silvia Oliva dijo que Alejandra Barrales, dirigente del sol azteca en la ciudad de México, y Manuel Oropeza, secretario general de ese mismo partido, intentan que renuncie a la candidatura a través de una carta que le enviaron el pasado 13 de junio.
También acusó al secretario de Desarrollo Social del DF, Martí Batres y Armando Quintero, titular de la Secretaría de Transportes y Vialidad del DF de amenazarla para que renuncie y respalde la postulación de su contrincante Clara Brugada.
“Esos dos funcionarios me dijeron que si yo no renuncio a la candidatura me quitarían mis derechos partidistas, por lo que me siento amenazada, como en un asalto donde te ponen la pistola en la sien para que entregues la cartera”.
Pidió que Clara Brugada compruebe que su dicho acerca de que César Nava y Manlio Fabio Beltrones estuvieron detrás de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federal de reconocerla a ella como ganadora.
Y rechazó que hubiera una negociación de dirigentes de la corriente de Nueva Izquierda con el Partido Acción Nacional o el Revolucionario Institucional para que la resolución del TEPJF la favoreciera.
Señaló que las declaraciones y las acciones que emprende para defender sus derechos políticos no dañan al PRD, pero puntualizó que su partido corre el riesgo de que no cuente con candidata a la jefatura delegacional de Iztapalapa en caso de que no decidan registrarla a ella como la contendiente oficial.
Al final, cuando se le cuestionó acerca de que Jesús Ortega, dirigente nacional del sol azteca es el obligado para aprobar su registro, Silvia Oliva lo deslindo al decir que esa es decisión es competencia del PRD.
Después de realizar una conferencia de prensa, la también integrante de la corriente perredista de Nueva Izquierda, asistió al antiguo Palacio del Ayuntamiento, sin embargo, el personal de seguridad únicamente le solicitó su teléfono con la promesa de que pronto el Gobierno del Distrito Federal se pondría en contacto con ella.
Señaló que la petición de audiencia con Marcelo Ebrard la realizó debido a que los perredistas, afines a Clara Brugada, sostienen reuniones a menudo con el titular del ejecutivo local y consideró que tienen el mismo derecho los demás militantes.
“Si las decisiones se toman en el gobierno capitalino entonces hay que hablar con Marcelo Ebrard, pero quiero aclarar que no deseo una reunión con el jefe de Gobierno para declinar mi candidatura a la jefatura delegacional de Iztapalapa”, señaló.
Antes, Silvia Oliva dijo que Alejandra Barrales, dirigente del sol azteca en la ciudad de México, y Manuel Oropeza, secretario general de ese mismo partido, intentan que renuncie a la candidatura a través de una carta que le enviaron el pasado 13 de junio.
También acusó al secretario de Desarrollo Social del DF, Martí Batres y Armando Quintero, titular de la Secretaría de Transportes y Vialidad del DF de amenazarla para que renuncie y respalde la postulación de su contrincante Clara Brugada.
“Esos dos funcionarios me dijeron que si yo no renuncio a la candidatura me quitarían mis derechos partidistas, por lo que me siento amenazada, como en un asalto donde te ponen la pistola en la sien para que entregues la cartera”.
Pidió que Clara Brugada compruebe que su dicho acerca de que César Nava y Manlio Fabio Beltrones estuvieron detrás de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federal de reconocerla a ella como ganadora.
Y rechazó que hubiera una negociación de dirigentes de la corriente de Nueva Izquierda con el Partido Acción Nacional o el Revolucionario Institucional para que la resolución del TEPJF la favoreciera.
Señaló que las declaraciones y las acciones que emprende para defender sus derechos políticos no dañan al PRD, pero puntualizó que su partido corre el riesgo de que no cuente con candidata a la jefatura delegacional de Iztapalapa en caso de que no decidan registrarla a ella como la contendiente oficial.
Al final, cuando se le cuestionó acerca de que Jesús Ortega, dirigente nacional del sol azteca es el obligado para aprobar su registro, Silvia Oliva lo deslindo al decir que esa es decisión es competencia del PRD.
Josué Huerta, Crónica, 16 de junio.
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