Según el secretario general adjunto de la OEA, Albert Ramdin, en caso de no conseguir este objetivo, los representantes diplomáticos decidirían no ir a votación y sólo emitir una "declaración de solidaridad" para seguir negociando en el futuro.
Los Cancilleres "están todos de acuerdo", según Ramdin, en que es necesario eliminar la resolución de 1962 que suspendió a Cuba por incompatibilidad de su régimen marxista-leninista con el sistema interamericano.
Si se elimina la resolución, admitió el funcionario, técnicamente se habrá eliminado también el único obstáculo y la Isla estaría en condiciones de presentarse en el organismo la próxima semana y reclamar su asiento.
Ramdin pidió que no se tome un eventual desacuerdo como indicio de que la OEA salía de Honduras profundamente dividida y recordó que no hay un plazo definido para alcanzar un acuerdo sobre el tema.
"Si no hay resolución, significaría simplemente que la organización no llegó a un acuerdo y que buscará hacerlo en otro momento", dijo.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, coincidió ayer en que el tema Cuba no dominará la reunión anual del organismo.
AP, Reforma, 1° de junio.
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