El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó ayer el retiro de su embajador en Colombia, Gustavo Márquez, y congelar las relaciones con ese país, como reacción a la denuncia de que armas compradas por Venezuela a Suecia fueron incautadas a la guerrilla colombiana. El mandatario advirtió que una nueva declaración o acusación desde Colombia contra Venezuela significará la ruptura inmediata de las relaciones, luego de calificar de “irresponsable” al gobierno del presidente Álvaro Uribe.
En medio de una reunión de su gabinete ministerial para celebrar el cumpleaños número 55 de Chávez, el mandatario giró instrucciones para que se revisen las inversiones colombianas en Venezuela, las cuales dijo que serían expropiadas en caso de una ruptura de relaciones.
“Ante esta nueva agresión del gobierno de Colombia he ordenado retirar a nuestro embajador de Bogotá, a nuestro personal diplomático. Vamos a congelar las relaciones con Colombia”, anunció. Agregó que el gobierno de Uribe “da vergüenza”, al afirmar que está dirigido por “irresponsables de la más grande calaña que yo nunca he visto”.
Chávez ordenó a su canciller, Nicolás Maduro, proceder al retiro del personal de alto nivel de la misión diplomática en Colombia y dejar al personal de menor rango en la legación. “Nicolás vamos a retirar el embajador y todo el funcionariado, las relaciones económicas comenzamos a congelarlas”, puntualizó.
Maduro afirmó ayer que el gobierno venezolano dará en el momento “oportuno” una respuesta sobre las armas que compró a Suecia e incautadas a la guerrilla colombiana. El funcionario señaló que el gobierno bolivariano tiene 10 años “desmontando estas mentiras con la verdad en la mano.
“Cuando sea el momento oportuno se dar la respuesta específica a esta nueva mentiras que se han tratado de levantar contra la honorabilidad de un gobierno que ha sido apegado a la ley, que actúa apegado a los convenios internacionales. No puede pretender nadie desde Colombia, menos su gobierno, echar culpas a los vecinos ni a extraños de un conflicto que tiene seis décadas”, afirmó.
Agregó que el responsable de buscar una salida pacífica al conflicto colombiano es su gobierno. El vicepresidente colombiano Francisco Santos fue quien denunció que a las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC) se les incautaron “armas antitanque” que un país europeo le vendió a Venezuela.
Las versiones indicaron que los lanzacohetes AT-4 habrían sido producidos por la firma sueca Saab Bofors Dynamics y vendidos originariamente al Ejército de Venezuela. La empresa sueca pidió una explicación. Chávez afirmó que no ha recibido una comunicación oficial del gobierno de Suecia, que versiones indicaron que pidió una explicación.
Las tensiones entre Caracas y Bogotá regresaron después de un año de calma aparente. Hace un año, Chávez ordenó una movilización militar hacia la frontera occidental en un momento de dura confrontación verbal. En la anterior polémica, durante la operación para liberar a los rehenes de la guerrilla colombiana, Chávez también ordenó el retiro de su embajador y poco antes había solicitado a la comunidad internacional retirar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas.
Lieberman baja el tono
Discreción. Esta palabra resume la forma en que fue abordada en Colombia la visita del canciller israelí Avigdor Lieberman, en gira de diez días por Sudamérica, tras reunirse con miembros del gabinete, incluido el presidente Álvaro Uribe y el canciller Jaime Bermúdez. El encuentro estuvo marcado por las tensiones con Venezuela por la presunta aparición de lanzacohetes suecos del ejército de ese país vecino en poder de las FARC, según denunció Bogotá. Lieberman, una de las figuras más polémicas del gobierno de Benjamin Netanyahu, fue prudente ante la prensa al ser consultado sobre la reacción del presidente venezolano Hugo Chávez por las negociaciones de Colombia y EU para que el Pentágono utilice bases militares para acciones de interdicción. También fue discreto —contrario a sus declaraciones previas en Perú, Argentina o Brasil— sobre la presencia del movimiento chiita libanés Hezbolá en la zona de La Guajira, límite con Venezuela. Colombia ha denunciado que narcotraficantes colombianos estarían aliados a Hezbolá para usar la zona como centro de tráfico. En el comunicado final ambas cancillerías sólo afirmaron que Israel y Colombia mantienen acuerdos “en turismo, ciencia y tecnología, agricultura y cooperación militar”. (Medellín/Clara Isabel Vélez Rincón)
En medio de una reunión de su gabinete ministerial para celebrar el cumpleaños número 55 de Chávez, el mandatario giró instrucciones para que se revisen las inversiones colombianas en Venezuela, las cuales dijo que serían expropiadas en caso de una ruptura de relaciones.
“Ante esta nueva agresión del gobierno de Colombia he ordenado retirar a nuestro embajador de Bogotá, a nuestro personal diplomático. Vamos a congelar las relaciones con Colombia”, anunció. Agregó que el gobierno de Uribe “da vergüenza”, al afirmar que está dirigido por “irresponsables de la más grande calaña que yo nunca he visto”.
Chávez ordenó a su canciller, Nicolás Maduro, proceder al retiro del personal de alto nivel de la misión diplomática en Colombia y dejar al personal de menor rango en la legación. “Nicolás vamos a retirar el embajador y todo el funcionariado, las relaciones económicas comenzamos a congelarlas”, puntualizó.
Maduro afirmó ayer que el gobierno venezolano dará en el momento “oportuno” una respuesta sobre las armas que compró a Suecia e incautadas a la guerrilla colombiana. El funcionario señaló que el gobierno bolivariano tiene 10 años “desmontando estas mentiras con la verdad en la mano.
“Cuando sea el momento oportuno se dar la respuesta específica a esta nueva mentiras que se han tratado de levantar contra la honorabilidad de un gobierno que ha sido apegado a la ley, que actúa apegado a los convenios internacionales. No puede pretender nadie desde Colombia, menos su gobierno, echar culpas a los vecinos ni a extraños de un conflicto que tiene seis décadas”, afirmó.
Agregó que el responsable de buscar una salida pacífica al conflicto colombiano es su gobierno. El vicepresidente colombiano Francisco Santos fue quien denunció que a las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC) se les incautaron “armas antitanque” que un país europeo le vendió a Venezuela.
Las versiones indicaron que los lanzacohetes AT-4 habrían sido producidos por la firma sueca Saab Bofors Dynamics y vendidos originariamente al Ejército de Venezuela. La empresa sueca pidió una explicación. Chávez afirmó que no ha recibido una comunicación oficial del gobierno de Suecia, que versiones indicaron que pidió una explicación.
Las tensiones entre Caracas y Bogotá regresaron después de un año de calma aparente. Hace un año, Chávez ordenó una movilización militar hacia la frontera occidental en un momento de dura confrontación verbal. En la anterior polémica, durante la operación para liberar a los rehenes de la guerrilla colombiana, Chávez también ordenó el retiro de su embajador y poco antes había solicitado a la comunidad internacional retirar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas.
Lieberman baja el tono
Discreción. Esta palabra resume la forma en que fue abordada en Colombia la visita del canciller israelí Avigdor Lieberman, en gira de diez días por Sudamérica, tras reunirse con miembros del gabinete, incluido el presidente Álvaro Uribe y el canciller Jaime Bermúdez. El encuentro estuvo marcado por las tensiones con Venezuela por la presunta aparición de lanzacohetes suecos del ejército de ese país vecino en poder de las FARC, según denunció Bogotá. Lieberman, una de las figuras más polémicas del gobierno de Benjamin Netanyahu, fue prudente ante la prensa al ser consultado sobre la reacción del presidente venezolano Hugo Chávez por las negociaciones de Colombia y EU para que el Pentágono utilice bases militares para acciones de interdicción. También fue discreto —contrario a sus declaraciones previas en Perú, Argentina o Brasil— sobre la presencia del movimiento chiita libanés Hezbolá en la zona de La Guajira, límite con Venezuela. Colombia ha denunciado que narcotraficantes colombianos estarían aliados a Hezbolá para usar la zona como centro de tráfico. En el comunicado final ambas cancillerías sólo afirmaron que Israel y Colombia mantienen acuerdos “en turismo, ciencia y tecnología, agricultura y cooperación militar”. (Medellín/Clara Isabel Vélez Rincón)
Agencias en Caracas, Milenio, 29 de julio.
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