BOGOTÁ.— Por segunda vez en dos años, el gobierno de Brasil ofreció mediar entre Colombia y Venezuela para tratar de superar la nueva crisis diplomática surgida entre ambos países, que a juzgar por ex funcionarios y analistas “es la peor de las que se han suscitado” en los últimos cinco años.
Así lo afirmó ayer el canciller brasileño, Celso Amorim, quien sin embargo aclaró que “sería bueno que Colombia diga transparentemente de qué se trata” el acuerdo militar con Estados Unidos que desató la ira de Venezuela y de otros gobiernos y que, sumado a la denuncia de que lanzacohetes del Ejército venezolano fueron a parar a manos de las FARC, terminó con la orden venezolana de “congelar” relaciones.
El asesor del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, Marco Aurelio García, viajará hoy a Caracas para, entre otros temas, “hablar de la crisis con Colombia”, donde voceros gubernamentales indicaron que reciben “positivamente” el intento brasileño para superar la crisis que no buscamos”.
Mientras tanto, el vicepresidente venezolano Ramón Carrizales aseguró que si bien por ahora no hay órdenes del presidente Chávez para cerrar la frontera, “si encontramos pruebas y se descubre el contrabando de armas el gobierno actuará enérgicamente”, a sabiendas de lo apretado que quedó el gobierno con la denuncia de que las armas vendidas por Suecia terminaron en poder de la guerrilla colombiana.
Colombia enfrentó también la carga del presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien acusó al precandidato a la Presidencia colombiana y ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos de “ser un peligro regional porque todavía sostiene la doctrina de (George) Bush de agredir a terceros países”.
Ello, luego de la crisis desatada por la divulgación en Colombia de un video donde supuestamente el guerrillero Mono Jojoy asegura haber aportado dinero a la campaña presidencial de Correa, quien desmintió la versión.
Así lo afirmó ayer el canciller brasileño, Celso Amorim, quien sin embargo aclaró que “sería bueno que Colombia diga transparentemente de qué se trata” el acuerdo militar con Estados Unidos que desató la ira de Venezuela y de otros gobiernos y que, sumado a la denuncia de que lanzacohetes del Ejército venezolano fueron a parar a manos de las FARC, terminó con la orden venezolana de “congelar” relaciones.
El asesor del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, Marco Aurelio García, viajará hoy a Caracas para, entre otros temas, “hablar de la crisis con Colombia”, donde voceros gubernamentales indicaron que reciben “positivamente” el intento brasileño para superar la crisis que no buscamos”.
Mientras tanto, el vicepresidente venezolano Ramón Carrizales aseguró que si bien por ahora no hay órdenes del presidente Chávez para cerrar la frontera, “si encontramos pruebas y se descubre el contrabando de armas el gobierno actuará enérgicamente”, a sabiendas de lo apretado que quedó el gobierno con la denuncia de que las armas vendidas por Suecia terminaron en poder de la guerrilla colombiana.
Colombia enfrentó también la carga del presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien acusó al precandidato a la Presidencia colombiana y ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos de “ser un peligro regional porque todavía sostiene la doctrina de (George) Bush de agredir a terceros países”.
Ello, luego de la crisis desatada por la divulgación en Colombia de un video donde supuestamente el guerrillero Mono Jojoy asegura haber aportado dinero a la campaña presidencial de Correa, quien desmintió la versión.
José Vales enviado, EL Universal, 30 de julio.
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