CARACAS.- El Presidente Hugo Chávez ordenó ayer congelar las relaciones de Venezuela con Colombia tras acusaciones, formuladas por el Gobierno del Mandatario Álvaro Uribe, de que Caracas habría dado armamento a la guerrilla de las FARC y advirtió que, si hay nuevos señalamientos, rompería definitivamente con el país vecino.
Además, Chávez retiró a su Embajador y a altos funcionarios diplomáticos de Bogotá y pidió a sus Ministros sustituir las importaciones desde la nación vecina y estudiar la cancelación de proyectos conjuntos, como un gasoducto binacional.
"Las relaciones económicas empezamos a congelarlas. Vamos a sustituir importaciones desde Colombia", dijo Chávez durante una transmisión de la televisión estatal.
Autoridades colombianas revelaron el lunes que hallaron armas antitanques y lanzacohetes comprados por Venezuela a la empresa sueca Saab Bofors Dynamics en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Suecia también le reclamó al Gobierno de Venezuela por el paradero del armamento.
El Gobierno de Uribe no reaccionó de inmediato al anuncio de Chávez.
El Presidente venezolano dijo que las importaciones desde Colombia, segundo socio comercial luego de Estados Unidos, no eran esenciales. En 2008, la balanza comercial bilateral llegó a 7 mil 200 millones de dólares, favorable a Colombia por 6 mil millones.
Chávez también pidió la revisión de las inversiones colombianas en el país, así como los proyectos conjuntos.
"No es imprescindible para nosotros el gas que viene de Colombia; pudiéramos cerrar ese gasoducto", apuntó.
El Mandatario destacó incluso que, "si las agresiones continúan", podría expropiar empresas colombianas presentes en su país.
"Y, la próxima agresión que haya contra Venezuela, nosotros simplemente romperíamos relaciones (con Colombia)", amenazó.
El anuncio de ayer es parte de una nueva etapa de tensión en las relaciones entre Venezuela y Colombia, la cual comenzó con la decisión de Chávez, comunicada la semana pasada, de que "revisaría" el nexo bilateral a partir de la decisión de Uribe de permitir que el Ejército de Estados Unidos utilice tres bases colombianas para sustituir la de Manta, Ecuador, de la que el Gobierno del Presidente Rafael Correa le exigió retirarse este mes.
No es la primera vez que Chávez congela relaciones con el Gobierno de Uribe.
En enero de 2005, tras la captura en Venezuela del jefe guerrillero de las FARC "Rodrigo Granda", Chávez retiró a su Embajador y amenazó con suspender las relaciones comerciales.
En noviembre de 2007, luego que el Presidente colombiano cesara a Chávez como mediador en la liberación de rehenes de las FARC, el venezolano llamó a consultas a su Embajador en Bogotá.
Y, en marzo de 2008, Chávez se solidarizó con Ecuador por el bombardeo colombiano contra un campamento de las FARC, amenazó con mover tropas a la frontera y retiró a su Embajador en Bogotá.
La última represalia de Chávez duró una semana.
Sobre el armamento que detonó el nuevo encono, el Canciller venezolano, Nicolás Maduro, se limitó a decir ayer que, "en su momento", Venezuela responderá a la "nueva mentira que se ha tratado de levantar contra la honorabilidad de un Gobierno que ha sido apegado a la ley" y los pactos internacionales.
Además, Chávez retiró a su Embajador y a altos funcionarios diplomáticos de Bogotá y pidió a sus Ministros sustituir las importaciones desde la nación vecina y estudiar la cancelación de proyectos conjuntos, como un gasoducto binacional.
"Las relaciones económicas empezamos a congelarlas. Vamos a sustituir importaciones desde Colombia", dijo Chávez durante una transmisión de la televisión estatal.
Autoridades colombianas revelaron el lunes que hallaron armas antitanques y lanzacohetes comprados por Venezuela a la empresa sueca Saab Bofors Dynamics en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Suecia también le reclamó al Gobierno de Venezuela por el paradero del armamento.
El Gobierno de Uribe no reaccionó de inmediato al anuncio de Chávez.
El Presidente venezolano dijo que las importaciones desde Colombia, segundo socio comercial luego de Estados Unidos, no eran esenciales. En 2008, la balanza comercial bilateral llegó a 7 mil 200 millones de dólares, favorable a Colombia por 6 mil millones.
Chávez también pidió la revisión de las inversiones colombianas en el país, así como los proyectos conjuntos.
"No es imprescindible para nosotros el gas que viene de Colombia; pudiéramos cerrar ese gasoducto", apuntó.
El Mandatario destacó incluso que, "si las agresiones continúan", podría expropiar empresas colombianas presentes en su país.
"Y, la próxima agresión que haya contra Venezuela, nosotros simplemente romperíamos relaciones (con Colombia)", amenazó.
El anuncio de ayer es parte de una nueva etapa de tensión en las relaciones entre Venezuela y Colombia, la cual comenzó con la decisión de Chávez, comunicada la semana pasada, de que "revisaría" el nexo bilateral a partir de la decisión de Uribe de permitir que el Ejército de Estados Unidos utilice tres bases colombianas para sustituir la de Manta, Ecuador, de la que el Gobierno del Presidente Rafael Correa le exigió retirarse este mes.
No es la primera vez que Chávez congela relaciones con el Gobierno de Uribe.
En enero de 2005, tras la captura en Venezuela del jefe guerrillero de las FARC "Rodrigo Granda", Chávez retiró a su Embajador y amenazó con suspender las relaciones comerciales.
En noviembre de 2007, luego que el Presidente colombiano cesara a Chávez como mediador en la liberación de rehenes de las FARC, el venezolano llamó a consultas a su Embajador en Bogotá.
Y, en marzo de 2008, Chávez se solidarizó con Ecuador por el bombardeo colombiano contra un campamento de las FARC, amenazó con mover tropas a la frontera y retiró a su Embajador en Bogotá.
La última represalia de Chávez duró una semana.
Sobre el armamento que detonó el nuevo encono, el Canciller venezolano, Nicolás Maduro, se limitó a decir ayer que, "en su momento", Venezuela responderá a la "nueva mentira que se ha tratado de levantar contra la honorabilidad de un Gobierno que ha sido apegado a la ley" y los pactos internacionales.
Octavio Pineda y agencias, Reforma, 29 de julio.
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