SAO PAULO.- La posibilidad de que Colombia permita al Ejército de Estados Unidos utilizar tres bases aéreas en su territorio tiene preocupado no sólo al Gobierno de Venezuela, sino a las demás naciones sudamericanas y hasta a España.
Ayer, los Presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Michelle Bachelet, respectivamente, pidieron que el Consejo de Defensa Sudamericano analice la alianza militar que negocia el Gobierno del Mandatario colombiano, Álvaro Uribe, con Washington.
Reunidos en Sao Paulo, Lula y Bachelet dijeron que la próxima cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el 10 de agosto en Quito, Ecuador, sería el momento perfecto para el debate.
"A mí no me agrada una base estadounidense más en Colombia", afirmó Lula. "Pero como no me gustaría que Uribe diera una opinión de lo que yo hago en Brasil, no voy a dar opiniones de las cosas de Uribe".
"Va a ser Quito el momento para que podamos hablar con franqueza de todos estos temas, (ya que) hay países que están inquietos por esta situación", dijo a su lado la Mandataria de Chile, país que ejerce la presidencia pro tempore de la Unasur.
El organismo está integrado también por Argentina, Guyana, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Perú y Surinam.
El Gobierno colombiano informó recientemente que perfila un acuerdo que permitiría el uso controlado de al menos tres de sus bases por Estados Unidos, lo que Venezuela consideró una amenaza.
El anuncio elevó la tensión con Caracas, lo que empeoró el lunes, cuando Bogotá denunció que fueron decomisados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tres lanzacohetes vendidos por un fabricante sueco a Venezuela en 1988.
El martes, el Presidente Hugo Chávez congeló los lazos diplomáticos con Colombia y ordenó la retirada de su Embajador en Bogotá.
La situación sobre las bases también inquieta a España.
Ayer, el Canciller ibérico, Miguel Ángel Moratinos, llamó a evitar la "militarización de América Latina".
"Vamos a estar en contacto con Colombia y con Estados Unidos para que nos expliquen, nos digan, las razones de esta nueva apertura de bases", dijo Moratinos tras una reunión bilateral con su homólogo brasileño, Celso Amorim, en Brasilia.
Brasil también pedirá informes sobre el acuerdo a las autoridades estadounidenses y colombianas.
"(El tema despierta) preocupación porque nosotros vivimos en un continente pacífico, y la presencia de bases de países de fuera del continente sudamericano es siempre algo que nos gustaría entender mejor", sostuvo el diplomático brasileño.
Preocupa Cuarta Flota
Además del tema de las bases colombianas, al Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le inquieta la presencia de la Cuarta Flota estadou-nidense en la región.
Lula dijo ayer que ya pidió un diálogo con Washington sobre esta cuestión con el argumento de que el área de actuación de la flota estaría próximo a enormes reservas de hidrocarburos halladas recientemente por el país sudamericano frente a sus costas en el océano Atlántico.
La solicitud de diálogo se hizo antes de que el Presidente estadounidense, Barack Obama, sucediera a George W. Bush.
"Mandamos una carta diciendo que nosotros no veíamos con buenos ojos la cuestión de la Cuarta Flota, porque me parece que su línea territorial está casi encima de nuestro presal", afirmó Lula.
Ayer, los Presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Michelle Bachelet, respectivamente, pidieron que el Consejo de Defensa Sudamericano analice la alianza militar que negocia el Gobierno del Mandatario colombiano, Álvaro Uribe, con Washington.
Reunidos en Sao Paulo, Lula y Bachelet dijeron que la próxima cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el 10 de agosto en Quito, Ecuador, sería el momento perfecto para el debate.
"A mí no me agrada una base estadounidense más en Colombia", afirmó Lula. "Pero como no me gustaría que Uribe diera una opinión de lo que yo hago en Brasil, no voy a dar opiniones de las cosas de Uribe".
"Va a ser Quito el momento para que podamos hablar con franqueza de todos estos temas, (ya que) hay países que están inquietos por esta situación", dijo a su lado la Mandataria de Chile, país que ejerce la presidencia pro tempore de la Unasur.
El organismo está integrado también por Argentina, Guyana, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Perú y Surinam.
El Gobierno colombiano informó recientemente que perfila un acuerdo que permitiría el uso controlado de al menos tres de sus bases por Estados Unidos, lo que Venezuela consideró una amenaza.
El anuncio elevó la tensión con Caracas, lo que empeoró el lunes, cuando Bogotá denunció que fueron decomisados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tres lanzacohetes vendidos por un fabricante sueco a Venezuela en 1988.
El martes, el Presidente Hugo Chávez congeló los lazos diplomáticos con Colombia y ordenó la retirada de su Embajador en Bogotá.
La situación sobre las bases también inquieta a España.
Ayer, el Canciller ibérico, Miguel Ángel Moratinos, llamó a evitar la "militarización de América Latina".
"Vamos a estar en contacto con Colombia y con Estados Unidos para que nos expliquen, nos digan, las razones de esta nueva apertura de bases", dijo Moratinos tras una reunión bilateral con su homólogo brasileño, Celso Amorim, en Brasilia.
Brasil también pedirá informes sobre el acuerdo a las autoridades estadounidenses y colombianas.
"(El tema despierta) preocupación porque nosotros vivimos en un continente pacífico, y la presencia de bases de países de fuera del continente sudamericano es siempre algo que nos gustaría entender mejor", sostuvo el diplomático brasileño.
Preocupa Cuarta Flota
Además del tema de las bases colombianas, al Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le inquieta la presencia de la Cuarta Flota estadou-nidense en la región.
Lula dijo ayer que ya pidió un diálogo con Washington sobre esta cuestión con el argumento de que el área de actuación de la flota estaría próximo a enormes reservas de hidrocarburos halladas recientemente por el país sudamericano frente a sus costas en el océano Atlántico.
La solicitud de diálogo se hizo antes de que el Presidente estadounidense, Barack Obama, sucediera a George W. Bush.
"Mandamos una carta diciendo que nosotros no veíamos con buenos ojos la cuestión de la Cuarta Flota, porque me parece que su línea territorial está casi encima de nuestro presal", afirmó Lula.
AFP y Reuters, Reforma, 31 de julio.
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