BOGOTÁ.— El gobierno venezolano decidió ayer congelar sus relaciones con Colombia. No es un remake de una película indeseable presentada en las grandes salas del circuito político internacional hace más de un año, en marzo de 2008, sino la segunda vez en que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ordena retirar a su embajador de Bogotá, en una nueva escalada de la tensión en las relaciones entre ambos países.
Chávez acusó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, de “irresponsable” y de “haber prendido el ventilador”.
“Ante esta nueva agresión del gobierno de Colombia he ordenado retirar a nuestro embajador de Bogotá, a nuestro personal diplomático. Vamos a congelar las relaciones con Colombia”, dijo el mandatario a través de un mensaje televisivo. Además, amenazó con “expropiar empresas colombianas”, lo que desató una honda preocupación entre los gremios empresariales aquí.
Sosteniéndose en las declaraciones de Uribe y del vicepresidente colombiano Francisco Santos, quienes acusaron al gobierno venezolano de haber vendido lanzacohetes de fabricación sueca a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Chávez aseguró que se trata de acusaciones “sin pruebas”. “Ese gobierno da vergüenza, está dirigido por irresponsables de la más grande calaña que yo haya visto”, puntualizó.
El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, precisó que el embajador venezolano en Bogotá, Gustavo Márquez, previo a la decisión ya se encontraba en el país, y que el resto del personal diplomático “mañana (hoy miércoles) temprano estará regresando de manera inmediata, en cumplimiento de su orden”.
Una vez más, como en 2008, Chávez ordenó la sustitución de importaciones de Colombia, que representaron 2.2 mil millones de dólares en el último año, lo que equivale a una caída de 0.8%, que los empresarios colombianos atribuyen a los problemas políticos entre ambos países y a la caída de la renta petrolera venezolana.
Si bien la administración de Uribe hasta anoche mantenía silencio, una alta fuente del gobierno aseguró a EL UNIVERSAL “que la situación es más difícil que en 2008, porque nosotros no vamos a ceder en lo que es una realidad: esas armas estaban en poder de las FARC y nadie nos va a decir con quién podemos o no hacer acuerdos militares”. Ello, en alusión a las críticas de Chávez a Uribe por acordar con Estados Unidos la instalación de bases militares en su territorio.
Chávez advirtió que “la próxima agresión que haya contra Venezuela, nosotros simplemente romperíamos relaciones con el gobierno de Colombia y le vamos a meter el ojo a toda empresa colombiana aquí”.
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), calificó la situación de “preocupante”, mientras que Tulio Zuloaga, presidente de los autopartistas colombianos, dijo que “nada de esto es agradable y tememos una reacción negativa”.
Suecia confirma
El gobierno sueco confirmó ayer a medios colombianos que varias armas producidas en ese país e incautadas recientemente a las FARC fueron vendidas a Venezuela a finales de la década de los 80. “Pudimos confirmarlo a través de los números de los seriales, en cooperación con el gobierno de Colombia”, explicó a la emisora “La W” el ministro sueco de Comercio, Jens Ericsson.
El funcionario agregó que las armas corresponden a un lote “vendido hace 20 años”. Por su parte, el director general del Órgano de Inspección de Productos Estratégicos de ese país, encargado de supervisar las exportaciones de armas, Jan-Erik Lövgren. Lövgren calificó de “muy grave” que las armas hayan caído en manos de grupos irregulares y que Suecia ha iniciado una investigación. (Con información de Agencias)
Chávez acusó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, de “irresponsable” y de “haber prendido el ventilador”.
“Ante esta nueva agresión del gobierno de Colombia he ordenado retirar a nuestro embajador de Bogotá, a nuestro personal diplomático. Vamos a congelar las relaciones con Colombia”, dijo el mandatario a través de un mensaje televisivo. Además, amenazó con “expropiar empresas colombianas”, lo que desató una honda preocupación entre los gremios empresariales aquí.
Sosteniéndose en las declaraciones de Uribe y del vicepresidente colombiano Francisco Santos, quienes acusaron al gobierno venezolano de haber vendido lanzacohetes de fabricación sueca a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Chávez aseguró que se trata de acusaciones “sin pruebas”. “Ese gobierno da vergüenza, está dirigido por irresponsables de la más grande calaña que yo haya visto”, puntualizó.
El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, precisó que el embajador venezolano en Bogotá, Gustavo Márquez, previo a la decisión ya se encontraba en el país, y que el resto del personal diplomático “mañana (hoy miércoles) temprano estará regresando de manera inmediata, en cumplimiento de su orden”.
Una vez más, como en 2008, Chávez ordenó la sustitución de importaciones de Colombia, que representaron 2.2 mil millones de dólares en el último año, lo que equivale a una caída de 0.8%, que los empresarios colombianos atribuyen a los problemas políticos entre ambos países y a la caída de la renta petrolera venezolana.
Si bien la administración de Uribe hasta anoche mantenía silencio, una alta fuente del gobierno aseguró a EL UNIVERSAL “que la situación es más difícil que en 2008, porque nosotros no vamos a ceder en lo que es una realidad: esas armas estaban en poder de las FARC y nadie nos va a decir con quién podemos o no hacer acuerdos militares”. Ello, en alusión a las críticas de Chávez a Uribe por acordar con Estados Unidos la instalación de bases militares en su territorio.
Chávez advirtió que “la próxima agresión que haya contra Venezuela, nosotros simplemente romperíamos relaciones con el gobierno de Colombia y le vamos a meter el ojo a toda empresa colombiana aquí”.
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), calificó la situación de “preocupante”, mientras que Tulio Zuloaga, presidente de los autopartistas colombianos, dijo que “nada de esto es agradable y tememos una reacción negativa”.
Suecia confirma
El gobierno sueco confirmó ayer a medios colombianos que varias armas producidas en ese país e incautadas recientemente a las FARC fueron vendidas a Venezuela a finales de la década de los 80. “Pudimos confirmarlo a través de los números de los seriales, en cooperación con el gobierno de Colombia”, explicó a la emisora “La W” el ministro sueco de Comercio, Jens Ericsson.
El funcionario agregó que las armas corresponden a un lote “vendido hace 20 años”. Por su parte, el director general del Órgano de Inspección de Productos Estratégicos de ese país, encargado de supervisar las exportaciones de armas, Jan-Erik Lövgren. Lövgren calificó de “muy grave” que las armas hayan caído en manos de grupos irregulares y que Suecia ha iniciado una investigación. (Con información de Agencias)
José Vales enviado, El Universal, 29 de julio.
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