Concesionarios de radio y TV, sin compromiso con la democracia

A lo largo del proceso legislativo para aprobar la reforma electoral, los concesionarios de medios electrónicos dejaron claro que no tienen ningún compromiso con la democracia, y el deber que dicen tener con la libertad de expresión no es más que una estrategia recurrente que utilizan irresponsablemente cuando sus intereses económicos se ven afectados, aseguró el dirigente de la corriente priísta Democracia 2000, Tomás López González.

Al mismo tiempo, la dirigencia nacional del tricolor ratificó el pleno respeto a los legisladores locales del país, al pacto federal y a la soberanía de los estados, así como la confianza en que se analizará a profundidad el contenido de las reformas y ejercerán con libertad las facultades del poder constituyente.

“Los concesionarios, se sabe, no tienen moral, solamente tienen intereses económicos”, enfatizó el priísta, luego de señalar que la reforma electoral es un paso trascendental en el proceso democrático del país y es una de las modificaciones más importantes de los años recientes, ya que por fin la mayoría de los partidos políticos pudieron llegar a consensos y acuerdos en favor de una mayor transparencia del gasto en las campañas electorales.

“Los legisladores asumieron su papel de representantes populares e hicieron valer el poder real del Legislativo ante un problema de suma importancia y frente a otro poder de facto, que se había fortalecido y consolidado a través de una insana relación con los gobiernos en turno: el poder de las televisoras”, afirmó López González.

Sostuvo que la magnitud del poder de Televisa y Tv Azteca quedó demostrado antes y durante las campañas políticas de 2006. “Exhibieron en forma exagerada y grotesca no sólo su poderío mediático, sino económico y político cuando se inclinaron abiertamente por un candidato presidencial, a quien prácticamente le pusieron a su servicio sus pantallas y a sus conductores de noticiarios estrellas, pero con la firme intención de cobrarle la factura una vez instalado en el poder”.

Destacó que los monopolios se habían convertido en un verdadero poder de presión, de tal forma que por sus pantallas desfilaba información privilegiada que deberían tener en principio poderes legalmente establecidos, como el Judicial o el Legislativo, situación que amenazaba la estabilidad del Estado.

López González cuestionó la actitud de aquellos gobernadores que, velada o abiertamente, intentan manipular a los congresos estatales para sabotear la minuta de la reforma electoral, como sucede con el gobernador priísta de Coahuila, Humberto Moreira, vinculado con Elba Esther Gordillo, y el mandatario panista de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, cuya repentina oposición a la reforma fue cuestionada por sus propios compañeros de partido y legisladores federales, ya que, aseguran los del blanquiazul, todas las reservas sobre dicha legislación fueron posteriores a un encuentro entre el mandatario y el dueño de Televisa.

En este sentido, Democracia 2000 llamó a los legisladores locales a que voten en conciencia, con independencia de pensamiento y que se atrevan a pasar a la historia como verdaderos representantes del pueblo, no como empleados de gobernadores o de las televisoras.

“Exhortamos a los gobernadores a que no se comporten como caciques de antaño, que respeten las soberanías estatales. No podemos permitir que ningún poder de facto ponga en riesgo a las estructuras del Estado mexicano. Tampoco podemos permitir que los monopolios, de cualquier naturaleza, se conviertan en el fiel de la balanza de las campañas políticas, ni muchos menos que suplanten a los poderes constitucionalmente reconocidos”, aseveró el priísta.

Nota de Ciro Pérez Silva, La Jornada, 25 de septiembre.