A diferencia de los otros dos partidos políticos, la participación de Acción Nacional en las negociaciones de la reforma fiscal apenas recibió atención por parte de columnistas y articulistas, como lo muestran los 16 comentarios que a continuación se presentan.
Algo muy importante se cocinó ayer en una reunión del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, con senadores panistas.
Fue en Palacio Nacional, y aunque nadie lo confirmó, el tema debe haber sido el de la reforma fiscal.
Uno de los senadores asistentes confirmó la reunión, pero pidió:
“No me preguntes, hicimos el compromiso de no decir nada”.
Pepe Grillo, Crónica, 3 de julio.
Y en Acción Nacional, la inconformidad es de otro tipo, pues nos aseguran que el coordinador de la bancada en la Cámara baja, Héctor Larios quería el voto a ciegas de los diputados, todos a favor de la propuesta de Agustín Carstens y hay varios que de plano, nos dicen que tienen voz y voto y que no pueden actuar como priistas.
Daniel Ludlow y Emilio Flores, así lo hicieron sentir entre dos decenas de diputados de la comisión de Hacienda, porque no están dispuestos a dar un apoyo incondicional a la reforma hacendaria. Nos dicen que temen que se caiga el empleo, que no haya recursos para los programas sociales y que no están a disposición del Ejecutivo.
Entre los legisladores panistas hay división, y explican que deben analizar todo el paquete y hacer los cambios que sean necesarios, no se trata de que diputados y senadores actúen a la vieja usanza, de ir a las cámaras legislativas a levantar el dedo. Pero hay otros panistas que sí están a favor de todo el paquete.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 20 de julio.
Los diputados del PAN, encabezados por Héctor Larios, tomaron una posición realmente extraña en torno a la reforma fiscal. Ayer se reunieron para hablar sobre su visión de la CETU. La realidad es que la manera en que lo hicieron va en contra de una propuesta fiscal correcta
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 20 de julio.
Por si fuera poco, my friend, la reforma fiscal sobrevendida por las huestes de Agustín Carstens en el ámbito financiero internacional, hace agua también en los ánimos del mismo PAN, donde algunos legisladores han exteriorizado sus dudas sobre su vialidad, entre otras interesantes rubros, en la generación de empleos. Y en el acto encabezado por Felipe Calderón en la presentación del Programa de Infraestructura 2007-2012, el inquilino de Los Pinos volvió a insistir en la necesidad de su aprobación aunque argumentó que será respetuoso de la decisión adoptada por los legisladores, y con eso elimina un frente importante de confrontación... peligrosa, ruta que le encantaba a Vicente Fox y que marcó sus entretenidos desencuentros sexenales con el Poder Legislativo.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 20 de julio.
UNO DE los focos rojos en la aprobación de la reforma fiscal está, sorpresivamente, en la bancada legislativa del PAN.
TAN ES ASÍ que el coordinador de los diputados blanquiazules, Héctor Larios, tuvo que utilizar sus mejores dotes para apagar el fuego entre sus muchachos.
VARIOS legisladores panistas andaban inquietos con la CETU y otras muchas linduras de la iniciativa presidencial.
COMO SEA, Larios más o menos ya puso orden y lo que más lo tranquiliza es que trae muy buena comunicación con la bancada del PRD que pastorea Javier González Garza.
A VER qué cuentas entregan de esos acercamientos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 20 de julio.
El PAN está decidido a que la reforma fiscal sea aprobada antes de septiembre, como lo pidió el presidente Felipe Calderón.
Por eso, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, expresó su disposición "a revisar todos los planteamientos que haga la oposición, y otros sectores, con tal de que salga".
Um, dicen, hasta parece padre de solterona (con quién sea, como sea, ¡pero que salga!)...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 2 de agosto.
Empezaron aquí, y terminarán mañana en Nuevo Vallarta.
Los temas son todos, y hoy se reunirán con el presidente Calderón.
Los legisladores del PAN analizan paquete económico, régimen fiscal de PEMEX, reforma política, electoral y la de justicia penal y seguridad pública, I Informe, y periodo extraordinario en el Congreso.
Y planearán su agenda para septiembre, políticas interior, exterior, económica y social.
Habrá conferencias de Denise Dresser y Federico Reyes Heroles
Pepe Grillo, Crónica, 10 de agosto.
Menudo viaje de placer resultó la reunión plenaria de los senadores panistas en Nuevo Vallarta. A decir de integrantes de esa bancada, no hubo carnita. No se abordaron a fondo los temas importantes, como qué hacer con Pemex, ni se acordó una agenda política clara con vistas a la reforma hacendaria y el primero de septiembre. Eso sí, tuvieron tiempo de disfrutar el lujo plus del exclusivo hotel Gran Velas, que cobra seis mil pesos la noche
Frentes Políticos, Excélsior, 13 de agosto.
Extrañamente y como queriendo menospreciar el posible éxito político del presidente Felipe Calderón si el Congreso aprueba -aunque sea con modificaciones las iniciativas fiscales-, algunos senadores del Partido Acción Nacional que se reunieron el mismo viernes con él, declararon que si se aceptan los cambios al régimen fiscal de Pemex que consideran una inyección de recursos por 80 mil millones de pesos -como propusieron los priistas-, prácticamente el gobierno federal va a quedarse "con una miseria" de los 300 mil millones de pesos que se piensa obtener en el mediando plazo con la mencionada reforma. Sin embargo, funcionarios de Hacienda encargados de "defender la reforma" (como lo hizo José López Portillo con el peso), comentaron al columnista que es iluso suponer que a la paraestatal van a asignarle todo el billete que piden los legisladores, porque entonces se perdería la esencia de la "Reforma Hacendaria por los que menos tienen". Precisaron que tratarán de convencer a los senadores de que acepten la cuarta parte de esos 80 mil millones de pesos, con la condición de que no le hagan un recorte importante a la CETU; advirtieron que bajar más de un punto la tasa de este nuevo impuesto sería como "cortarle la cola al perro a pedazos", es decir, todos saldrían chillando a la hora de repartir el dinero
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 13 de agosto.
Quienes sí andan en las nubes son los diputados federales blanquiazules. Se les vino el tiempo encima en su encomienda de llevar a las demás bancadas a un periodo extraordinario, para aprobar la reforma hacendaria y negociar el Informe presidencial. Incluso habían acordado verse hasta septiembre, en su plenaria de Morelia, cuando el Ejecutivo debe entregar el Presupuesto a San Lázaro. ¿Ya daban por muerto el periodo extraordinario?
“Frentes Políticos”, Excélsior, 15 de agosto.
El PAN, por su parte, que acepta la propuesta priista de incluir a Pemex en la discusión de la reforma fiscal, porque es una necesidad ineludible, pero que insiste fervorosamente en la participación de la inversión privada y extranjera en el sector petrolero (senador Gustavo Enrique Madero Muñoz, declaraciones a Óscar Mario Beteta, 13ago07), como si no hubiera muestras suficientes de que la falta de recursos del gobierno, que expolia a Pemex para subsanarla, se debe precisamente a la escasísima contribución que esos capitales hacen mediante impuestos a las finanzas públicas, y que nada garantiza que vayan a tener un enfoque más redistributivo del ingreso al participar en la petrolera nacional.
Junto a ello, miembros prominentes del partido, como el Gobernador de Guanajuato, con actos provocativos para desafiar el laicismo del Estado, como si al PAN le costara mucho trabajo aceptar de una buena vez por todas arreglos políticos que sirven a la estabilidad del país, desarrollados a lo largo de decenios: el laicismo y el petróleo propiedad de la Nación, entre ellos.
Juan José Huerta, Crónica, 17 de agosto.
¿Dónde está el PAN? Es la pregunta que se escuchaba ayer en los corrillos de San Lázaro, luego de que los diputados perredistas y los priistas que integran la Comisión de Hacienda se reunieron, sin sus colegas del blanquiazul, para negociar los ajustes a la iniciativa de reforma fiscal.
Tricolores y amarrillos coinciden en modificar tres puntos para lograr, entre otras cosas, más gasto social y menos gasto corriente; subir a 25 mil pesos los depósitos bancarios que serán gravados con 2%, para combatir la informalidad; y más recursos para educación en los estados donde haya más pobreza. La información es del priista Samuel Aguilar.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de agosto.
Si todos los padres regadores de hijos actuaran ética y responsablemente como ahora lo hacen los panistas, otro gallo cantaría en este inmoral cuan destartalado planeta. Eso sí, los blanquiazules tuvieron el detalle de guardar la buena nueva para después de las elecciones veracruzanas, en las que, de cualquier suerte, perdieron hasta la camisa. / Con tal de ocultar la verdadera paternidad de la criatura que en forma de puñal fiscal clavarán sobre la espalda de los mexicanos a partir del primer día de 2008, los diputados panistas decidieron asumir públicamente la responsabilidad del engendro del impuesto “especial” a gasolinas, diesel y gas automotriz, cuya invención días atrás atribuyeron a los priístas, aunque en realidad la idea corresponde al inquilino de Los Pinos y sus genios de escritorio.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 4 de septiembre.
Apenas 48 horas atrás, luego de varias semanas de criatura sin padre, los diputados blanquiazules presentaron una iniciativa de “reforma”, por medio de la cual proponen un “impuesto especial” de 5.5 por ciento (un poco mayor a la que circuló días antes) que se clavaría a los precios finales (léase al consumidor) de gasolinas, diesel y gas automotriz, con el fin, decían, de “destrabar” la “reforma” fiscal, y se declaraban prestos para asumir el costo político de tan brutal puñalada.
Eso decían los cabecillas blanquiazules en San Lázaro, hasta que se les rebeló parte de la tribu, pero no vaya a creerse que los diputados panistas reclamaron por el daño económico que tal “impuesto especial” provocaría en los consumidores de dichos combustibles ni por los aumentos en cascada de precios y tarifas que irremediablemente provocará ese aumento de 5.5 por ciento en los energéticos, ni por la pérdida de poder adquisitivo, ni por la inflación adicional, ni nada por el estilo, sino, simple y sencillamente, por el costo político que pagarán esos legisladores “en los estados donde tenemos presencia y de donde somos originarios, pero sobre todo en las entidades de la República donde hay elecciones”. Así, los descarados “rebeldes” blanquiazules sólo temen el previsible efecto electoral; lo demás es lo de menos.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 6 de septiembre.
La jugada del gobierno calderonista era sencilla: el estado que quiera más ingresos puede conseguirlos elevando el precio de la gasolina, pero llevándose el costo político de hacerlo.
Algo muy importante se cocinó ayer en una reunión del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, con senadores panistas.
Fue en Palacio Nacional, y aunque nadie lo confirmó, el tema debe haber sido el de la reforma fiscal.
Uno de los senadores asistentes confirmó la reunión, pero pidió:
“No me preguntes, hicimos el compromiso de no decir nada”.
Pepe Grillo, Crónica, 3 de julio.
Y en Acción Nacional, la inconformidad es de otro tipo, pues nos aseguran que el coordinador de la bancada en la Cámara baja, Héctor Larios quería el voto a ciegas de los diputados, todos a favor de la propuesta de Agustín Carstens y hay varios que de plano, nos dicen que tienen voz y voto y que no pueden actuar como priistas.
Daniel Ludlow y Emilio Flores, así lo hicieron sentir entre dos decenas de diputados de la comisión de Hacienda, porque no están dispuestos a dar un apoyo incondicional a la reforma hacendaria. Nos dicen que temen que se caiga el empleo, que no haya recursos para los programas sociales y que no están a disposición del Ejecutivo.
Entre los legisladores panistas hay división, y explican que deben analizar todo el paquete y hacer los cambios que sean necesarios, no se trata de que diputados y senadores actúen a la vieja usanza, de ir a las cámaras legislativas a levantar el dedo. Pero hay otros panistas que sí están a favor de todo el paquete.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 20 de julio.
Los diputados del PAN, encabezados por Héctor Larios, tomaron una posición realmente extraña en torno a la reforma fiscal. Ayer se reunieron para hablar sobre su visión de la CETU. La realidad es que la manera en que lo hicieron va en contra de una propuesta fiscal correcta
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 20 de julio.
Por si fuera poco, my friend, la reforma fiscal sobrevendida por las huestes de Agustín Carstens en el ámbito financiero internacional, hace agua también en los ánimos del mismo PAN, donde algunos legisladores han exteriorizado sus dudas sobre su vialidad, entre otras interesantes rubros, en la generación de empleos. Y en el acto encabezado por Felipe Calderón en la presentación del Programa de Infraestructura 2007-2012, el inquilino de Los Pinos volvió a insistir en la necesidad de su aprobación aunque argumentó que será respetuoso de la decisión adoptada por los legisladores, y con eso elimina un frente importante de confrontación... peligrosa, ruta que le encantaba a Vicente Fox y que marcó sus entretenidos desencuentros sexenales con el Poder Legislativo.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 20 de julio.
UNO DE los focos rojos en la aprobación de la reforma fiscal está, sorpresivamente, en la bancada legislativa del PAN.
TAN ES ASÍ que el coordinador de los diputados blanquiazules, Héctor Larios, tuvo que utilizar sus mejores dotes para apagar el fuego entre sus muchachos.
VARIOS legisladores panistas andaban inquietos con la CETU y otras muchas linduras de la iniciativa presidencial.
COMO SEA, Larios más o menos ya puso orden y lo que más lo tranquiliza es que trae muy buena comunicación con la bancada del PRD que pastorea Javier González Garza.
A VER qué cuentas entregan de esos acercamientos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 20 de julio.
El PAN está decidido a que la reforma fiscal sea aprobada antes de septiembre, como lo pidió el presidente Felipe Calderón.
Por eso, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, expresó su disposición "a revisar todos los planteamientos que haga la oposición, y otros sectores, con tal de que salga".
Um, dicen, hasta parece padre de solterona (con quién sea, como sea, ¡pero que salga!)...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 2 de agosto.
Empezaron aquí, y terminarán mañana en Nuevo Vallarta.
Los temas son todos, y hoy se reunirán con el presidente Calderón.
Los legisladores del PAN analizan paquete económico, régimen fiscal de PEMEX, reforma política, electoral y la de justicia penal y seguridad pública, I Informe, y periodo extraordinario en el Congreso.
Y planearán su agenda para septiembre, políticas interior, exterior, económica y social.
Habrá conferencias de Denise Dresser y Federico Reyes Heroles
Pepe Grillo, Crónica, 10 de agosto.
Menudo viaje de placer resultó la reunión plenaria de los senadores panistas en Nuevo Vallarta. A decir de integrantes de esa bancada, no hubo carnita. No se abordaron a fondo los temas importantes, como qué hacer con Pemex, ni se acordó una agenda política clara con vistas a la reforma hacendaria y el primero de septiembre. Eso sí, tuvieron tiempo de disfrutar el lujo plus del exclusivo hotel Gran Velas, que cobra seis mil pesos la noche
Frentes Políticos, Excélsior, 13 de agosto.
Extrañamente y como queriendo menospreciar el posible éxito político del presidente Felipe Calderón si el Congreso aprueba -aunque sea con modificaciones las iniciativas fiscales-, algunos senadores del Partido Acción Nacional que se reunieron el mismo viernes con él, declararon que si se aceptan los cambios al régimen fiscal de Pemex que consideran una inyección de recursos por 80 mil millones de pesos -como propusieron los priistas-, prácticamente el gobierno federal va a quedarse "con una miseria" de los 300 mil millones de pesos que se piensa obtener en el mediando plazo con la mencionada reforma. Sin embargo, funcionarios de Hacienda encargados de "defender la reforma" (como lo hizo José López Portillo con el peso), comentaron al columnista que es iluso suponer que a la paraestatal van a asignarle todo el billete que piden los legisladores, porque entonces se perdería la esencia de la "Reforma Hacendaria por los que menos tienen". Precisaron que tratarán de convencer a los senadores de que acepten la cuarta parte de esos 80 mil millones de pesos, con la condición de que no le hagan un recorte importante a la CETU; advirtieron que bajar más de un punto la tasa de este nuevo impuesto sería como "cortarle la cola al perro a pedazos", es decir, todos saldrían chillando a la hora de repartir el dinero
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 13 de agosto.
Quienes sí andan en las nubes son los diputados federales blanquiazules. Se les vino el tiempo encima en su encomienda de llevar a las demás bancadas a un periodo extraordinario, para aprobar la reforma hacendaria y negociar el Informe presidencial. Incluso habían acordado verse hasta septiembre, en su plenaria de Morelia, cuando el Ejecutivo debe entregar el Presupuesto a San Lázaro. ¿Ya daban por muerto el periodo extraordinario?
“Frentes Políticos”, Excélsior, 15 de agosto.
El PAN, por su parte, que acepta la propuesta priista de incluir a Pemex en la discusión de la reforma fiscal, porque es una necesidad ineludible, pero que insiste fervorosamente en la participación de la inversión privada y extranjera en el sector petrolero (senador Gustavo Enrique Madero Muñoz, declaraciones a Óscar Mario Beteta, 13ago07), como si no hubiera muestras suficientes de que la falta de recursos del gobierno, que expolia a Pemex para subsanarla, se debe precisamente a la escasísima contribución que esos capitales hacen mediante impuestos a las finanzas públicas, y que nada garantiza que vayan a tener un enfoque más redistributivo del ingreso al participar en la petrolera nacional.
Junto a ello, miembros prominentes del partido, como el Gobernador de Guanajuato, con actos provocativos para desafiar el laicismo del Estado, como si al PAN le costara mucho trabajo aceptar de una buena vez por todas arreglos políticos que sirven a la estabilidad del país, desarrollados a lo largo de decenios: el laicismo y el petróleo propiedad de la Nación, entre ellos.
Juan José Huerta, Crónica, 17 de agosto.
¿Dónde está el PAN? Es la pregunta que se escuchaba ayer en los corrillos de San Lázaro, luego de que los diputados perredistas y los priistas que integran la Comisión de Hacienda se reunieron, sin sus colegas del blanquiazul, para negociar los ajustes a la iniciativa de reforma fiscal.
Tricolores y amarrillos coinciden en modificar tres puntos para lograr, entre otras cosas, más gasto social y menos gasto corriente; subir a 25 mil pesos los depósitos bancarios que serán gravados con 2%, para combatir la informalidad; y más recursos para educación en los estados donde haya más pobreza. La información es del priista Samuel Aguilar.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de agosto.
Si todos los padres regadores de hijos actuaran ética y responsablemente como ahora lo hacen los panistas, otro gallo cantaría en este inmoral cuan destartalado planeta. Eso sí, los blanquiazules tuvieron el detalle de guardar la buena nueva para después de las elecciones veracruzanas, en las que, de cualquier suerte, perdieron hasta la camisa. / Con tal de ocultar la verdadera paternidad de la criatura que en forma de puñal fiscal clavarán sobre la espalda de los mexicanos a partir del primer día de 2008, los diputados panistas decidieron asumir públicamente la responsabilidad del engendro del impuesto “especial” a gasolinas, diesel y gas automotriz, cuya invención días atrás atribuyeron a los priístas, aunque en realidad la idea corresponde al inquilino de Los Pinos y sus genios de escritorio.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 4 de septiembre.
Apenas 48 horas atrás, luego de varias semanas de criatura sin padre, los diputados blanquiazules presentaron una iniciativa de “reforma”, por medio de la cual proponen un “impuesto especial” de 5.5 por ciento (un poco mayor a la que circuló días antes) que se clavaría a los precios finales (léase al consumidor) de gasolinas, diesel y gas automotriz, con el fin, decían, de “destrabar” la “reforma” fiscal, y se declaraban prestos para asumir el costo político de tan brutal puñalada.
Eso decían los cabecillas blanquiazules en San Lázaro, hasta que se les rebeló parte de la tribu, pero no vaya a creerse que los diputados panistas reclamaron por el daño económico que tal “impuesto especial” provocaría en los consumidores de dichos combustibles ni por los aumentos en cascada de precios y tarifas que irremediablemente provocará ese aumento de 5.5 por ciento en los energéticos, ni por la pérdida de poder adquisitivo, ni por la inflación adicional, ni nada por el estilo, sino, simple y sencillamente, por el costo político que pagarán esos legisladores “en los estados donde tenemos presencia y de donde somos originarios, pero sobre todo en las entidades de la República donde hay elecciones”. Así, los descarados “rebeldes” blanquiazules sólo temen el previsible efecto electoral; lo demás es lo de menos.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 6 de septiembre.
La jugada del gobierno calderonista era sencilla: el estado que quiera más ingresos puede conseguirlos elevando el precio de la gasolina, pero llevándose el costo político de hacerlo.
Por eso el PAN salió ayer a recordarle a los gobernadores que ellos deben ser los del costo político, pues Acción Nacional ya no quiso participar junto con el gobierno federal en el costo político, lo cual puede verse como otra jugarreta más del presidente del blanquiazul, Manuel Espino, en contra de Felipe Calderón.
De manera más hábil, el coordinador de los diputados del PAN, Héctor Larios, recordó la propuesta de la AMDA (la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores) y lanzó el canje: aumentemos la gasolina durante 2008 con vías a eliminar la tenencia para 2009.
José Yuste, “Activo Empresarial”, Excélsior, 7 de septiembre.
Dentro del PAN, a decir por la secuencia de hechos, se debió haber calculado que llevar la reforma hacendaria a votación sería un alto riesgo para la permanencia de Larios como coordinador, y para que Manuel Espino, líder nacional, se mantuviera con fuerza. La semana pasada reviró. Espino declaró una mentira: que un nuevo impuesto a la gasolina, planteado por el PAN, era idea de los gobernadores priístas. Estos se enfurecieron y lo desmintieron. A la par, el senador José Murat ofreció a los legisladores apoyarlos económicamente si votaban contra el impuesto a la gasolina, a fin de minar la influencia de los gobernadores sobre ellos. De esta forma, el sector más duro del PRI se convirtió en aliado táctico de los duros del PAN, dinamitando la reforma hacendaria, con lo cual, contra la idea original en Los Pinos que no estaba ligada a la electoral, se encadenaron ambas
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 10 de septiembre.
José Yuste, “Activo Empresarial”, Excélsior, 7 de septiembre.
Dentro del PAN, a decir por la secuencia de hechos, se debió haber calculado que llevar la reforma hacendaria a votación sería un alto riesgo para la permanencia de Larios como coordinador, y para que Manuel Espino, líder nacional, se mantuviera con fuerza. La semana pasada reviró. Espino declaró una mentira: que un nuevo impuesto a la gasolina, planteado por el PAN, era idea de los gobernadores priístas. Estos se enfurecieron y lo desmintieron. A la par, el senador José Murat ofreció a los legisladores apoyarlos económicamente si votaban contra el impuesto a la gasolina, a fin de minar la influencia de los gobernadores sobre ellos. De esta forma, el sector más duro del PRI se convirtió en aliado táctico de los duros del PAN, dinamitando la reforma hacendaria, con lo cual, contra la idea original en Los Pinos que no estaba ligada a la electoral, se encadenaron ambas
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 10 de septiembre.
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