La iniciativa que prepara el PAN en materia energética incluye reformas a leyes secundarias para abrir la refinación a la IP, reveló el senador panista Juan Bueno Torio.
En entrevista, el ex director de Pemex-Refinación reconoció que para que la empresa concentre su inversión en todo lo relacionado con el crudo, se pretenden crear condiciones legales que permitan la inversión de capital privado nacional en las refinerías.
Explicó que la intención es frenar la curva de importación de gasolinas y, también, aminorar las necesidades de inversión del propio Pemex, para que tampoco se vean afectadas las finanzas públicas.
"Si no llegamos a un acuerdo, en el que se le de mayor suficiencia presupuestal a Pemex y no pueda hacer este tipo de inversiones - porque Pemex decida invertir sus recursos en dónde le es más rentable para la nación, que es el crudo-, entonces tenemos que ver la posibilidad de que terceros pudieran procesar el crudo, en México, y venderle las gasolinas a Pemex, para el mercado nacional.
"Eso no toca la Constitución, sería con una reforma a la ley reglamentaria del 27. Sería una cosa similar a la que se usa en la generación de energía eléctrica. Es un contrasentido que sí podamos vender el crudo maya a un particular en Estados Unidos, para que lo procesen y se lo vendan a Pemex y que no lo podamos hacer en México", argumentó.
El legislador aseguró que México requiere de dos nuevas refinerías, en las que pueden invertir y operar los empresarios privados.
Denuncian trampa Por su parte, el perredista Graco Ramírez, secretario de la Comisión de Energía del Senado, aseguró que el esquema planteado por el PAN es una trampa, ya que los inversionistas nacionales podrán asociarse con extranjeros y después venderles sus acciones, tal y como sucedió con el esquema del aeropuerto.
Explicó que el proyecto del blanquiazul dejará intocados 350 mil millones de pesos que obtuvo Hacienda del sector energético y 40 por ciento de los ingresos que le da cada año.
"La reforma pretende crear un esquema de maquila. El Gobierno no deja de recibir ingresos de Pemex, se queda con el superávit primario y, para no invertir, deja que lo hagan los privados, a los que dotarán de tasas preferenciales de 20 por ciento".
En entrevista, el ex director de Pemex-Refinación reconoció que para que la empresa concentre su inversión en todo lo relacionado con el crudo, se pretenden crear condiciones legales que permitan la inversión de capital privado nacional en las refinerías.
Explicó que la intención es frenar la curva de importación de gasolinas y, también, aminorar las necesidades de inversión del propio Pemex, para que tampoco se vean afectadas las finanzas públicas.
"Si no llegamos a un acuerdo, en el que se le de mayor suficiencia presupuestal a Pemex y no pueda hacer este tipo de inversiones - porque Pemex decida invertir sus recursos en dónde le es más rentable para la nación, que es el crudo-, entonces tenemos que ver la posibilidad de que terceros pudieran procesar el crudo, en México, y venderle las gasolinas a Pemex, para el mercado nacional.
"Eso no toca la Constitución, sería con una reforma a la ley reglamentaria del 27. Sería una cosa similar a la que se usa en la generación de energía eléctrica. Es un contrasentido que sí podamos vender el crudo maya a un particular en Estados Unidos, para que lo procesen y se lo vendan a Pemex y que no lo podamos hacer en México", argumentó.
El legislador aseguró que México requiere de dos nuevas refinerías, en las que pueden invertir y operar los empresarios privados.
Denuncian trampa Por su parte, el perredista Graco Ramírez, secretario de la Comisión de Energía del Senado, aseguró que el esquema planteado por el PAN es una trampa, ya que los inversionistas nacionales podrán asociarse con extranjeros y después venderles sus acciones, tal y como sucedió con el esquema del aeropuerto.
Explicó que el proyecto del blanquiazul dejará intocados 350 mil millones de pesos que obtuvo Hacienda del sector energético y 40 por ciento de los ingresos que le da cada año.
"La reforma pretende crear un esquema de maquila. El Gobierno no deja de recibir ingresos de Pemex, se queda con el superávit primario y, para no invertir, deja que lo hagan los privados, a los que dotarán de tasas preferenciales de 20 por ciento".
Nota de Claudia Guerrero, Reforma, 28 de marzo.
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