El coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, advirtió que su partido insistirá en modificar el régimen presidencialista mexicano, a fin de dotarlo de ingredientes parlamentarios para garantizar, por ejemplo, que los miembros del gabinete sean los más capaces y “no los cuates” del gobernante en turno.
Durante una conferencia en el Instituto de las Américas, del Centro de Estudios para México de la Universidad del Sur de California, que se ubica en La Jolla, Beltrones no descartó que el PRI logre la mayoría en la Cámara de Diputados, aunque consideró que su partido deberá preguntarse qué significaría volver a ser la primera fuerza legislativa del país.
“Si es como nostalgia y para regresar a otros tiempos nos vamos a equivocar”, señaló ante los universitarios asistentes, y explicó luego que la hegemonía de un partido se acabó en México y ahora se vive una pluralidad que requiere precisamente modificar el sistema presidencial, a fin de que haya gobernabilidad política en el país.
Modificar el presidencialismo
Agregó que en el tricolor se ha conformado “una corriente muy importante” que busca modernizar el sistema de gobierno imperante desde hace décadas. “No buscamos minimizar el sistema presidencialista, sino hacerlo funcional y evitar, por ejemplo, que cada seis años al presidente en turno se le extienda un cheque en blanco que le permite designar sin control alguno no a los hombres más capaces e idóneos, sino emocionalmente a los cuates o cubrir cuotas por servicios en campaña”.
Beltrones recalcó que el presidencialismo tiene que modernizarse y adoptar figuras parlamentarias que permitan ratificar a los integrantes del gabinete del Ejecutivo federal. De esa forma, el presidente podrá elegir a sus colaboradores, pero éstos deben pasar por un filtro de calidad con su ratificación. Puso como ejemplo el caso de Estados Unidos, donde el Ejecutivo nomina a los funcionarios que formarán parte de su gobierno, pero el Senado debe ratificarlos.
Ello, insistió, no sólo garantiza capacidad profesional e integridad ética, sino que establece el principio de una relación de colaboración institucional entre los poderes públicos.
Otros cambios al presidencialismo que el PRI impulsará, detalló, son reducir el tamaño del gobierno federal, la relección en algunos cargos de elección popular y la creación de la figura de referéndum.
Durante una conferencia en el Instituto de las Américas, del Centro de Estudios para México de la Universidad del Sur de California, que se ubica en La Jolla, Beltrones no descartó que el PRI logre la mayoría en la Cámara de Diputados, aunque consideró que su partido deberá preguntarse qué significaría volver a ser la primera fuerza legislativa del país.
“Si es como nostalgia y para regresar a otros tiempos nos vamos a equivocar”, señaló ante los universitarios asistentes, y explicó luego que la hegemonía de un partido se acabó en México y ahora se vive una pluralidad que requiere precisamente modificar el sistema presidencial, a fin de que haya gobernabilidad política en el país.
Modificar el presidencialismo
Agregó que en el tricolor se ha conformado “una corriente muy importante” que busca modernizar el sistema de gobierno imperante desde hace décadas. “No buscamos minimizar el sistema presidencialista, sino hacerlo funcional y evitar, por ejemplo, que cada seis años al presidente en turno se le extienda un cheque en blanco que le permite designar sin control alguno no a los hombres más capaces e idóneos, sino emocionalmente a los cuates o cubrir cuotas por servicios en campaña”.
Beltrones recalcó que el presidencialismo tiene que modernizarse y adoptar figuras parlamentarias que permitan ratificar a los integrantes del gabinete del Ejecutivo federal. De esa forma, el presidente podrá elegir a sus colaboradores, pero éstos deben pasar por un filtro de calidad con su ratificación. Puso como ejemplo el caso de Estados Unidos, donde el Ejecutivo nomina a los funcionarios que formarán parte de su gobierno, pero el Senado debe ratificarlos.
Ello, insistió, no sólo garantiza capacidad profesional e integridad ética, sino que establece el principio de una relación de colaboración institucional entre los poderes públicos.
Otros cambios al presidencialismo que el PRI impulsará, detalló, son reducir el tamaño del gobierno federal, la relección en algunos cargos de elección popular y la creación de la figura de referéndum.
Andrea Becerril, La Jornada, 23 de mayo.
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