La Habana, 21 de mayo. Igual que en otros países, las remesas familiares están cayendo este año en Cuba, lo que refleja la crisis mundial, informó hoy Eduardo Bencomo, presidente del consorcio que maneja esos recursos y uno de los más fuertes operadores del mercado interno en moneda dura.
La Corporación Cimex recibe entre 300 y 400 millones de dólares anuales en remesas, en convenio con la estadunidense Western Union, dijo Bencomo, pero advirtió que “por el camino que va hasta el día de hoy, va para menos”.
Otra parte de las remesas viene por vías informales, mediante viajeros que traen efectivo (mulas) o de redes de contactos que trabajan con fondos propios en Cuba y en el extranjero y se mueven por correo electrónico, en una especie de banco paralelo.
Una investigación de Manuel Orozco, especialista en remesas en Diálogo Interamericano, un think tank con sede en Washington, concluyó este año que 56 por ciento de los cubanos que manda ayuda a sus familiares en la isla usa Western Union, mientras 43 por ciento emplea vías informales.
Según Orozco, Estados Unidos es el primer emisor de remesas a Cuba, con 53 por ciento del total, seguido de España, con 23, para un monto total anual de entre 830 y 985 millones de dólares.
Bencomo recordó que después de que Barack Obama liberó el 13 de abril el envío de remesas y los viajes a la isla de los cubanos que viven en Estados Unidos, aún faltan las regulaciones que hagan efectivas esas medidas, por lo que la orden presidencial no ha tenido aún impacto alguno.
El presidente de Cimex dijo que también ha caído la operación de Cubapack, el servicio de paquetería y venta por catálogo, que recibe envíos en especie desde Estados Unidos y cuyos contenidos fueron ampliados por Obama.
Cimex, con facturación anual de mil 400 millones de dólares, maneja tiendas de ropa, supermercados, estaciones de gasolina, comida rápida, transportes, servicios fotográficos, alquiler de videos, electrodomésticos, ferretería, perfumería, venta de automóviles, logística, almacén industrial y servicios financieros, entre otros giros.
Además de las remesas, su mercado es el de las divisas que la población obtiene en propinas, micronegocios o sobresueldos, con lo que se elevan exponencialmente los salarios que se pagan en pesos cubanos (25 por un peso convertible, que a su vez equivale a 1.08 dólares).
Bencomo reconoció que un alivio del bloqueo económico estadunidense se reflejará en Cimex, aunque se mostró cauto: “El futuro puede ser promisorio, pero todavía es incierto”.
Este año el consorcio invertirá unos 40 millones de dólares, menos que su promedio anual de 50 millones y tendrá una ganancia por debajo de su 3.9 por ciento de la última década, como reflejo de la contracción económica, añadió su presidente.
El director de Relaciones Públicas de Cimex, Humberto Hernández, dijo que el bloqueo ha causado pérdidas al conglomerado por más de mil 100 millones de dólares entre 1999 y 2007.
La Corporación Cimex recibe entre 300 y 400 millones de dólares anuales en remesas, en convenio con la estadunidense Western Union, dijo Bencomo, pero advirtió que “por el camino que va hasta el día de hoy, va para menos”.
Otra parte de las remesas viene por vías informales, mediante viajeros que traen efectivo (mulas) o de redes de contactos que trabajan con fondos propios en Cuba y en el extranjero y se mueven por correo electrónico, en una especie de banco paralelo.
Una investigación de Manuel Orozco, especialista en remesas en Diálogo Interamericano, un think tank con sede en Washington, concluyó este año que 56 por ciento de los cubanos que manda ayuda a sus familiares en la isla usa Western Union, mientras 43 por ciento emplea vías informales.
Según Orozco, Estados Unidos es el primer emisor de remesas a Cuba, con 53 por ciento del total, seguido de España, con 23, para un monto total anual de entre 830 y 985 millones de dólares.
Bencomo recordó que después de que Barack Obama liberó el 13 de abril el envío de remesas y los viajes a la isla de los cubanos que viven en Estados Unidos, aún faltan las regulaciones que hagan efectivas esas medidas, por lo que la orden presidencial no ha tenido aún impacto alguno.
El presidente de Cimex dijo que también ha caído la operación de Cubapack, el servicio de paquetería y venta por catálogo, que recibe envíos en especie desde Estados Unidos y cuyos contenidos fueron ampliados por Obama.
Cimex, con facturación anual de mil 400 millones de dólares, maneja tiendas de ropa, supermercados, estaciones de gasolina, comida rápida, transportes, servicios fotográficos, alquiler de videos, electrodomésticos, ferretería, perfumería, venta de automóviles, logística, almacén industrial y servicios financieros, entre otros giros.
Además de las remesas, su mercado es el de las divisas que la población obtiene en propinas, micronegocios o sobresueldos, con lo que se elevan exponencialmente los salarios que se pagan en pesos cubanos (25 por un peso convertible, que a su vez equivale a 1.08 dólares).
Bencomo reconoció que un alivio del bloqueo económico estadunidense se reflejará en Cimex, aunque se mostró cauto: “El futuro puede ser promisorio, pero todavía es incierto”.
Este año el consorcio invertirá unos 40 millones de dólares, menos que su promedio anual de 50 millones y tendrá una ganancia por debajo de su 3.9 por ciento de la última década, como reflejo de la contracción económica, añadió su presidente.
El director de Relaciones Públicas de Cimex, Humberto Hernández, dijo que el bloqueo ha causado pérdidas al conglomerado por más de mil 100 millones de dólares entre 1999 y 2007.
Gerardo Arreola, La Jornada, 22 de mayo.
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