Todos los gobernadores de los últimos seis años han sido electos por menos de tres de cada diez ciudadanos. Pero es el partido en el poder, el PAN, el que tiene los porcentajes más bajos de elección.
Y con este alto nivel de abstencionismo todavía existe una campaña para anular el voto en el próximo proceso electoral, pero, como señala el historiador inglés Arnold Toynbee, “el mayor castigo de los que no se interesan en la política es que serán gobernados por quien decidan las personas que sí se interesan”.
Los últimos dos mandatarios, los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, ocuparon la silla presidencial con el sufragio de menos de 30 por ciento de los ciudadanos.
La credibilidad en los procesos electorales comenzó a partir de la elección de 1994, cuando se ciudadanizaron los comicios y el priista Ernesto Zedillo
obtuvo el triunfo con 48. 64 por ciento y una participación ciudadana de 77 por ciento, en lo que se denominó el voto del miedo.
Por Zedillo votaron 37 por ciento de los ciudadanos; por Vicente Fox, 27.2 por ciento y por el actual mandatario, en la elección más competida de la historia del país, tan sólo 21 por ciento.
Dos de los triunfos panistas fueron los más exiguos, al ganar con menos de dos de cada diez ciudadanos a su favor. Al gobernador electo de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, lo eligieron tan sólo 19 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, es decir 1.9 ciudadanos por cada diez.
El segundo lugar en esta lista de baja elección lo ocupa el gobernador, también panista, de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos Fraga, quien fue electo por 19.26 por ciento de la lista nominal, es decir ni siquiera dos de cada diez potosinos votaron por él.
Los procesos electorales en México se mantienen en un promedio de participación abajo de 60 por ciento; si de ese porcentaje la mitad es la que elige al gobernante, tenemos que son las minorías las que deciden el destino del país.
Pero todavía hay realidades más extremas como la de Oaxaca, que en los últimas tres elecciones intermedias locales, no llegó a 40 por ciento de participación, o la de Baja California, que sólo ha llegado a 41 por ciento.
Las de mayor participación
En las elecciones de gobernador de los últimos seis años, el estado que tuvo más alta participación fue Yucatán, cuyo proceso electoral se llevó a cabo el 20 de mayo de 2007 y contó con una participación de 69.5 por ciento de los ciudadanos. La priista Ivonne Ortega es quien ganó con mayor porcentaje de la ciudadanía, ya que tuvo el voto de tres y medio ciudadanos por cada diez.
En segundo lugar está Tabasco, que en la elección del 15 de octubre de 2006 tuvo una participación de 67.6 por ciento, y después el Distrito Federal, que en la elección de jefe de gobierno de julio de 2006 logró una participación de 67.1 por ciento.
Mejor promedio
Si se consideran los porcentajes por los que ganaron los gobernadores de acuerdo con cada partido, tenemos que el de mejor promedio es el PRD.
Narciso Agúndez, de Baja California Sur, es el de menor aceptación con sólo 21.63 por ciento de los ciudadanos de la lista nominal que votaron por él. En su top, está Marcelo Ebrard a quien lo eligió 31.13 de los ciudadanos del Distrito Federal.
Los otros cuatro mandatarios están entre 22 y 29 por ciento.
De todo
En el PRI, que tiene 18 gubernaturas, el mandatario con menor número de ciudadanos que lo eligieron es Enrique Peña del Estado de México, quien sólo fue electo por 20.31 por ciento de la lista nominal.
Fidel Herrera de Veracruz obtuvo un poco más de simpatías de sus ciudadanos, al llegar a 20.88 por ciento de la lista nominal de su estado.
Pero tiene un muy honroso tercer lugar en la lista nacional, ya que por su gobernador de Tabasco, Andrés Granier, votaron 32.4 por ciento de sus ciudadanos.
Mientras que Natividad González Parás, de Nuevo León, fue el otro que alcanzó que tres de cada diez de sus ciudadanos votaran por él.
Todos los demás gobernadores obtuvieron menos de 30 y más de 22 por ciento de su lista nominal.
- Claves
Porcentaje
• 1991 34.03%
• 1994 22.84
• 1997 42.31
• 2000 36.03
• 2003 58.32
• 2006 41.45
Y con este alto nivel de abstencionismo todavía existe una campaña para anular el voto en el próximo proceso electoral, pero, como señala el historiador inglés Arnold Toynbee, “el mayor castigo de los que no se interesan en la política es que serán gobernados por quien decidan las personas que sí se interesan”.
Los últimos dos mandatarios, los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, ocuparon la silla presidencial con el sufragio de menos de 30 por ciento de los ciudadanos.
La credibilidad en los procesos electorales comenzó a partir de la elección de 1994, cuando se ciudadanizaron los comicios y el priista Ernesto Zedillo
obtuvo el triunfo con 48. 64 por ciento y una participación ciudadana de 77 por ciento, en lo que se denominó el voto del miedo.
Por Zedillo votaron 37 por ciento de los ciudadanos; por Vicente Fox, 27.2 por ciento y por el actual mandatario, en la elección más competida de la historia del país, tan sólo 21 por ciento.
Dos de los triunfos panistas fueron los más exiguos, al ganar con menos de dos de cada diez ciudadanos a su favor. Al gobernador electo de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, lo eligieron tan sólo 19 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, es decir 1.9 ciudadanos por cada diez.
El segundo lugar en esta lista de baja elección lo ocupa el gobernador, también panista, de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos Fraga, quien fue electo por 19.26 por ciento de la lista nominal, es decir ni siquiera dos de cada diez potosinos votaron por él.
Los procesos electorales en México se mantienen en un promedio de participación abajo de 60 por ciento; si de ese porcentaje la mitad es la que elige al gobernante, tenemos que son las minorías las que deciden el destino del país.
Pero todavía hay realidades más extremas como la de Oaxaca, que en los últimas tres elecciones intermedias locales, no llegó a 40 por ciento de participación, o la de Baja California, que sólo ha llegado a 41 por ciento.
Las de mayor participación
En las elecciones de gobernador de los últimos seis años, el estado que tuvo más alta participación fue Yucatán, cuyo proceso electoral se llevó a cabo el 20 de mayo de 2007 y contó con una participación de 69.5 por ciento de los ciudadanos. La priista Ivonne Ortega es quien ganó con mayor porcentaje de la ciudadanía, ya que tuvo el voto de tres y medio ciudadanos por cada diez.
En segundo lugar está Tabasco, que en la elección del 15 de octubre de 2006 tuvo una participación de 67.6 por ciento, y después el Distrito Federal, que en la elección de jefe de gobierno de julio de 2006 logró una participación de 67.1 por ciento.
Mejor promedio
Si se consideran los porcentajes por los que ganaron los gobernadores de acuerdo con cada partido, tenemos que el de mejor promedio es el PRD.
Narciso Agúndez, de Baja California Sur, es el de menor aceptación con sólo 21.63 por ciento de los ciudadanos de la lista nominal que votaron por él. En su top, está Marcelo Ebrard a quien lo eligió 31.13 de los ciudadanos del Distrito Federal.
Los otros cuatro mandatarios están entre 22 y 29 por ciento.
De todo
En el PRI, que tiene 18 gubernaturas, el mandatario con menor número de ciudadanos que lo eligieron es Enrique Peña del Estado de México, quien sólo fue electo por 20.31 por ciento de la lista nominal.
Fidel Herrera de Veracruz obtuvo un poco más de simpatías de sus ciudadanos, al llegar a 20.88 por ciento de la lista nominal de su estado.
Pero tiene un muy honroso tercer lugar en la lista nacional, ya que por su gobernador de Tabasco, Andrés Granier, votaron 32.4 por ciento de sus ciudadanos.
Mientras que Natividad González Parás, de Nuevo León, fue el otro que alcanzó que tres de cada diez de sus ciudadanos votaran por él.
Todos los demás gobernadores obtuvieron menos de 30 y más de 22 por ciento de su lista nominal.
- Claves
Porcentaje
• 1991 34.03%
• 1994 22.84
• 1997 42.31
• 2000 36.03
• 2003 58.32
• 2006 41.45
Georgina Morett, Milenio, 9 de junio.
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