Lo anterior se resintió en la recaudación de impuestos al cierre de abril, que según información de la Secretaría de Hacienda, sumó un total de 411,400 millones de pesos.
Esto quiere decir que hubo una disminución de 13.9% si se compara con el mismo periodo del año pasado.
La menor actividad hizo que el consumo se debilitara en términos generales y por ello los ingresos por el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) mostraron una baja de 18.8 por ciento.
En tanto que los recursos que se obtienen por medio del impuesto sobre la renta (ISR) cayeron 17.2 por ciento.
Tanto el IVA como el ISR, representan casi 40% del total de los ingresos tributarios.
TAMBIÉN PETRÓLEO
Por el lado externo, también hubo una reducción de los ingresos que se captan a través de las exportaciones de petróleo.
De enero a abril, un barril de la mezcla mexicana se vendió en promedio en 37.7 dólares o sea 54.5 dólares menos del precio en que se cotizó en el mismo lapso de tiempo del 2008.
En cuatro meses, los ingresos petroleros fueron de 250,700 millones de pesos, representando una variación negativa de 23% que se vería de 8% si se considera el efecto de las coberturas petroleras.
Aun así, Hacienda dio a conocer que las finanzas públicas reportaron un superávit de 23,900 millones de pesos, ya que el remanente de operación del Banco de México compensó los menores ingresos presupuestarios.
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