Legisladores de las tres principales fuerzas políticas demandaron que la transformación de la Agencia Federal de Investigación en la nueva Policía Ministerial no se quede en un simple cambio de nombre, pues la sociedad “ya no aguanta un experimento más”, y esta es la última oportunidad de recuperar la confianza ciudadana en las instituciones de justicia.
El priista Juan Francisco Rivera, presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, admitió que la corrupción “no se ha acabado ni se va a acabar” con la creación de la Policía Ministerial.
“Siempre habrá, lamentablemente, corruptos en todos los órdenes de gobierno, no únicamente en las policías”, dijo, al demandar a las autoridades federales “barrer la escalera de arriba hacia abajo”.
El perredista José Alfonso Suárez, integrante de la Comisión de Defensa Nacional, sostuvo a su vez que la creación de la Policía Ministerial representa un buen paso, pero todavía insuficiente para garantizar la procuración de justicia.
“Es la última oportunidad que la sociedad nos está dando para tratar de rescatar la confianza de la ciudadanía, en que esta policía va a actuar apegada a la ley para garantizar la integración de las causas de manera eficiente, porque la sociedad ya no aguanta más experimentos”, indicó.
Estimó que la Agencia Federal de Investigación “pasó a mejor vida con muy mala imagen ante la ciudadanía”, y confió en que la Policía Ministerial no termine por convertirse en un brazo ejecutor de las acciones políticas del partido en el gobierno.
En su turno, el legislador panista Gerardo Priego coincidió en que el cambio de nombre de las corporaciones policiacas no garantiza nada, a menos que se transformen también las prácticas nocivas y se apliquen los controles de confianza a los agentes encargados de la seguridad y de la procuración de justicia.
El priista Juan Francisco Rivera, presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, admitió que la corrupción “no se ha acabado ni se va a acabar” con la creación de la Policía Ministerial.
“Siempre habrá, lamentablemente, corruptos en todos los órdenes de gobierno, no únicamente en las policías”, dijo, al demandar a las autoridades federales “barrer la escalera de arriba hacia abajo”.
El perredista José Alfonso Suárez, integrante de la Comisión de Defensa Nacional, sostuvo a su vez que la creación de la Policía Ministerial representa un buen paso, pero todavía insuficiente para garantizar la procuración de justicia.
“Es la última oportunidad que la sociedad nos está dando para tratar de rescatar la confianza de la ciudadanía, en que esta policía va a actuar apegada a la ley para garantizar la integración de las causas de manera eficiente, porque la sociedad ya no aguanta más experimentos”, indicó.
Estimó que la Agencia Federal de Investigación “pasó a mejor vida con muy mala imagen ante la ciudadanía”, y confió en que la Policía Ministerial no termine por convertirse en un brazo ejecutor de las acciones políticas del partido en el gobierno.
En su turno, el legislador panista Gerardo Priego coincidió en que el cambio de nombre de las corporaciones policiacas no garantiza nada, a menos que se transformen también las prácticas nocivas y se apliquen los controles de confianza a los agentes encargados de la seguridad y de la procuración de justicia.
Fernando Damián, Milenio, 2 de junio.
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