SAN PEDRO SULA, Honduras (AP y EFE).— Los cancilleres americanos no llegaron a una resolución de consenso para el retorno de Cuba a la OEA y tampoco estaba claro el curso que tomará el debate de ahora en adelante, informó ayer la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
“En este momento no hay consenso y no hay tampoco un acuerdo sobre la acción que se debe seguir”, dijo. La secretaria de Estado formuló sus comentarios al abandonar las negociaciones del grupo de trabajo conformado por 10 cancilleres, entre ellos ella misma, que intentó redactar de último minuto un texto de consenso.
Pero, al persistir el desacuerdo entre países que querían anular la resolución de 1962 sin condiciones y los de otro bloque que sugerían cambios democráticos en Cuba como condición previa, Clinton optó por abandonar el diálogo y preparar su partida de San Pedro Sula rumbo a El Cairo.
Como actividad final, se entrevistó en el Centro Árabe, sede de los debates, con el presidente Manuel Zelaya.
“Hemos participado en el debate de manera sumamente activa, pero no hay consenso”, dijo a reporteros.
Indicó que lo que quedaba por delante era “no hacer nada o crear un contexto que diera lugar a un consenso” en el futuro.
“Lo que va a pasar esta noche o mañana todavía no está claro”, dijo.
En este marco, aunque el tema principal de la reunión anual de la OEA es la no violencia, Cuba se convirtió en la protagonista, aunque ausente, de la inauguración de la Asamblea General.
Sin embargo, el presidente hondureño, Manuel Zelaya, no se olvidó de mencionar el tema propuesto por Honduras para la Asamblea, al asegurar que la no violencia debe “llamar a la reflexión y a la revisión de los instrumentos jurídicos y políticos que no coincidan con este principio”.
Por otra parte, también se “colaron” en la inauguración las críticas lanzadas contra la OEA por algunos países, como Venezuela y Ecuador, que han amenazado con abandonar la organización si no se transforma y propuesto crear un nuevo organismo sin EU.
“En este momento no hay consenso y no hay tampoco un acuerdo sobre la acción que se debe seguir”, dijo. La secretaria de Estado formuló sus comentarios al abandonar las negociaciones del grupo de trabajo conformado por 10 cancilleres, entre ellos ella misma, que intentó redactar de último minuto un texto de consenso.
Pero, al persistir el desacuerdo entre países que querían anular la resolución de 1962 sin condiciones y los de otro bloque que sugerían cambios democráticos en Cuba como condición previa, Clinton optó por abandonar el diálogo y preparar su partida de San Pedro Sula rumbo a El Cairo.
Como actividad final, se entrevistó en el Centro Árabe, sede de los debates, con el presidente Manuel Zelaya.
“Hemos participado en el debate de manera sumamente activa, pero no hay consenso”, dijo a reporteros.
Indicó que lo que quedaba por delante era “no hacer nada o crear un contexto que diera lugar a un consenso” en el futuro.
“Lo que va a pasar esta noche o mañana todavía no está claro”, dijo.
En este marco, aunque el tema principal de la reunión anual de la OEA es la no violencia, Cuba se convirtió en la protagonista, aunque ausente, de la inauguración de la Asamblea General.
Sin embargo, el presidente hondureño, Manuel Zelaya, no se olvidó de mencionar el tema propuesto por Honduras para la Asamblea, al asegurar que la no violencia debe “llamar a la reflexión y a la revisión de los instrumentos jurídicos y políticos que no coincidan con este principio”.
Por otra parte, también se “colaron” en la inauguración las críticas lanzadas contra la OEA por algunos países, como Venezuela y Ecuador, que han amenazado con abandonar la organización si no se transforma y propuesto crear un nuevo organismo sin EU.
El Universal, 3 de junio.
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