Quiere Cuba reducir importaciones

LA HABANA.- Para amortiguar el impacto de la crisis mundial en la economía isleña, el Gobierno de Cuba hará "reajustes inevitables" encaminados a organizar las actividades de las empresas estatales con el fin de reducir importaciones.

"Por estos días transcurren numerosos análisis tensos dentro de todo el aparato gobernante que llevarán adelante reajustes inevitables", adelantó ayer el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista.

El artículo, firmado por Lázaro Barredo, director del periódico, advirtió que el país no va a poder importar todas las materias primas, equipos y bienes de consumo que necesita, de la misma manera que tendrá que reajustar las enormes erogaciones en combustibles y alimentos.

No obstante, subrayó, no serán fenómenos insuperables si se logra que la actividad empresarial haga una revisión a fondo de sus inventarios y se identifiquen las reservas para trabajar el resto del año, a fin de evitar importaciones.

También exhortó a los cubanos a "enfrentar la mentalidad gastadora".

Hace apenas unos días, Granma lanzó la consigna "ahorro o muerte", como única opción al desequilibrio registrado en la balanza comercial del primer trimestre del año, con 78 por ciento de importaciones y sólo 22 por ciento de exportaciones.

Además, la semana pasada entró en vigor un plan drástico para reducir en un 12 por ciento el consumo energético en el sector estatal que incluye cortes eléctricos y penalizaciones para acabar con el sobreconsumo registrado en los cuatro primeros meses de 2009 que, de seguir, representaría un costo de 100 millones de dólares por encima de lo presupuestado.



Racionan más alimentos

Cuba redujo en junio las raciones de frijoles y sal que vende a la población a precios subsidiados, dijeron administradores de puntos de venta estatales.

La cantidad de frijoles que los cubanos reciben mensualmente mediante la cartilla de racionamiento disminuyó en junio de 850 a 567 gramos, mientras que la cuota trimestral de un kilo de sal bajó a la mitad.

Cuba importa alrededor de 80 por ciento de los alimentos que vende a precios altamente subsidiados a través de una libreta de racionamiento, con la que el Gobierno de la Isla intentó mantener la igualdad social durante cuatro décadas.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 9 de junio.

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