Pocos crímenes son tan indignantes como el abuso de menores. En el caso de la pederastia, el sufrimiento de las víctimas se prolonga a lo largo de muchos años y deja secuelas que afectarán para siempre a la persona en todos los ámbitos de su vida, expresó el candidato de la Alianza Viva Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
En el marco de su gira por el norte de la entidad, y luego de recibir comentarios de gente de Papantla que se siente ofendida porque a su candidato lo están acusando de pederastia, Yunes agregó que ese es un delito muy fuerte y todavía más grave cuando el abusador tiene una relación de autoridad sobre el menor y “completamente algo perverso cuando esta autoridad es religiosa, porque el crimen tiene el agravante de cometerse prácticamente en el nombre de Dios”.
Dijo el abanderado panista que de ese tamaño es el crimen monstruoso cometido por Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, “cuyas atrocidades se han ventilando desde hace muchos años y de manera abundante en los últimos meses en los medios: los hijos, el dinero, la doble vida; las mujeres, el engaño”.
“El mal sí existe en este mundo, y casi siempre camina disfrazado de intenciones filantrópicas, humanitarias, altruistas y piadosas. Pero pocas veces se ha personificado en forma tan evidente como en la historia de Marcial Maciel, una historia de profunda maldad escudada en la fe”, expresó Yunes.
Agregó ante las familias interesadas en ese diálogo cercano con su candidato, que resulta desconcertante que la propia Iglesia católica “siga sin tomar medidas drásticas ante una serie de hechos que resultan tan peligrosos para la Iglesia y para la dignidad de las personas; la impunidad es algo que debemos desarraigar y deberíamos comenzar por quienes se dicen adalides de la moral, es decir, en la propia Iglesia.
“Por eso creo que resulta francamente decepcionante que la orden de los Legionarios de Cristo no haya ofrecido hasta el momento más que tímidas disculpas, sin llevar a cabo una expiación pública, una confesión que transparente los hechos, y sin ofrecer una compensación económica a quienes vieron destruidas sus vidas por un sacerdote como Marcial Maciel.
“No se trata de desatar una cacería de brujas, sino de supervisar qué sucede en ese ámbito; se trata de avanzar en las denuncias que desde tiempo atrás se han presentado e indemnizar a quien corresponda indemnizar”, sostuvo.
Planteó que en otros países las víctimas de los pederastas han sido atendidos por la ley y han obtenido compensaciones en dinero por casos mucho menos graves que los de Marcial Maciel; “la ley debe ejercerse con toda dureza contra aquellos que participen o sean cómplices del más abyecto de los crímenes, aquel que arrebata la inocencia a quien no puede defenderse. La Iglesia católica tiene la palabra”, expresó.
En el marco de su gira por el norte de la entidad, y luego de recibir comentarios de gente de Papantla que se siente ofendida porque a su candidato lo están acusando de pederastia, Yunes agregó que ese es un delito muy fuerte y todavía más grave cuando el abusador tiene una relación de autoridad sobre el menor y “completamente algo perverso cuando esta autoridad es religiosa, porque el crimen tiene el agravante de cometerse prácticamente en el nombre de Dios”.
Dijo el abanderado panista que de ese tamaño es el crimen monstruoso cometido por Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, “cuyas atrocidades se han ventilando desde hace muchos años y de manera abundante en los últimos meses en los medios: los hijos, el dinero, la doble vida; las mujeres, el engaño”.
“El mal sí existe en este mundo, y casi siempre camina disfrazado de intenciones filantrópicas, humanitarias, altruistas y piadosas. Pero pocas veces se ha personificado en forma tan evidente como en la historia de Marcial Maciel, una historia de profunda maldad escudada en la fe”, expresó Yunes.
Agregó ante las familias interesadas en ese diálogo cercano con su candidato, que resulta desconcertante que la propia Iglesia católica “siga sin tomar medidas drásticas ante una serie de hechos que resultan tan peligrosos para la Iglesia y para la dignidad de las personas; la impunidad es algo que debemos desarraigar y deberíamos comenzar por quienes se dicen adalides de la moral, es decir, en la propia Iglesia.
“Por eso creo que resulta francamente decepcionante que la orden de los Legionarios de Cristo no haya ofrecido hasta el momento más que tímidas disculpas, sin llevar a cabo una expiación pública, una confesión que transparente los hechos, y sin ofrecer una compensación económica a quienes vieron destruidas sus vidas por un sacerdote como Marcial Maciel.
“No se trata de desatar una cacería de brujas, sino de supervisar qué sucede en ese ámbito; se trata de avanzar en las denuncias que desde tiempo atrás se han presentado e indemnizar a quien corresponda indemnizar”, sostuvo.
Planteó que en otros países las víctimas de los pederastas han sido atendidos por la ley y han obtenido compensaciones en dinero por casos mucho menos graves que los de Marcial Maciel; “la ley debe ejercerse con toda dureza contra aquellos que participen o sean cómplices del más abyecto de los crímenes, aquel que arrebata la inocencia a quien no puede defenderse. La Iglesia católica tiene la palabra”, expresó.
Reforma, 30 de mayo.
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