Pegan escándalos a delfín de Uribe

BOGOTÁ.- El fin no justifica los medios. A los ojos de expertos, ése es uno de los mensajes más firmes que, con su voto, buena parte del electorado enviará mañana en las urnas al elegir al sucesor del Presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

Los logros en seguridad del Mandatario lo han convertido en el más popular de la historia reciente del país, pero una serie de escándalos marcaron su gestión y han jugado en contra de los candidatos oficialistas a sucederlo, incluido el ex Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, quien, según los sondeos, está trenzado en un empate técnico con su principal rival, Antanas Mockus, del Partido Verde.

Tras el fallo de la Corte Constitucional que cerró a Uribe la puerta a una reelección, Santos apareció como el heredero natural de sus logros en seguridad y el aspirante mejor posicionado para sucederlo, liderando durante dos meses las encuestas de intención de voto.

Pero Mockus, ex Alcalde de Bogotá, que transmite una imagen de honestidad y transparencia, es quien mejor ha aprovechado el vacío de legalidad que abrieron los escándalos de la era Uribe, según expertos.

"Con algunos matices, todos plantean continuar la política de seguridad de Uribe. En cambio, los escándalos generan un espacio que Mockus aprovecha para promover una política más limpia en la que el fin no justifica los medios", dijo el analista Rodrigo Pardo.

"Sus mensajes no son nuevos, pero tienen más impacto y acogida por las fallas del Gobierno saliente", añadió.



Alto costo


En 2008 estalló el escándalo de los "falsos positivos", como se le conoce a las ejecuciones extrajudiciales de civiles que el Ejército hacía pasar por guerrilleros o delincuentes caídos en combate en un afán de mostrar resultados.

"Es posible que los 'falsos positivos' afecten a Santos, quien irónicamente ordenó relevar a muchos mandos militares tras el escándalo, pero la justicia, independiente del Ejecutivo, ha dejado vencer los términos, y varios soldados han salido libres", concedió, por su parte, el senador uribista Armando Benedetti.

Cuando el escándalo alcanzó su punto más alto, el Ejecutivo dispuso el relevo de 27 mandos militares, una purga histórica. Desde entonces, el número de casos se redujo drásticamente.

En marzo de ese mismo año, con la muerte de "Raúl Reyes", número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Gobierno asestó a la guerrilla uno de los más duros golpes de su historia, pero lo hizo en suelo ecuatoriano, con lo que violó la soberanía e integridad territorial de un país vecino y el derecho internacional.

Pese a la crisis diplomática que generó el ataque, luego de las disculpas de Uribe y el compromiso de que algo así no se repetiría, Santos se mostró orgulloso de haber ordenado la operación en un debate electoral, lo que inquietó de nuevo a Ecuador y Venezuela.

Estos cuestionados métodos terminarían por pesarle en las urnas a Santos, quien enfrenta un juicio de extradición en Quito por el ataque.

"Santos no tuvo el sentido crítico de responder (en el debate) que la legislación internacional no permite bombardeos a otros países, y sostenerse en las mismas respuestas genera una tensión comprensible en los vecinos", anotó el politólogo Pedro Medellín.




En el ojo del huracán

Graves escándalos han golpeado a Uribe y a su ex Ministro de Defensa Juan Manuel Santos.

· Escuchas ilegales: unas 300 personas, entre Magistrados, periodistas y opositores, fueron espiadas por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a instancias, según testigos, de funcionarios gubernamentales.

· "Falsos positivos": civiles, en su mayoría de escasos recursos, que fueron muertos por militares para hacerlos pasar por guerrilleros o delincuentes caídos en combate. La Procuraduría investiga mil 274 casos de presuntas violaciones a los derechos humanos, incluidos ejecuciones y desapariciones forzadas, que involucran a unos 2 mil 300 miembros de la fuerza pública.

· La "Yidis-política": en 2008, la congresista Yidis Medina denunció haber recibido ofrecimientos de dádivas del Gobierno a cambio de su voto para aprobar en 2004 una reforma que permitió al Presidente Uribe reelegirse.

· Subsidios a ricos: con el programa Agro Ingreso Seguro, dirigido a pequeños y medianos productores, el Ministerio de Agricultura, bajo la gestión de Andrés Felipe Arias -otro delfín de Uribe-, dio millonarios subsidios agrícolas a familias adineradas.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 29 de mayo.

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