El ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, con el 46.57 por ciento de los votos, se quedó ayer a un paso de la mayoría absoluta, por lo que se disputará la Presidencia de Colombia en una segunda vuelta el próximo 20 de junio con Antanas Mockus, quien tras revolucionar la campaña logró el 21.48 por ciento de los votos.
Estos resultados contrastan con las encuestas de intención de voto que otorgaron en las últimas semanas un empate técnico a Santos y Mockus. Al final, el candidato oficialista y delfín del presidente Álvaro Uribe superó en 25 puntos al candidato del Partido Verde.
Esta sensible diferencia ha sido interpretada en primeros análisis de los resultados por el “empujón” final que dio el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, declarado enemigo de Uribe, a la candidatura de Santos.
Al mismo tiempo que acudían los colombianos a votar, Chávez pedía desde las emisoras del país vecino que “Dios ilumine al pueblo de Colombia para que busque la paz y para que sus gobernantes se alejen de la ruta de la guerra y la agresión contra otros pueblos”. En la víspera fue aún más directo al calificar a Santos de “señor de la guerra”, “mafioso” o “ficha del imperio yanqui”.
La amenaza no se dirigió solamente al candidato de Uribe, sino a todo al pueblo colombiano, al que amenazó con cortar el comercio con Venezuela si finalmente Santos se convierte en presidente.
Arrasó en 31 departamentos. Con ayuda o no de Chávez, lo cierto es que con el 99.24 por ciento de la mesas escrutadas Santos arrasó en 31 de los 32 departamentos del país, mientras que Mockus sólo le superó en el selvático Putumayo, en el recóndito sur de Colombia.
Los grandes perdedores de la noche fueron los dos candidatos de los partidos tradicionales, el Conservador, que con Noemí Sanín logró un 6.14 por ciento, y el Liberal, representado por Rafael Pardo y que quedó en un humillante 4.3 por ciento.
El tercer candidato más votado, Rafael Vargas Lleras, de Cambio Radical (10 por ciento), dijo que su partido determinará esta semana si apoyará públicamente a uno de los dos aspirantes el 20 de junio.
Estos resultados contrastan con las encuestas de intención de voto que otorgaron en las últimas semanas un empate técnico a Santos y Mockus. Al final, el candidato oficialista y delfín del presidente Álvaro Uribe superó en 25 puntos al candidato del Partido Verde.
Esta sensible diferencia ha sido interpretada en primeros análisis de los resultados por el “empujón” final que dio el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, declarado enemigo de Uribe, a la candidatura de Santos.
Al mismo tiempo que acudían los colombianos a votar, Chávez pedía desde las emisoras del país vecino que “Dios ilumine al pueblo de Colombia para que busque la paz y para que sus gobernantes se alejen de la ruta de la guerra y la agresión contra otros pueblos”. En la víspera fue aún más directo al calificar a Santos de “señor de la guerra”, “mafioso” o “ficha del imperio yanqui”.
La amenaza no se dirigió solamente al candidato de Uribe, sino a todo al pueblo colombiano, al que amenazó con cortar el comercio con Venezuela si finalmente Santos se convierte en presidente.
Arrasó en 31 departamentos. Con ayuda o no de Chávez, lo cierto es que con el 99.24 por ciento de la mesas escrutadas Santos arrasó en 31 de los 32 departamentos del país, mientras que Mockus sólo le superó en el selvático Putumayo, en el recóndito sur de Colombia.
Los grandes perdedores de la noche fueron los dos candidatos de los partidos tradicionales, el Conservador, que con Noemí Sanín logró un 6.14 por ciento, y el Liberal, representado por Rafael Pardo y que quedó en un humillante 4.3 por ciento.
El tercer candidato más votado, Rafael Vargas Lleras, de Cambio Radical (10 por ciento), dijo que su partido determinará esta semana si apoyará públicamente a uno de los dos aspirantes el 20 de junio.
La Crónica, 31 de mayo.
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