Avicultores se deslindan del incremento al huevo

La Unión Nacional de Avicultores (UNA) aseguró que pese a la baja en la producción de huevo derivada del brote de influenza aviar H7N3, los avicultores continúan ofreciendo el producto a un precio accesible, pues éstos venden el kilo entre 22 y 25 pesos. Indicó que la intención es no trasladar al precio del producto las pérdidas que ha tenido el sector.

El presidente de la UNA, Jaime Crivelli, indicó en entrevista que los especuladores han generado las alzas desmedidas en el huevo, por lo que deslindó a los productores de esta situación que calificó de un abuso espantoso hacia los consumidores.

Esta semana la UNA expuso que los incrementos del precio del huevo también obedecen al gran incremento en los precios del maíz y la pasta de soya que utiliza la industria avícola para alimentar a las aves.

Crivelli confió en que la superación del brote de influenza combinado con las medidas anunciadas el viernes por el gobierno federal deriven en que en unos cuatro meses la producción de huevo esté normalizada, es decir se produzcan a diario los aproximadamente 110 millones de huevos que se generaban previo al brote de influenza en granjas de Tepatitlán y Acatic, Jalisco.

Señaló que vender a 68 pesos el kilo de huevo, tal como indican algunos reportes, es un exceso, es más del doble del precio más caro al que venden los productores, eso es un abuso y consideró que un elemento que ha favorecido el incremento en diversos espacios es también la proliferación de información sobre los precios a los que venden los especuladores.

Tanto exceso de información genera una bola de especulación, el hecho de que se reporte a cómo lo están vendiendo está validando el precio del huevo a los especuladores. En su opinión esto genera un efecto dominó, porque quienes expenden el producto, al saber que otros lo ofertan más caro, también suben su precio.

Crivelli dijo que la importación de 2 mil 500 toneladas de huevo contribuirá a estabilizar los precios y se distribuirápor los canales normales, no se irá por otro lado.

La Jornada, 26 de agosto.