De la cápsula a la Segob

Tras la entrada de la Policía Federal al Zócalo capitalino, hasta los tres líderes representativos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tuvieron que echar a correr.

Francisco Bravo, Juan José Ortega y Rubén Núñez, secretarios generales de las secciones del DF, Michoacán y Oaxaca, respectivamente, permanecieron al menos una hora encerrados en un cerco policial, para después abordar un vehículo que los llevó a una reunión en la Secretaría de Gobernación (Segob).

Poco después de las 16:00 horas, una vez que se cumplió el plazo dado por el Comisionado Enrique Galindo para desalojar el Centro Histórico, Núñez convocó a los maestros para iniciar la retirada.

No obstante, con la entrada de la PF por las calles de Madero y 5 de Mayo, los tres líderes se unieron a un grupo de manifestantes que, armados con palos, tubos, piedras y otras herramientas, atacaron a los policías.

Ninguno participó en las agresiones: como muchos maestros, periodistas y curiosos, echaron a correr ante el paso de los policías, quienes replegaron a los manifestantes con gases lacrimógenos y extintores.

Los tres dirigentes, quienes han sido la cara del movimiento magisterial durante los últimos meses, fueron encapsulados junto con un grupo de al menos 50 personas entre Eje Central, 16 de septiembre y Venustiano Carranza, donde la Policía Federal creó un cerco con camionetas, ambulancias y autobuses.

Mientras eran empujados por los policías, Núñez reveló un rostro descompuesto por el susto, mientras que Bravo y Ortega se veían sorprendidos, rebasados por las circunstancias.

Dentro del cerco, en el concreto, los policías extendieron mochilas, palos, cadenas, cuchillos, tubos y otras herramientas que, presuntamente, confiscaron a manifestantes.

Simultáneo al encapsulamiento de los líderes, diferentes enfrentamientos se libraron a través de Eje Central, 16 de Septiembre, 20 de Noviembre e Izazaga.

Después de aproximadamente 40 minutos de encapsulamiento, los policías liberaron a la mayoría de los retenidos, y a los demás les pidieron sentarse en las banquetas y enseñar identificaciones que los acreditaran como docentes.

Bravo, Núñez y Ortega ayudaron en la identificación de los maestros, quienes fueron liberados; hacia las 17:30 horas, sólo permanecían en el lugar 15 hombres jóvenes, quienes no habían podido acreditar su identidad.

Minutos después, cinco visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se aproximaron a la valla de granaderos, a quienes mostraron sus credenciales para poder entrar.

Una vez que fueron identificados los retenidos, y que los visitadores tomaron constancia de la situación, los tres líderes atendieron al llamado de Luis Enrique Miranda, Subsecretario de Gobierno de la Segob, quien los convocó a una reunión en las instalaciones de la dependencia.

Sin dar declaraciones, con los rostros serios y distantes, los líderes subieron a una camioneta de la Policía Federal y se dirigieron a su destino por Eje Central.

A sus espaldas, las filas de granaderos avanzaron hasta ocupar toda la avenida, dispersando efectivamente a cualquier grupo de manifestantes.

De estreno
 
La Policía Federal estrenó ayer tres tipos diferentes de tanquetas antidisturbios durante el desalojo de los maestros de la CNTE del Zócalo. Uno de las vehículos lanza agua es del tipo Maxforce.

45,000 litros de agua de capacidad tienen en promedio las tanquetas utilizadas ayer
60 metros de alcance tienen los cañones propulsores de agua
1 vez se tuvo que abastecer de agua a dos de los vehículos antimotines
 
· Al menmos una de las tanquetas está equipada con una barra de contención y una cámara de video

Diana Baptista, Reforma, 14 de septiembre.

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