'Necesario, cambiar régimen de gobierno'

Reformar el régimen político contribuiría a fortalecer las instituciones y al presidencialismo, el cual se ve debilitado por el gobierno de las minorías, afirmó el investigador y jurista Diego Valadés.

En entrevista con REFORMA a propósito de la reforma político electoral que está en la mesa del Pacto por México, el investigador de la UNAM insistió en la necesidad de gobiernos de coalición y jefe de gabinete.

Consideró que para fortalecer la agenda legislativa del Pacto, debería ser compartida y avalada por el Congreso de la Unión.

 
 
¿Es el momento para plantear una reforma política-electoral?

Sin duda. Ha habido un diferimiento por muchos años de una discusión seria de la reforma del régimen de gobierno, y entre más se aplace, más perjudicial será para las instituciones del País.

 
 
Se habla de gobierno de coalición, de jefe de gabinete, de una segunda vuelta electoral.

Hay gran cercanía entre el tema del gobierno de gabinete y el gobierno de coalición, pues en ambos casos se plantea que el gobierno cuente con apoyo mayoritario en el Congreso. No que esa mayoría proceda del mismo partido, sino que se articule en torno a un programa compartido y al consiguiente programa legislativo para hacerlo viable.

Esto se ha venido aplazando en el País y, ahora, tenemos una paradoja: ya no hay hegemonía de la mayoría; ahora hay una hegemonía de la minoría. El gobierno es un gobierno minoritario y, no obstante, sigue ejerciendo 100 por ciento del poder.

Hay quienes advierten la restauración del presidencialismo del pasado.

El presidencialismo mexicano es un presidencialismo caduco. Yo no estoy en contra del sistema presidencial, estoy en contra de un sistema presidencial arcaico, que se sigue basando en la creencia de que el Presidente lo puede todo, aun cuando se encuentre gobernando en minoría
El sistema presidencial se verá fortalecido cuando cuente con mayoría en el Congreso, y que esa mayoría se forme a partir de un consenso. Ya hemos visto que ese consenso es posible en el Pacto por México.

Resultó extraño que ese Pacto no se haya llevado al Congreso, y que el acuerdo mayoritario de los partidos no se haya convertido también en un acuerdo mayoritario en el seno del Congreso.

 
 
Considera que la aprobación de la reforma político-electoral debería estar precedida por un Pacto compartido por los legisladores.

Sí, porque, además, hay una gran paradoja: se está invitando a que toda la Nación aporte opiniones con relación al Pacto y a que haya foros informales, pero no se le está dando espacio al debate necesario en la Cámara de Diputados y en el Senado. Se está marginando a los representantes de la Nación y esto afecta no solo al Pacto sino a las posibilidades de una reforma que debe fortalecer el sistema representativo.

¿Qué opina de la creación del Instituto Nacional Electoral?

En un sistema como el que tenemos, el planteamiento de un Instituto Nacional de Elecciones (INE) es una nueva convocatoria al crecimiento hipertrófico de las instituciones burocráticas.

El eje del planteamiento del INE reside en el reconocimiento de la impotencia que existe frente a los caciques en los estados. Se habla de un Instituto Nacional para sustraer el control de las elecciones de las manos de los Gobernadores. Hay que resolver el problema de fondo y acabar con el caciquismo local.

Hay que fortalecer al IFE, inclusive facultarlo a que designe a funcionarios electorales locales y acotar a los gobernadores.

Guadalupe Irízar, Reforma, 19 d septiembre.