Aguilar Camín, por una nueva cirugía electoral

La reelección de legisladores, las candidaturas independientes y la supresión de los diputados y senadores plurinominales no son las reformas de mayor importancia que requiere el país, pues desde el punto de vista de la fortaleza del Estado “sería más necesaria, por ejemplo, una reforma fiscal a fondo”, mientras que en el terreno del desarrollo y la equidad son indispensables las reformas laboral y educativa, afirmó el escritor Héctor Aguilar Camín.

Al participar en la Mesa de Evaluación de la Instrumentación de la Reforma Electoral 2007-2008, el colaborador de MILENIO expuso que “la lógica de la democracia mexicana ha sido quitarle poderes al Presidente (de la República). A fuerza de acotar esas facultades, tenemos ya una Presidencia débil, con minoría en el Congreso desde 1997, con escasos poderes de veto y de decreto y poder efectivo sobre los gobiernos locales”.

Consideró que la reforma electoral de 2007 requiere de “una nueva cirugía” en la que se revise “constructivamente el papel de los medios masivos de comunicación”, por lo que se manifestó a favor de que se supriman las restricciones de la libertad de expresión en materia electoral, y se devuelva al IFE “parte de su autonomía”.

Dicha reforma llevó “demasiada agua al molino de los partidos y ninguna al de los ciudadanos”, por lo que se está frente a la oportunidad de “quitar poder a los partidos y devolverle poder al ciudadano, de modo que dejen de erosionarse”, por un lado, la confianza del voto y, por el otro, la imagen de los partidos.

José Woldenberg, ex presidente del IFE, cuestionó si la labor de juez del instituto no lo ha desgastado en demasía y consideró un error que el registro de los partidos políticos ocurra cada seis años, por lo que sería “muy importante que la puerta de entrada de nuevas opciones políticas se mantuviera abierta cada tres años”.

Elba Mónica Bravo, Milenio, 1º de julio.