El abstencionismo en las elecciones intermedias se caracteriza por mantener “desde siempre” un nivel alto que va en ascenso en cada jornada. Los comicios de este domingo no serán la excepción, e incluso se pueden rebasar los porcentajes históricos al superar 60 por ciento, advirtieron Arturo Núñez, ex presidente del Instituto Federal Electoral, y Javier Santiago Castillo, ex titular del Instituto Electoral del Distrito Federal.
El proceso comicial se realizó con una nueva ley electoral, en la que se transmitieron 23 millones de spots de los partidos políticos, pero que “no se transforma en creación de conciencia para ir a sufragar”, dijo Santiago al advertir que el abstencionismo “afecta la legitimidad de los candidatos elegidos” al registrarse un menor número de votantes.
En la campaña se vivió “una saturación de mensajes ante los ciudadanos”, pero no existió “una construcción de una propaganda articulada que ampliara la información sobre la propuesta partidaria, fueron prácticamente los mismos mensajes con dos o tres slogans”, expresó el ex presidente del IEDF.
Según los últimos datos, dijo Santiago, “la abstención va a ser la más alta de la historia del país, que puede llegar a 65 por ciento... ese fenómeno sí es poderoso”.
Santiago, quien es el responsable del centro de Estudios de la Democracia de Elección de la UAM Iztapalapa, consideró que en esta ocasión México podría situarse por encima de la media de abstencionismo, con respecto de países de América Latina, como Costa Rica y Venezuela donde no representa sanción económica, ni administrativa el no ir a votar, a diferencia de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
No obstante, refirió que otros países, como Rumania, una democracia emergente, se registró 72 por ciento de abstencionismo, y en Inglaterra 68 por ciento.
Para Arturo Núñez, en esta jornada electoral influirá en la participación ciudadana la situación económica de “mucha gente que ha perdido su empleo”, porque las personas estarán “más pendientes de resolver su situación de sobrevivencia cotidiana que de ir a votar”.
Aunque la etapa crítica por el virus de la influenza se superó, para el actual senador del PRD dicha situación representa otro factor que “de alguna manera impactó en el ánimo de la población”, además de la campaña del llamado voto en blanco que implica un tipo de “abstencionismo activo”.
Estimó que el abstencionismo “pudiera ser que fuera mayor por estos elementos, pero la respuesta la tendremos el domingo”.
Núñez explicó que el abstencionismo es un fenómeno que está presente en todas las sociedades, como en la de Estados Unidos, donde además el padrón electoral es insuficiente, pues apenas está inscrita la mitad de los electores potenciales.
Del padrón electoral estadunidense, alrededor de la mitad de la ciudadanía es la que vota “y nadie cuestiona la legitimidad de esas autoridades, entonces se acepta convencionalmente que el que obtiene el mayor número de votos dentro de los que participan es el que tiene legitimad”.
Entrevistados por separado, afirmaron que la nueva ley electoral tiene aspectos positivos, como el uso de tiempos del Estado; aunque debe revisarse.
Numeralia
Abtención en Rumania
72 por ciento
Abstención en Inglaterra
68 por ciento
América Latina
4 países multan a sus ciudadanos por no ir a votar: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay
México
3 entidades rebasaron 60 por ciento de abstencionismo: Baja California, Chiapas y Guerrero en las elecciones de 2006, cuando se eligió al Presidente de la República
Por sectores
70 por ciento de los jóvenes de entre 19 y 20 años se abstuvieron de votar en los comicios de 2003.
40 por ciento de los mexicanos no le importa lo que suceda en su entorno social.
57 por ciento considera que pueden influir poco en la política.
Claves
Malos augurios
•En días recientes, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral, María del Carmen Alanís, vaticinó que el abstencionismo en las elecciones que se celebrarán hoy ascenderá a 70 por ciento.
•Leonardo Valdés, consejero presidente del IFE, respondió a ese señalamiento y afirmó que no existe ninguna señal para tal nivel de abstención. Y consideró que acudirán a las urnas unos 30 millones de electores.
•Sin embargo, la cifra de participación de la que habló Leonardo Valdés representa un abtencionismo superior a 60 por ciento si se considera que en el padrón existen más de 77.8 millones de electores.
El proceso comicial se realizó con una nueva ley electoral, en la que se transmitieron 23 millones de spots de los partidos políticos, pero que “no se transforma en creación de conciencia para ir a sufragar”, dijo Santiago al advertir que el abstencionismo “afecta la legitimidad de los candidatos elegidos” al registrarse un menor número de votantes.
En la campaña se vivió “una saturación de mensajes ante los ciudadanos”, pero no existió “una construcción de una propaganda articulada que ampliara la información sobre la propuesta partidaria, fueron prácticamente los mismos mensajes con dos o tres slogans”, expresó el ex presidente del IEDF.
Según los últimos datos, dijo Santiago, “la abstención va a ser la más alta de la historia del país, que puede llegar a 65 por ciento... ese fenómeno sí es poderoso”.
Santiago, quien es el responsable del centro de Estudios de la Democracia de Elección de la UAM Iztapalapa, consideró que en esta ocasión México podría situarse por encima de la media de abstencionismo, con respecto de países de América Latina, como Costa Rica y Venezuela donde no representa sanción económica, ni administrativa el no ir a votar, a diferencia de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
No obstante, refirió que otros países, como Rumania, una democracia emergente, se registró 72 por ciento de abstencionismo, y en Inglaterra 68 por ciento.
Para Arturo Núñez, en esta jornada electoral influirá en la participación ciudadana la situación económica de “mucha gente que ha perdido su empleo”, porque las personas estarán “más pendientes de resolver su situación de sobrevivencia cotidiana que de ir a votar”.
Aunque la etapa crítica por el virus de la influenza se superó, para el actual senador del PRD dicha situación representa otro factor que “de alguna manera impactó en el ánimo de la población”, además de la campaña del llamado voto en blanco que implica un tipo de “abstencionismo activo”.
Estimó que el abstencionismo “pudiera ser que fuera mayor por estos elementos, pero la respuesta la tendremos el domingo”.
Núñez explicó que el abstencionismo es un fenómeno que está presente en todas las sociedades, como en la de Estados Unidos, donde además el padrón electoral es insuficiente, pues apenas está inscrita la mitad de los electores potenciales.
Del padrón electoral estadunidense, alrededor de la mitad de la ciudadanía es la que vota “y nadie cuestiona la legitimidad de esas autoridades, entonces se acepta convencionalmente que el que obtiene el mayor número de votos dentro de los que participan es el que tiene legitimad”.
Entrevistados por separado, afirmaron que la nueva ley electoral tiene aspectos positivos, como el uso de tiempos del Estado; aunque debe revisarse.
Numeralia
Abtención en Rumania
72 por ciento
Abstención en Inglaterra
68 por ciento
América Latina
4 países multan a sus ciudadanos por no ir a votar: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay
México
3 entidades rebasaron 60 por ciento de abstencionismo: Baja California, Chiapas y Guerrero en las elecciones de 2006, cuando se eligió al Presidente de la República
Por sectores
70 por ciento de los jóvenes de entre 19 y 20 años se abstuvieron de votar en los comicios de 2003.
40 por ciento de los mexicanos no le importa lo que suceda en su entorno social.
57 por ciento considera que pueden influir poco en la política.
Claves
Malos augurios
•En días recientes, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral, María del Carmen Alanís, vaticinó que el abstencionismo en las elecciones que se celebrarán hoy ascenderá a 70 por ciento.
•Leonardo Valdés, consejero presidente del IFE, respondió a ese señalamiento y afirmó que no existe ninguna señal para tal nivel de abstención. Y consideró que acudirán a las urnas unos 30 millones de electores.
•Sin embargo, la cifra de participación de la que habló Leonardo Valdés representa un abtencionismo superior a 60 por ciento si se considera que en el padrón existen más de 77.8 millones de electores.
Elba Mónica Bravo, Milenio, 5 de julio.
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