“Bases en Colombia no son amenaza”

WASHINGTON.—Los gobiernos de Estados Unidos y Colombia se emplearon ayer a fondo para evitar que el principio de acuerdo de cooperación militar alcanzado el viernes pasado entre los dos países—que convertirá a varias bases aéreas y navales colombianas en plataforma de la ofensiva contra el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico—, sea visto como una cabeza de playa del ejército estadounidenses contra otras naciones en la región.
“Quiero ser muy clara sobre lo que este acuerdo implica y lo que no”, dijo ayer la secretaria de Estado, Hillary Clinton, al insistir que con este acuerdo Estados Unidos “no creará bases militares en Colombia”, sino que sólo garantizará el acceso de equipo y efectivos estadounidenses a bases militares “que estarán bajo control y administración” de las autoridades colombianas.

En rueda de prensa, con el ministro de exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, Hillary Clinton enfatizó además que el acuerdo de cooperación que dará acceso a EU a siete de bases militares colombianas “no afecta, ni concierne a otras naciones” del área.

“Este es un acuerdo de cooperación bilateral entre Estados Unidos y Colombia que atañe a la seguridad dentro de ese país”, insistió en referencia a las críticas de los gobiernos de Venezuela, Chile y Brasil.

El acuerdo, que fue sellado el viernes pasado en Washington, garantizará una sede militar alterna a EU en el hemisferio sur del continente luego de el gobierno de Ecuador decidiera no renovarle la base de Manta. Washington aclaró que para la firma del acuerdo pasarán todavía varias semanas.

Fuentes del Departamento de Estado confirmaron que las bases militares aéreas a las que tendrá acceso EU son Malambo, en el Atlántico; Apiay en el departamento de Meta y el Palanquero, en Cundinamarca.

En esta última se invertirán 46 millones de dólares para conseguir que la infraestructura de la base reúna los estándares de seguridad que exige la fuerza militar aérea estadounidense.

“Nuestro continente enfrenta varios desafíos, desde la crisis económica a los problemas climáticos, pasando por las preocupaciones de salud pública, como el virus H1N1, el tráfico de narcóticos, el terrorismo y el crimen organizado. Todos estos temas requieren nuestra atención y colaboración”, insistió Clinton al reiterar que la presencia militar de EU en Colombia tendrá un carácter meramente accesorio y jamás sobrepasarla la cuota de 800 efectivos y hasta 600 contratistas civiles.

El canciller colombiano dijo que este acuerdo de cooperación muestra la “relación cercana” entre Colombia y EU y deseó que esta situación “continúe en el futuro, por el bien de ambos”. “En Estados Unidos hemos encontrado un socio que nos ayuda”, expresó.
El Universal, 19 de agosto.

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