TAPACHULA.- Cualquier día se les puede encontrar en cualquier esquina de la ciudad vendiendo dulces, pidiendo limosna, limpiando carros. O en el basurero municipal, entre comida podrida, animales muertos, pedazos de colchón y esqueletos de televisiones.
Todos tienen nombre: Claudina Ramírez, Ismael Ramos, Yovani Elías Chávez, Carmelina López... Pero no existen legalmente, y, por lo mismo, no se sabe cuántos viven en esta situación en Chiapas.
Son los hijos de guatemaltecos, salvadoreños, hondureños o nicaragüenses -en su mayoría, nacidos en México- a quienes las autoridades les han negado el registro de nacimiento, su identidad. Si sus padres como indocumentados no existen, ellos tampoco.
Hace tres meses, en Chiapas se modificó el Código Civil que exigía a los extranjeros tener regularizada su estancia en el País para registrar extemporáneamente (después de los seis meses de edad) a sus hijos nacidos en México.
Sin embargo, el reglamento no ha sido publicado y la reforma poco ha impactado en la vida de "los nadie". A quien lo ha intentado le han exigido, como ocurría antes, acreditar su estancia.
Por lo anterior, organizaciones no gubernamentales de la región han tenido que iniciar un censo a lo largo de la frontera para darles a conocer su derecho.
Sin papeles no hay escuela
El guatemalteco Lucio Ramos, un pepenador que lleva 25 años viviendo de forma ilegal en México, cuenta que a inicios de julio, cuando la reforma al Código Civil de Chiapas ya se había publicado en el Periódico Oficial, intentó registrar a sus hijos, pero las autoridades le volvieron a exigir sus documentos.
"Para papeles de mis hijos, ya le di datos a la oficina de la migración, pero dicen que quieren para nosotros primero. Saliendo los papeles de nosotros primero ya con ese FM3 podemos sacar la de nuestros hijos.
"¿Pero para cuándo, pues? Y mis hijos quiere estudio, pues. Que primero el FM3, ya después con ese podemos ir a registrar a nuestros hijos, y dicen que también piden requisitos para eso, pero no sé para cuándo", externa.
Según un registro llevado a cabo por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, hay al menos 52 familias que viven en el basurero municipal cuyos hijos carecen de acta de nacimiento.
Yovani Elías Chávez es uno de esos niños que no tiene acta de nacimiento. En el basurero no es un niño ni tiene 12 años. Aquí tiene 16 para poder trabajar sin que el encargado regañe a sus papás por tener a menores trabajando.
Dice que lleva como tres horas escarbando basura con un pedazo de fierro rígido en forma de "L", que parece una extensión de su mano, con el que pica las bolsas hasta que las revienta.
Se acaba de encontrar un libro. Es buena temporada para encontrar libros y en general, papel. Los pepenadores han aprendido a pulsar desde aquí los hábitos en la ciudad: cuando los camiones llegan repletos de basura, es quincena; cuando abunda el papel, es fin de ciclo escolar; cuando aparecen esqueletos de licuadoras, televisiones y juguetes, es Navidad.
Yovani no ha ido a la escuela. En los lugares donde sus padres han intentado inscribirlo, exigen el acta de nacimiento, a pesar de que el Artículo 3 de la Constitución diga que todo individuo tiene derecho a ella. Su papá, Elías Chávez, dice que pensaron en inscribirlo de oyente, pero desistieron.
"Cuando llegan a sacar su grado, ya ni les dan sus papeles para certificar si ya aprendieron o no aprendieron.
"Entonces no podemos meter a nuestros hijos nomás así de oyentes porque de nada sirve. Van a estar así estudiando unos dos, tres años, y, para ir a pedir trabajo a Tapachula, no les van a dar porque no tienen sus papeles que diga su nombre y que sabe leer y escribir", sostiene Elías, otro guatemalteco que emigró a México hace 20 años.
Tres generaciones que no existen
Durante la Guerra Civil en Guatemala, alrededor de 45 mil guatemaltecos se refugiaron en México. Muchos se establecieron definitivamente en el sur del País, pero apenas a inicios de 2000 se empezó a tener conciencia de la cantidad de mexicanos hijos de extranjeros que carecían de registro de nacimiento y, por lo tanto, de una identidad.
A la fecha no se tiene un registro oficial de cuántos mexicanos estarían en esa situación ni cuántos han sido registrados bajo la reforma del Código Civil, de acuerdo con la Secretaría para el Desarrollo de la Frontera Sur de Chiapas.
Andrea Hernández, titular de esa dependencia, reconoce que entre los afectados no sólo hay niños, sino adultos y hasta dultos mayores. Chiapanecos de tres generaciones que no existen legalmente.
La ley dice textual...
El cambio legal de Chiapas difiere de la Ley General de Población:
Código Civil de Chiapas, artículo 56.
"Bajo ninguna circunstancia se negará el registro de nacimiento del menor nacido en territorio del estado de Chiapas, cuando sea hijo de padre, madre o ambos de nacionalidad extranjera que carezcan de documento que acredite su legal estancia en territorio nacional.
"Asimismo, no podrá coartarse el derecho del padre, madre o ambos extranjeros a que se anote su nombre en el registro de nacimiento del menor por dicha circunstancia, para lo cual la autoridad del registro deberá allegarse de la información y documentación necesarias para acreditar fehacientemente la identidad de los progenitores, y que el menor nació dentro del territorio del estado.
Ley General de Población, artículo 68.
"Los jueces u oficiales del registro civil no celebrarán ningún acto en que intervenga algún extranjero sin la comprobación previa, por parte de éste, de su legal estancia en el País, excepto los registros de nacimiento en tiempo".
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