En una reunión con mandos del Ejército, líderes de las ONG y autoridades estatales convinieron no exceder las protestas para evitar la violencia.
Fuentes militares revelaron que se realizaron diversas reuniones entre activistas y autoridades en un hotel de Guadalajara donde quedó pactado llevar a cabo acciones "light".
Los activistas que no respeten esas reglas serán señalados por sus propios líderes, se indicó.
Ayer activistas de la organización ambientalista Greenpeace se manifestaron en la zona metropolitana de Guadalajara en protesta por la muerte de osos polares. La movilización no pasó de una veintena de personas y policías municipales los vigilaron a distancia.
De cualquier forma, el Servicio Secreto solicitó el nombre de los protestantes. Por si las dudas.
La llegada del Presidente estadounidense, Barack Obama, paralizará durante 20 minutos las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Una vez que la torre de control sea avisada 10 minutos antes del arribo del Air Force One, ninguna aeronave podrá aterrizar o despegar. También se suspenderán los sobrevuelos de helicópteros.
Los trabajadores de pista tienen prohibido estar en sus posiciones y serán enviados a los hangares. Sólo personal del Servicio Secreto y del EMP tendrán la mano en la operación de aterrizaje.
Autoridades de la terminal aérea indicaron que algunos vuelos podrían ser reprogramados; sin embargo, se precisó que no se afectará a los usuarios.
La zona aeroportuaria y la base aérea militar de Zapopan, en La Mojonera, lucen con seguridad militar, estadounidense y desde ayer, también de la Guardia Presidencial de Canadá.
La zona hotelera donde pernoctarán los Mandatarios Barack Obama, Stephen Harper y Felipe Calderón, ya fue restringida.
Tras el registro de huéspedes, vecinos y empleados, ninguna persona puede acceder a los hoteles sin acreditación. "Hasta nuevo aviso", justifica el EMP.
Unos 2 mil agentes federales y militares, mil 200 estatales y 300 estadounidenses establecieron sus posiciones e instalaron un centro de mando en el hotel Intercontinental con 19 puntos remotos de comunicación para dar seguimiento al paso de los Mandatarios que participarán en la Cumbre.
Ayer ensayaron esa comunicación mediante autos que simularon traer a los Presidentes desde la terminal aérea.
Agentes del Servicio Secreto se dieron tiempo para ir de compras. Compraron huaraches, rebozos y cuadros religiosos en el mercado de San Juan. Eso sí, prefirieron pizza y no birria.
Benito Jiménez, Reforma, 9 de agosto.
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