LA HABANA.- Pese a que ninguna voz gubernamental confirmó la decisión pactada con el Cardenal Jaime Ortega, las familias de disidentes presos se quedaron esperando ayer que las autoridades iniciaran el proceso de hospitalizar a prisioneros políticos enfermos y el acercamiento del resto a cárceles de sus provincias de residencia, tal como informaron el fin de semana fuentes de la Oposición.
A primera hora de la mañana Elizardo Sánchez, vocero de la tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDH) aseguró que algunos reclusos habían sido informados de que debían "tenerlo todo listo para una excarcelación o traslado".
Sin embargo, al cierre de esta edición, ningún familiar de estos presos había sido contactado.
De acuerdo con la Oposición cubana, existen 17 disidentes encarcelados en prisiones lejanas a sus lugares de origen, y Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed hace 91 días -de los cuales lleva 75 en cuidados intensivos- mantiene su protesta por la liberación de 26 prisioneros políticos y de conciencia muy enfermos.
Nadie sabe aún cuántos serán hospitalizados, trasladados o excarcelados.
Oficialmente, también se desconocen las cifras de población penitenciaria.
Las autoridades no dan esos datos. Pero la CCDH estima que hay 200 disidentes presos en Cuba. Según Sánchez, serán pocos los beneficiados.
"El Gobierno actúa de manera mezquina cuando se trata de decisiones referentes a los Derechos Humanos", opinó el activista.
Entre los que podrían ser beneficiados por la promesa del Gobierno en las próximas horas o días, está Ariel Singler, de 47 años, quien sufre varias neuropatías y se encuentra casi parapléjico.
En tanto, el Cardenal Ortega advirtió la semana pasada luego de reunirse con el Presidente Raúl Castro, que no había fechas ni plazos concretos. Y ayer mismo, Laura Pollán, esposa del disidente preso, Héctor Maceda, y una de las fundadoras del grupo Damas de Blanco, confirmó que ella tampoco había recibido señales.
Consultado por REFORMA, Óscar Espinosa, en libertad con licencia extrapenal por motivos de salud concedida en 2004, aseguró que la mayoría de los presos y grupos disidentes respaldaba la gestión que han hecho los Obispos.
"La Iglesia católica cubana está siendo la mejor mediadora".
A diferencia de Fariñas, quien desconfía del Presidente Raúl Castro y su Ejecutivo, Espinosa observó que para él, por primera vez, en Cuba se intenta encontrar soluciones "de forma tan seria" al problema de los presos políticos, estatus que desconoce el Gobierno.
A primera hora de la mañana Elizardo Sánchez, vocero de la tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDH) aseguró que algunos reclusos habían sido informados de que debían "tenerlo todo listo para una excarcelación o traslado".
Sin embargo, al cierre de esta edición, ningún familiar de estos presos había sido contactado.
De acuerdo con la Oposición cubana, existen 17 disidentes encarcelados en prisiones lejanas a sus lugares de origen, y Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed hace 91 días -de los cuales lleva 75 en cuidados intensivos- mantiene su protesta por la liberación de 26 prisioneros políticos y de conciencia muy enfermos.
Nadie sabe aún cuántos serán hospitalizados, trasladados o excarcelados.
Oficialmente, también se desconocen las cifras de población penitenciaria.
Las autoridades no dan esos datos. Pero la CCDH estima que hay 200 disidentes presos en Cuba. Según Sánchez, serán pocos los beneficiados.
"El Gobierno actúa de manera mezquina cuando se trata de decisiones referentes a los Derechos Humanos", opinó el activista.
Entre los que podrían ser beneficiados por la promesa del Gobierno en las próximas horas o días, está Ariel Singler, de 47 años, quien sufre varias neuropatías y se encuentra casi parapléjico.
En tanto, el Cardenal Ortega advirtió la semana pasada luego de reunirse con el Presidente Raúl Castro, que no había fechas ni plazos concretos. Y ayer mismo, Laura Pollán, esposa del disidente preso, Héctor Maceda, y una de las fundadoras del grupo Damas de Blanco, confirmó que ella tampoco había recibido señales.
Consultado por REFORMA, Óscar Espinosa, en libertad con licencia extrapenal por motivos de salud concedida en 2004, aseguró que la mayoría de los presos y grupos disidentes respaldaba la gestión que han hecho los Obispos.
"La Iglesia católica cubana está siendo la mejor mediadora".
A diferencia de Fariñas, quien desconfía del Presidente Raúl Castro y su Ejecutivo, Espinosa observó que para él, por primera vez, en Cuba se intenta encontrar soluciones "de forma tan seria" al problema de los presos políticos, estatus que desconoce el Gobierno.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma 25 de mayo.
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