Reciben con una misa a las indígenas liberadas

Tras permanecer encarceladas por casi cuatro años, Teresa González y Alberta Alcántara regresaron a su pueblo, Santiago Mexquititlán, Querétaro, con la esperanza de la disculpa pública de parte de las autoridades que las acusaron del delito de secuestro.

Sin saber cómo harán frente a la vida de ahora en adelante, pero felices de volver a su lugar de origen, las mujeres otomíes fueron recibidas por la comunidad con una misa religiosa, en compañía de sus familiares y amigos más cercanos.

Alberta Alcántara dijo en entrevista que está muy contenta de regresar a su pueblo, pero triste por el acto de injusticia que, aseguró, se cometió en su contra.

“Estuvimos privadas de nuestra libertad por culpa de unos agentes que no supieron hacer su trabajo lealmente”, acusó en el atrio de la iglesia local, que data del siglo XVI.

Dijo que no ha habido acercamientos para que las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), que en 2006 la acusaron, junto con Jacinta Francisco Marcial y Teresa González, de secuestrar a seis elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) se disculpen públicamente, pero “sí queremos una disculpa”.
La Crónica, 7 de mayo.

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