El país no puede ser rehén permanente del capricho de un candidato”: Coldwell

La dirigencia nacional del PRI fustigó la estrategia de “presión y amedrentamiento” que utiliza la izquierda en su búsqueda para invalidar la elección presidencial, y advirtió que esa postura no contribuye al buen clima social del país.

Luego de reunirse con la comisión del Tribunal Electoral que califica la elección presidencial, los priistas, en voz de Pedro Joaquín Coldwell y Jesús Murillo Karam, rechazaron un escenario de crisis política o social en caso de que se valide el triunfo de Enrique Peña Nietoy consideraron que “sería irresponsable” de parte de la izquierda pretender alargar el proceso poselectoral con consecuencias impredecibles.

“No podemos mediante amenazas o presiones imponer un capricho por encima de la voluntad popular”, sostuvo Coldwell.

El país, agregó, no puede ser rehén permanente a partir del capricho de un candidato derrotado.

Mientras que la izquierda se reunía con tres magistrados, los priistas hacían  lo propio pero con la comisión encargada de calificar la elección presidencial, integrada por los magistrados Flavio Galván, Constancio Carrasco Daza, y Salvador Nava Gomar, a quienes expusieron que la contienda presidencial debe ser calificada tomando como referencia la enorme participación de la ciudadanía y su decisión a favor del candidato priista.

Coldwell calificó las supuestas “pruebas” de la izquierda, como “frívolas y sin sustento”, y aclaró que no es la cantidad, sino la calidad de las pruebas lo que determinará si la invalidan o no.

Pidió a la izquierda “dar la vuelta a la hoja” y acatar el resultado del Tribunal Electoral, pues sería irresponsable alargar un eventual conflicto poselectoral.

A su vez, Jesús Murillo Karam aseveró que ceder a la pretensión de la izquierda de invalidar la elección presidencial “sería violentar la decisión ya tomada” por la población.

“El horno ya coció los bollos, la población ya decidió y ahora tenemos que empezar a construir”, dijo en respuesta a la advertencia de Jesús Zambrano de que el horno no está para bollos, en referencia al riesgo de estallidos sociales en caso de que se valide la elección presidencial.

—¿Aguanta México otro 2006?

—Sería  grave destruir todo el sistema democrático que se ha construido, porque vendría a ser sustituido por un sistema autoritario y eso no lo queremos.

Alejandro Páez, La Crónica, 22 de agosto.