El Vampiro está varado en Saltillo; su hija sufrió accidente y no pueden pagar al pollero

Hace 24 años, en Honduras, la familia De Ríos celebraba el nacimiento del primero de diez hijos: Edgar David, quien desde el 23 de julio comenzó su travesía para cruzar el territorio mexicano y reencontrarse con su esposa y sus dos hijas que se encuentran en Houston, Texas.

Ayer fue un día especial para El Vampiro, como también se le conoce a Edgar en los centros nocturnos de Houston donde solía mezclar música, sin embargo no lo pudo festejar como se lo había prometido a su esposa Anel Guardiola, juntos.

Desde su salida el sábado 4 de agosto del albergue de Huehuetoca, en el Estado de México, a Edgar David se le fue entregado un celular para monitorear su trayecto por territorio mexicano hasta llegar con su familia.

Luego de dos semanas de haber perdido comunicación, ayer David contestó la llamada, pero las noticias no fueron muy buenas.

—¿Ya festejas con tu familia?

—Sigo en México, me tuve que bajar en Saltillo porque mi esposa ya no tiene para pagarle al “pollero”.

—¿Qué pasó?

—Mi hija Briana, la más pequeña, se cayó de las escaleras y le enyesaron la piernita y el brazo… ahora no hay para pagarle al “pollero”.

—¿Ya hablaste con ella hoy en tu cumpleaños?

—No, no tengo para llamarle, además me siento mal porque defraude a mi familia. Yo les prometí llegar antes, para festejar juntos…les fallé.

—¿Qué has hecho estas dos semanas?

—Nada, uno como indocumentado no puede hacer mucho; ya estoy aburrido y creo que me voy a regresar para Huehuetoca y me pongo a charolear.

—¿Por qué?

—No sé qué me pasa, me siento muy mal, muy triste y solo.

—¿Y qué ganas con regresar a Huehuetoca?

—Nada, al contrario, me alejo más de mi familia, pero quizá así me despejo y ya que mi esposa me diga que tiene el dinero me reboto a la frontera.

—¿En dónde te estás quedando?

—En Saltillo, en casa de un compa que conocimos.

—¿Y lo que le dieron al “pollero”?

—No se pierde, pero ahora nos aumentó a 2 mil 800 dólares.

—¿Cuánto tiempo más esperarás?

—Me dice mi esposa que unas dos semanas más en lo que junta el dinero.

Dennis A. García, La Crónica, 27 de agosto.