Rechaza Sota solicitar renuncia

La Presidencia de la República desmintió ayer las acusaciones lanzadas por Joaquín Vargas, presidente de MVS, en el sentido de que desde Los Pinos se exigió una disculpa pública de la periodista Carmen Aristegui.

Vargas aseguró en conferencia de prensa que recibió en febrero de 2011 una carta de Alejandra Sota, vocera presidencial, que contenía la disculpa que Aristegui debía leer al aire después de que hiciera un comentario sobre el Presidente Felipe Calderón.

Más tarde, Sota reviró que la empresa encabezada por Vargas redactó el texto.

"Según me hizo saber el presidente de MVS, la empresa redactó una carta con elementos mínimos que a su consideración desagraviaban los dicho por la señora Aristegui. El señor Vargas solicitó mi opinión y sugerencias, pero la versión final fue redactada y entregada a la periodista por MVS.

"Y es responsabilidad exclusiva de ellos, no sólo la redacción, sino de todo lo que sucedió después: su reunión con la periodista para exigirle dicha disculpa, la decisión de terminar la relación laboral con Carmen Aristegui al no llegar a un acuerdo, y su decisión también de recontratarla unos días después", afirmó.v
En conferencia de prensa en la Secretaría de Gobernación, la vocera aseguró que no hubo presión de la Presidencia para cesar a Aristegui o impedir que regresara los espacios informativos.

Incluso leyó un mensaje de correo electrónico en el que Vargas informa a los accionistas de MVS que la salida de Aristegui se debía a que transgredió el código de ética de la empresa al hacer un cuestionamiento sobre el supuesto alcoholismo del Presidente.

"En nuestro código de ética nos comprometemos a rechazar la presentación y difusión de rumores como noticias. La periodista Carmen Aristegui transgredió nuestro código ético y decidimos dar por terminada nuestra relación contractual", indica la comunicación fechada el 7 de febrero de 2011.

Sota sostuvo que cualquier ciudadano tiene el derecho a que quien lo acusa pruebe sus dichos, por lo que reconoció que, en efecto, hizo un extrañamiento a Vargas porque Aristegui emplazó a la Presidencia a demostrar la falsedad, o no, de las expresiones vertidas por el diputado Gerardo Fernández Noroña.

 
ACUSAN CHANTAJE
 
Alejandra Sota acusó a MVS de recurrir al chantaje político para evadir el pago de la banda 2.5 GHz, valuada en 27 mil millones de pesos.

La vocera de la Presidencia aseguró que Joaquín Varga miente y difama con el objetivo de "contaminar" una decisión de carácter exclusivamente técnica.

"Las pretensiones del señor Joaquín Vargas de mantener el control de la banda 2.5 no cumplen hasta hoy con los criterios técnicos necesarios y recurren al chantaje político para evadir el pago de lo que corresponde por un bien que es propiedad de todos los mexicanos.

"Las acusaciones esgrimidas por el presidente de MVS carecen de sustento y buscan contaminar una decisión técnica en materia de telecomunicaciones relacionada con la banda 2.5 que, lejos de los argumentos políticos, tiene que ver única y exclusivamente con que MVS no quiso pagarle a los mexicanos lo que la banda cuesta", afirmó, acompañada del Secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez-Jácome, y el subsecretario de Egresos de Hacienda, José Antonio González.

Sota reiteró que el Gobierno federal no condicionó la autorización del proyecto de MVS, como lo aseguró Vargas, y leyó una carta enviada por éste al Presidente Calderón el 15 de febrero de 2012, en la que reconoce que ambas partes están "avanzado considerablemente" en el cálculo de la contraprestación para el uso de la banda.

"Con la participación activa de Fernando Gómez Mont hemos explorado algunas alternativas adicionales que nos permitan solventar la problemática en beneficio de todos los involucrados. Señor Presidente: Estoy convencido que los tiempos actuales demandan redoblar esfuerzos, cuente usted con nosotros", se lee en la misiva.

 
 
La réplica

Alejandra Sota presentó documentos para desmentir los dichos del presidente de MVS:

· En un mensaje de Vargas a los accionistas de MVS, señala que Aristegui transgredió el código ético de la empresa.

Antonio Baranda, Reforma, 23 de agosto.