LUIZ INACIO LULA DA SILVA EN MÉXICO

A diferencia de las visitas de Daniel Ortega y Néstor Kirchner, en este caso la prensa deja claros los propósitos de la visita de Luiz Inacio Lula da Silva a México. Un trabajo del que, desde antes de su llegada, dan cuenta los columnistas de negocios de la prensa capitalina y que, en un segundo momento, retomarán los de asuntos políticos. Los diez primeros comentarios de los 32 que conforman esta entrega pretenden contextualizar la visita del presidente brasileño. Los diez siguientes aluden a los motivos de la visita. Tres se refieren a los nuevos escenarios que gradualmente va tomando la geopolítica latinoamericana. Otros cuatro aluden a la posición de López Obrador a propósito de la visita del mandatario brasileño; dos se refieren a los abucheos de los que fue víctima Lula. Por último, tres comentarios toman su visita como telón de fondo para propuestas posteriores.

El Contexto.
En las próximas semanas estarán de manteles largos en la Comisión Permanente. Serán anfitriones sucesivamente de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno Español, y los mandatarios Nestor Kirchner, Argentina, y Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 14 de julio.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llega a México el domingo para una visita oficial. El presidente Calderón le ofrecerá una cena de Estado la noche del lunes en el Alcázar del Castillo de Chapultepec. Esperemos que no resulte que el PRD también lo declare persona non grata en México. Lula, por cierto, vendrá con un cargamento de grupos cariocas que tendrán presentaciones gratuitas en el Distrito Federal, en la segunda semana de agosto
“Bajo reserva”, El Universal, 2 de agosto.

Aunque trae saturada la agenda porque visita cinco países en seis días, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se dio un imprevisto tour, también apretadísimo: Castillo de Chapultepec, Six Flags, CU y hasta vio la novillada de la Plaza México, bueno, casi se la imaginó, porque todo lo hizo desde su avión, que tuvo que hacer tiempo durante 20 minutos para no faltar al protocolo y coincidir con Felipe Calderón, que llegaba al aeropuerto al mismo tiempo
“Frentes Políticos”, Excélsior, 4 de agosto.

Mañana le toca a Luis Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, reunirse con Felipe Calderón.
Es el segundo de los “aliados” de Hugo Chávez, que viene a México.
Con el argentino Andrés Kirchner la reunión fue amable, respetuosa y prometedora para el futuro.
Talvez por eso Chávez dijo de inmediato que en el desarrollo regional debe participar México.
El venezolano seguramente estará muy pendiente de la visita de Lula.
Pepe Grillo, Crónica, 5 de agosto.

Al parecer, los días de la confrontación política entre México y Brasil quedaron atrás. Luego de varios años de roces personales entre Vicente Fox Quesada y Luiz Inacio Lula da Silva en asuntos como el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), la relación bilateral se dirige hacia un nuevo cauce de normalidad. El propio Lula da Silva, quien realizará una visita de Estado a México, otorgará mañana lunes a su colega, Felipe Calderón Hinojosa, la condecoración de la Orden del Cruzeiro do Sul, en grado de Gran Collar
“Bajo reserva”, El Universal, 5 de agosto.

En reciprocidad, el mandatario mexicano impondrá la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca, en grado de Collar al Presidente de Brasil, “por sus esfuerzos para estrechar las relaciones” entre los dos países. Los gestos de cortesía hablan por sí solos. Así, relaciones estratégicas para México que resultaron dañadas en el gobierno de Vicente Fox comienzan a recuperarse. Calderón ya recibió a su colega de Argentina, Néstor Kirchner, ahora se encontrará con Lula da Silva, y no hay que descontar la posibilidad de que pronto haga lo mismo con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Todo al tiempo
“Bajo reserva”, El Universal, 5 de agosto.

Mañana llega a México Luiz Inacio Lula da Silva, líder del Partido de Trabajadores, de izquierda, presidente del Brasil, en visita de Estado; a tomarse la foto, "a legitimar" a Felipe Calderón, dirán los fundamentalistas de las izquierdas despistadas en busca de rumbo, las que proponen que el PRD ya no se diga de izquierda, sino progresista o algo así, para recuperar las ganancias diluidas en la legitimidad itinerante
León García Soler, “A la mitad del foro”, La Jornada, 5 de agosto.

Lula estará en el país prácticamente en visita de doctor, porque mañana martes estará en Honduras, para posteriormente viajar a Nicaragua, Jamaica y Panamá, en una gira que le tomará seis días en total. En vía de mientras, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe nos ofrece una pincelada sobre uno de los problemas más lacerantes de Brasil: la significativa reducción de la desigualdad en el país sudamericano en el periodo 2001-2004 constituye un avance importante, y llama la atención porque esta nación es la que ha presentado la mayor concentración del ingreso en la región desde la década pasada
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 6 de agosto.

Que anoche, en cuanto concluyó la cena que ofreció Felipe Calderón, Luiz Inácio Lula da Silva quiso saludar de manera especial a quien Fortune atribuye la mayor fortuna personal del mundo.
Carlos Slim estaba por despedirse de los comensales en la mesa del secretario de la Defensa, Guillermo Galván, pero atendió la solicitud del canciller brasileño, Celso Luiz Nunes Amorim, de acompañarlo a la mesa presidencial porque Lula quería saludarlo.
Y es que el empresario “va con todo” por la telefonía móvil de Brasil.
“Trascendió”, Milenio, 7 de agosto.

Que, por cierto, Luiz Inácio Lula da Silva no resultó ser el personaje más entretenido de la temporada.
Al menos para el director de Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks, quien por más esfuerzos que hizo por seguir las palabras del presidente brasileño, no pudo y… se quedó profundamente dormido.
Y eso que Brasil es la potencia latinoamericana en tecnología.
“Trascendió”, Milenio, 7 de agosto.

Los motivos de la visita.
Otra visita de Estado se dará en este verano caliente mexicano. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, llegará a México el 5 de agosto como primera etapa de una gira por el Caribe y Centroamérica. El tema central de la visita es la energía. Es obvio que los brasileños quieren hacerse presentes en el país tras el anuncio de las inversiones en infraestructura, y recordarle la experiencia de Petrobras —la empresa petrolera estatal brasileña— y sus capacidades en perforaciones en aguas profundas, a Pemex. Lula y Felipe Calderón Hinojosa se han visto ya cuatro veces desde que el segundo asumió la Presidencia de México, y dicen quienes los han visto que hay buena química entre ellos
“Bajo reserva”, El Universal, 21 de julio.

Lula viene a propagandear los biocombustibles y propulsar el intercambio comercial con el país que le otorga la Orden del Águila Azteca, que le intercambia Calderón por el Cruzeiro do Soul que le dio Brasil. A siete meses, ni quién se acuerde del encontronazo que se dieron en Davos, Suiza, que los distanció por la puritita geometría política
“Frentes Políticos”, Excélsior, 4 de agosto.

ESTE LUNES EN el contexto de la visita de Luiz Inácio Lula da Silva, Silanes de Antonio L. Silanes suscribirá un contrato estratégico con la brasileña Aché Laboratorios para llevar a ese país sus antidiabéticos orales y a su vez traer aquí los cardiometabólicos de la sudamericana. Para Silanes dicho acuerdo es una excelente noticia, ya que Brasil tiene una alta incidencia de diabetes con más de 9 millones de pacientes. La rúbrica se dará durante la Plenaria México-Brasil que organizó el Comce de Valentín Díez Morodo. Participará un nutrido grupo empresarial brasileño encabezado por Armando Monteiro de la CNI. Estarán también Eduardo Sojo de Economía y Alberto Cárdenas de Sagarpa, así como sus homólogos Jorge Miguel y Reinhold Stephanes. El Comité Empresarial México-Brasil del Comce es encabezado por Enrique González Calvillo
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, El Universal, 6 de agosto.

Llega Lula a México en pos de una "asociación" petrolera, un acuerdo para la producción de biocombustibles (la llamada "diplomacia del etanol") y el incremento del no muy boyante intercambio comercial (cercano a 5 mil 800 millones de dólares en 2006) entre ambos países, los cuales, dichos sea de paso, tienen las dos mayores economías de América Latina, pero con la misma pierna rota, porque siendo las "grandes" de la región (dos terceras partes del PIB latinoamericano), a la vez son las que menor crecimiento reportan desde hace ya muchos años, aunque la mexicana es aún más lerda que la brasileña
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 6 de agosto.

La visita del presidente de Brasil no será sólo para impulsar su proyecto regional de producción de etanol. Los presidentes Felipe Calderón y Lula da Silva suscribirán un acuerdo de complementación económica para establecer sinergias entre ambas economías, que juntas ya representan 60% del PIB en América Latina. El poderoso banco comercial estatal de Brasil, de los más importantes del mundo, será el brazo financiero. En esta sinergia es que Banorte ofrecerá todo tipo de servicios bancarios y financieros —incluso pago de impuestos, transferencias de divisas y de mercado de valores— a los empresarios y ciudadanos brasileños que ya estén establecidos en México, y los que vendrán, mientras que los mexicanos podrán hacer lo mismo a través del Banco do Brasil. / Por cierto, el banco brasileño es uno de los principales promotores de la iniciativa del presidente Lula da Silva a favor del software de código abierto (Linux, por ejemplo) también fuera de su país porque, dicen, las licencias de Microsoft son muy caras. El mes pasado Banco do Brasil lanzó su nuevo portal (bb.com.br) para personalizar la atención a clientes previo registro. Se pueden pedir servicios financieros de cualquier tipo.
Jesús Rangel, “Estira y afloja”, Milenio, 6 de agosto.

Lula está con su agenda: invitando a México al Mercosur y enfatizando el futuro de los bioenergéticos —notoriamente el etanol de caña de azúcar—. Pero México parece no tener una. A ese paso, la partida terminará inclinando la balanza hacia el país sudamericano. Ya es costumbre.
Carlos Mota, “Cubículo estratégico”, Milenio, 7 de agosto.

La estrategia de Los Pinos. La llegada a México, el lunes, del presidente brasileño, no sólo significa la rúbrica del propósito de este sexenio de mirar más hacia el sur. Es el despliegue de un plan estratégico del ex secretario de Energía mexicano, hoy Presidente, en el plano de la cooperación energética entre las dos economías más fuertes de América Latina. Fue durante esta visita cuando ambos mandatarios suscribieron un Memorando de Entendimiento en materia de cooperación energética, con el propósito de realizar acciones conjuntas para el desarrollo tecnológico en materia de explotación y producción de petróleo.
En este sentido, Lula manifestó ante los líderes del Congreso de la Unión su interés por concretar una alianza entre Petróleos Mexicanos y Petrobras, la principal empresa petrolera de Brasil. Expresó el presidente brasileño que, “el hecho concreto es que cada vez es más caro explorar en busca de petróleo y es necesaria cada vez más tecnología y, en caso de que no haya asociados de empresas de países amigos, de empresas que tengan similitud, nosotros vamos a perder un espacio importante en esta lucha tecnológica que existe en el mundo”.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 8 de agosto.

Pero no sólo eso: sino que Lula se encargó de meterle también leña a la hoguera legislativa. Siguiendo su agenda y en plena comida con legisladores mexicanos, no se anduvo por las ramas: al calor de la discusión de la Reforma del Estado, fue donde Lula le recetó a México la fórmula de la segunda vuelta electoral, diciendo que “es muy favorable el segundo turno en las elecciones, la segunda vuelta permite que tú construyas una alianza política que te va a dar una mayor representatividad.”
Pero quizás el mejor de todos los momentos fue el más mediático de todos: saliéndose de la cuestión protocolaria, Lula se puso la camiseta verde, pues el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán, le entregó una de la Selección Mexicana con el número diez y el nombre de Lula... Qué listo Felipe Calderón: y es que, en este partido, México y Brasil no se van a ir a penales…
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”, Excélsior, 8 de agosto.

Alegóricamente, Felipe Calderón le dedicó Samba pa’ti — la canción de Carlos Santana— a su homólogo brasileño, Inacio Lula da Silva. Por lo que se vio, Calderón extendió la mano a su homólogo brasileño y éste la aceptó con especial agrado.
Y aunque así pareció, lo cierto es que no fueron sólo fotos de caras risueñas y discursos de buenos deseos.
México y Brasil se acercaron mucho y tendieron lazos sólidos.
Tal vez el más importante para México, es el Memorándum de Entendimiento de Cooperación Energética.
Brasil es hoy, sin duda alguna, uno de los poseedores más importantes del mundo de tecnología para la exploración y explotación petrolera en aguas profundas. Petrobras posee tecnología de punta reconocida a nivel mundial para la producción de petróleo en aguas profundas y ultra profundas. Fue premiada dos veces, en 1992 y 2001, por la Offshore Technology Conference (OTC), con el galardón más importante para ese sector.
Y México hoy, requiere exactamente de esa tecnología para poder explorar y explotar en aguas profundas sus reservas petroleras.
La producción de petróleo en aguas profundas es una necesidad insoslayable para México.
Por eso es tan importante que Pemex y Petróleo Brasileiro S. A. (Petrobras), dos de las principales compañías del sector en el mundo, hayan decidido unir sus esfuerzos para beneficiarse mutuamente en lo que se refiere a los procesos de exploración y producción de crudo en aguas profundas y en yacimientos carbonatados fracturados.
Ambas empresas ampliaron el Convenio General de Colaboración que tienen desde 2005, con la firma de dos convenios específicos para el estudio conjunto de exploración y producción de yacimientos de crudos pesados y en yacimientos carbonatados fracturados.
En un breve acto, realizado en la Torre de Pemex, su director general Jesús Reyes Heroles González Garza, y por parte de Brasil, José Sergio Gabrielli de Azevedo, firmaron como testigos de honor los dos convenios.
Marco Antonio Mares, “Ricos y poderosos”, Crónica, 8 de agosto.

La visita del presidente brasileño Inácio Lula da Silva a México fue pragmática, francamente de negocios y preparada con antelación por el secretario de agricultura de Brasil, Reinhold Stephanes. La agenda real no fue alianzas entre Petrobrás y la maltrecha Pemex, que dirige Jesús Reyes Heroles, pues la agenda de políticamente posible es el acercamiento con los productores mexicanos de caña para exportar etanol a EU.
Con la fecha fatal del 31 de diciembre a cuestas para abrir la importación de azúcar en el marco del TLC, trabajadores empobrecidos y un sofocante contrato ley, la situación se perfila catastrófica para los ingenios azucareros, como lo acepta el senador Juan Bueno Torio si no se fabrican biocombustibles.
Pero salvo el Grupo Azucarero México, que dirige Juan Cortina y los inversionistas estadunidenses Mike Locascio y Peter Jordan, que van al negocio del etanol en Veracruz, la industria cañera en su conjunto está enfrascada en grillas y mezquindades que les impediría unirse con los gigantes que Lula vino a presentar como UNICA que conduce Antonio de Padua y COSAN al mando de Paulo Diniz.
Mauricio Flores, “Gente detrás del dinero”, Milenio, 9 de agosto.

La diversificación ha sido muy beneficiosa para Brasil. Lejos de afectar la soberanía nacional, la ha fortalecido. En los años setenta, el país padecía un déficit crónico que lo obligaba a importar grandes cantidades de petróleo crudo con precios crecientes que estaban postrando la economía nacional. La solución que se buscó entonces fue promover el consumo de etanol en lugar de gasolina, pero esto hizo más costoso el combustible y redujo la competitividad del país. Mucho más eficiente ha sido ahora la apertura. Actualmente Brasil es ya el 15to país petrolero del mundo, con una producción de 2 millones de barriles diarios; su consumo, de 1.6 millones, le deja un margen de exportación.
Los brasileños se han hecho particularmente expertos en la exploración y producción de petróleo en aguas profundas. Pese a lo que piensa Andrés Manuel, encontrar yacimientos en alta mar y desarrollarlos rentablemente no es nada fácil. Se requiere de una experiencia y de una tecnología que México simple y sencillamente no tiene.
En el campo de las refinerías de gasolina, en que la participación de la iniciativa privada en Brasil es también muy importante, Petrobras tiene también mucho que aportar a México. Como bien lo dijo el presidente Calderón, "mientras México sigue importando gasolina, a pesar de ser un país petrolero, Petrobras está no sólo produciendo, sino está exportando gasolinas hechas en Brasil".
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 8 de agosto.

Geopolítica latinoamericana.
La visita a México esta semana del presidente del Brasil, Luis Inácio Lula da Silva (a partir del 5 de agosto), y la del de Argentina, Néstor Kirchner (30 de julio a 1º de agosto), configuran una significativa recomposición de la estrategia de política exterior de México, para reconocer que, aparte de la indudable prioridad de la relación con Estados Unidos, nuestro país mantiene una importante afinidad con América Latina (y con Europa) derivada de sus lazos históricos, desafortunadamente no siempre traducidos en hechos.
Lo más urgente resulta el replanteamiento y fortalecimiento de las relaciones con Brasil, como parte de una mayor cooperación con el grupo ABC (Argentina, Brasil, Chile), dejando de lado cualquier rivalidad mal entendida, a favor de una asociación, que, además, sirva de base a la cooperación de México con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR, integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) y la Comunidad Sudamericana de Naciones (proceso más amplio de integración en esa región). A diferencia del anterior, el gobierno actual de México parece entenderlo bien: la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, visitó Brasil en marzo de este año para encabezar la Primera Reunión de la Comisión Binacional, en seguimiento a los compromisos acordados por los Presidentes Calderón y Lula da Silva, durante su primer encuentro de este año, en Davos, Suiza, el 26 de enero.
Juan José Huerta, Crónica, 3 de agosto.

Es muy importante que esta asociación México-Brasil y México-ABC no sea vista como simple contrapeso a las relaciones con Estados Unidos, sino como parte de una visión de largo alcance en la competencia pacífica de toda América con otras regiones del mundo.
Ya ahora, México y Brasil, las dos mayores economías de América Latina, quienes juntas hacen el 60 por ciento de la región, con valores semejantes de producción global (PNB) aunque la población de México representa sólo un 55 por ciento de la brasileña, enfrentan en la arena internacional el espectacular avance de China e India, que compiten despiadadamente con costos laborales muchos más bajos (y otras virtudes y flaquezas de su forma de desarrollo).
Juan José Huerta, Crónica, 3 de agosto.

Hoy, parece que Calderón ha entendido que el camino estaba equivocado y que México necesita voltear más a Centroamérica y a América del Sur. Particularmente, nuestra relación con Brasil debe cambiar, nuestro país debe alejarse de buscar enfrentamientos y de competir con golpes bajos y debe buscar aliarse, el pacto de cooperación energética firmado hace unos días por ambos países es muestra clara de ello. Urge además, aprender de los avances que ha tenido el presidente brasileño durante su administración. A pesar de los problemas y boicots de la izquierda y la derecha al inicio de su mandato, Lula ha logrado enderezar el rumbo y reponerse de la crisis de los primeros años para llevar a su país por la senda del crecimiento y el desarrollo. Cada vez más inversionistas llegan a Brasil, un país que adquiere cada vez mayor peso en el contexto internacional. Cuando se habla de Brasil se habla hoy en presente, pero se habla más conjugando en futuro.
Miguel González Compeán, Crónica, 10 de agosto.

Los abucheos a Lula.
Que si los grupos más obstinados del lopezobradorismo apenas tuvieron fuerza para protestarle hace tres semanas al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de plano llegan exhaustos.
No se prevén protestas de consideración, ni siquiera afuera de Palacio Nacional, donde Lula cenará mañana.
No prendió el argumento de que el brasileño viene a México como gerente de ventas de las empresas que producen etanol, como una especie de “esquirol energético” del venezolano Hugo Chávez, ese sí, amigo del gobierno legítimo de México.
A pesar de ser un símbolo de la izquierda latinoamericana, Lula nunca dudó en reconocer a Felipe Calderón como ganador de las elecciones de 2006.
“Trascendió”, Milenio, 5 de agosto.

Día de abucheos contra Lula. Fue la consigna que diversas organizaciones brasileñas realizaron el pasado sábado en contra del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, debido a los múltiples problemas que se viven en ese país, principalmente la crisis aérea, la inseguridad y los escándalos de corrupción.
Desde ayer el mandatario brasileño está en nuestro país, y hoy se reúne con el presidente Felipe Calderón.
Esperemos que la estrategia de abucheos no sea usada por el “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador, y que su secretario de Relaciones Internacionales, Gustavo Iruegas, no lo declare persona non grata, como lo hizo con José Luis Rodríguez Zapatero. Después de todo Lula también reconoció a Calderón
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 6 de agosto.

Las reacciones de López Obrador ante la visita de Lula.
López Obrador no debería molestarse tanto con los mandatarios de izquierda, cómo Bachelet, Zapatero o Lula, que visitan a ese Presidente que él dice que no es Presidente porque no es legítimo como él. Debería más bien prestarles atención a quienes están venciendo a la pobreza en sus países. Un político realmente de izquierda debería estar estudiando el caso exitoso de Petrobras, en lugar de pedirle a Lula que no permita que la mayor petrolera de Brasil contamine con su buen ejemplo a nuestro tullido monopolio petrolero.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 8 de agosto.

Mala semana para AMLO, quien tuvo el infortunio de amenazar al visitante brasileño. Muy a su manera le advirtió: “Desde aquí le decimos a Lula: no vamos a permitir la privatización de Pemex en ninguna de sus modalidades”.
A AMLO no le importa que Pemex esté en bancarrota y necesite, de manera urgente, capitales frescos para su sobrevivencia financiera. Ni le importaron las recomendaciones de Lula para abrir a la petrolera mexicana a otro tipo de inversiones, con el propósito de beneficiar a los mexicanos. Andrés Manuel está cerrado, bloqueado, atrapado en sus propios odios.
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 9 de agosto.

Así, cuando el presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva vino a visitarnos, además de cometer un acto de asquerosa traición a la “izquierda” (al reconocer a Calderón como presidente), logró de alguna forma amenazar la gran fantasía reaccionaria de Andrés Manuel López Obrador: que se roben Pemex.
“Ahora viene un Presidente que nosotros respetamos, (¿cuáles presidentes no respetamos?)… viene a tener un encuentro con el Presidente espurio, y han filtrado que van a firmar un convenio para llevar a cabo la explotación del petróleo mediante acuerdos de riesgo…” nos informó el Legítimo, al tiempo que comandó “desde aquí les decimos: no vamos a permitir la privatización de Pemex”. Y aprovechó para regocijarse con su propia visión de la realidad: “Andan desesperados los de la derecha, más que nada Calderón y su mafia, entonces, andan queriéndole agarrar la pierna a todo el que se deja”.
La derecha no debe estar tan desesperada si puede agarrarse de la pierna de Zapatero, Lula, Kirchner y ahora hasta de Chávez. Pero para nuestro rayo de esperanza, las visitas de todos estos presidentes — innegablemente izquierdistas y algunos de ellos muy progresistas— son una muestra más de cómo el gobierno del Espurio se está cayendo a pedazos y su fin está cada vez más cerca.
Andrés Pascoe Rippey, Crónica, 11 de agosto.

Amenaza, por ejemplo, con quitarles el saludo a los legisladores que se atrevan a discutir la propuesta calderonista de reforma fiscal, y ha llegado a decir que Luis Inácio Lula da Silva puede ser “utilizado” por el gobierno calderonista como “punta de lanza” para… ¡privatizar Petróleos Mexicanos!
“No queremos que utilicen a un gobierno de izquierda, en este caso al de Brasil, con su paraestatal petrolera como punta de lanza para la entrega del petróleo mexicano. Tratan de usar primero a Petrobras, para que luego cualquier otra trasnacional venga a llevarse nuestro petróleo”, aseguró.
No habla ya del paisa Zhenli Ye Gon, pero durante varias semanas estuvo tan aferrado al embuste que Leonel Cota lo oficializó, al decir que ese caso “tiene enormes secuelas que dan muestra de que la mafia de la política ha llegado a acuerdos con la mafia".
Y para no quedarse atrás acaba de inventar su propio cuento chino: el de una “reunión secreta” de Felipe Calderón con Carlos Salinas,“para ponerse de acuerdo acerca de cómo van a enfrentarnos, porque no están satisfechos, no están contentos por habernos robado la elección, porque saben que seguimos adelante y eso les preocupa mucho…”.
Carlos Marín, “El asalto a la razón”, Milenio, 13 de agosto.

Comentariosposteriores.
CUENTAN por ahí que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, podría reanudar pronto sus giras internacionales.
POR LO PRONTO ya tiene una invitación en firme por parte del presidente de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva, para darse una vueltecita por aquellas tierras.
Y EL PRETEXTO... perdón, el motivo de la visita sería conocer de cerca lo que los brasileiros han avanzado en el uso de combustibles alternativos como el etanol para combatir la contaminación ambiental en sus ciudades.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 7 de agosto.

La visita de Lula a México puede ser vista como un motivo de fiesta por dos razones. La primera, para que sea el parte aguas de un nuevo papel de México frente a Latinoamérica. En el cual se replanteen las prioridades y recuperemos ese lugar privilegiado de liderazgo y de apoyo para los países de Latinoamérica. Sin querer ser otra vez los hermanos mayores que tal vez nunca fuimos, necesitamos crear nuevas relaciones y adoptar un papel de amigos, y sobre todo, de socios con nuestros vecinos del sur. Festejemos también que Lula ha venido y que las diferentes fuerzas políticas parecen abiertas a asimilar la experiencia de gobierno brasileña. Las políticas públicas desarrolladas por el partido de Lula en los últimos años deben ser marco de referencia y de ejemplo para la parte desorientada de la izquierda nacional, así como para el gobierno federal sin importar que sea del PAN, si hay buena disposición, habrá siempre lecciones que se pueden aprender.
Miguel González Compeán, Crónica, 10 de agosto.

El pasado fin de semana hizo una meteórica visita el presidente de Brasil, Lula da Silva. De regreso a su país estuvo en Managua, lanzó una interesante iniciativa. Propone que en la cumbre que tendrá lugar el próximo octubre en Chile, los presidentes jueguen un partido de futbol. De esa manera liberarían sus tensiones. Imagínense al venezolano Hugo Chávez, al boliviano Evo Morales, al peruano Alan García, al argentino Néstor Kirchner y al nicaragüense Daniel Ortega correteando la pelota. Y, desde luego, a nuestro crack Felipinho. Claro, el mexicano exigiría que el árbitro fuera Luis Carlos Ugalde para asegurarse que ganó su equipo "aiga sido como aiga sido
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 12 de agosto.

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