Mutismo oficial ante el cierre de radio comunitaria

El gobierno de Oaxaca se cierra a la pluralidad de voces debido a que no quiere escuchar opiniones contrarias a su política, lo que demostró al cerrar, perseguir y censurar "sin motivos judiciales" -desde hace nueve meses- la radio comunitaria Nandia, denunció Melquiades Rosas, representante legal de ese medio.

Dijo que el pasado 24 de agosto, un "grupo de choque, simpatizante del priísmo y enviado por la administración de Ulises Ruiz Ortiz", tomó, sin orden judicial de por medio, las instalaciones desde las que transmitía Radio Nandia; "entraron armados y amedrentando al personal" para clausurar la radiodifusora, misma que cuenta con el permiso oficial para sus transmisiones.

Melquiades Rosas dijo que varios meses antes del cierre, directivos de ese medio recibieron vía telefónica la amenaza de Armando Navarrete Cornejo, director de planeación y desarrollo del gobierno estatal, quien advirtió que tendrían que moderar sus contenidos, porque estaban afectando a líderes priístas de la región.

Este medio de comunicación, explicó, es la voz de varias comunidades del municipio de Mazatlán Villa de Flores, y pese a contar con el marco legal requerido para sus transmisiones, fue clausurado sin que hasta la fecha las autoridades, tanto federales como estatales, respondan al respecto. Subrayó que tras las amenazas del funcionario local acudieron a interponer una denuncia ante el Ministerio Público Federal, misma que hasta la fecha no ha sido respondida.

Asimismo, dijo que los responsables de Radio Nandia desean recuperar el equipo tecnológico, con un valor aproximado de 400 mil pesos, que confió debe seguir en las instalaciones.

Señaló que "vienen procesos interesantes" para Oaxaca, como los próximos comicios para renovar Congreso local y alcaldías, las manifestaciones de la sección 22 del magisterio y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, y que con el cierre de su estación "todo ese concierto social no puede salir al aire". Añadió que en ese estado coexisten 16 lenguas originarias, muchas de ellas en peligro de desaparición, mismas que con las radios comunitarias se siguen impulsando.

Nota de Emir Olivares Alonso, La Jornada, 22 de junio.