Univisión en 2005

En http://www.espacioblog.com/panoptico/post/2007/07/25/univision-2004 proporcionamos una serie de notas y comentarios de los principales acontecimientos que caracterizaron a Univisión durante 2004: el cambio de residencia de Emilio Azcárraga Jean a Miami para fortalecer la alianza de Televisa con la televisora estadunidense y, al menos en ese momento, su no-interés por aumentar su participación accionaria. Durante 2005 el tema de la televisora se centró en la decisión de Jerrold Perenchio, entonces presidente de Univisión, de designar como su sucesor a Ray Rodríguez sin consultar a los principales accionistas: Azcárraga Jean en México y Gustavo Cisneros en Venezuela. En parte debido a esta decisión, Televisa prohibió a Univisión utilizar sus contenidos y a sus artistas presentarse en los eventos de la televisora. Prácticamente al mismo tiempo, Azcárraga Jean renunció al consejo directivo e interpuso una demanda por 5.2 millones de dólares contra Univisión por concepto de regalías. A continuación, los detalles del suceso, acompañados de análisis realizados por columnistas de los periódicos capitalinos.

RESULTA QUE TELEVISA, de Emilio Azcárraga, dio instrucciones para eliminar cualquier tipo de colaboración extracontractual con Univisión, a raíz de que Jerry Perenchio decidiera nombrar a Ray Rodríguez como su nueva cabeza operativa, no obstante la petición de la televisora mexicana y de Venevisión, de Gustavo Cisneros, de evaluar otras opciones. Televisa posee 10.8 por ciento de Univisión y Venevisión el 13 por ciento. Perenchio a su vez es dueño del 10.3 por ciento, pero por cada acción tiene 10 para el voto. Ha sido el mandamás de esa compañía desde hace años. Hoy tiene 74 años y en su momento también libró diferencias con el desaparecido Emilio Azcárraga Milmo.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 17 de febrero.

Sorpresivo resultó el nombramiento de Ray Rodríguez como presidente y director ejecutivo de Univision, lo que provocó el enojo de Emilio Azcárraga Jean y Gustavo Cisneros, que representan a Televisa y Venevisión, respectivamente, los principales socios de la cadena hispana.
Pero más allá de las implicaciones de ajustes directivos, las versiones sobre una supuesta prohibición para que el talento artístico de Televisa no participe en eventos de Univision fue exagerada, porque desde la administración central de Televisa nunca se giró ninguna orden en ese sentido; lo que es un hecho es que varios artistas decidieron mantenerse al margen hasta que se aclararan las versiones de las diferencias entre los accionistas de Univision.
Los colaboradores más cercanos, y amigos de Azcárraga Jean se encuentran más preocupados por el próximo nacimiento del hijo del presidente de Televisa, quien desde hace meses se instaló en Miami en espera de su primogénito.
Roberto Aguilar, “Momento Corporativo”; El Universal, 21 de febrero.

Alfonso de Angoitia, director de finanzas de Televisa, ayer aprovechó un conference call para dejar claro que no dejarán en paz al nuevo director de Univisión, Ray Rodríguez, y que no pararán, hasta que no recuperen el control directivo de esa televisora. Hace un par de semana el socio mayoritario, Jerold Perenchio (11.5% de las acciones), nombró a Rodríguez como Director General sin consultar a Televisa, (10.9% de las acciones) y en venganza, Televisa prohibió a sus artistas exclusivos aparecer en los programas de Univisión, e informó que programación que no es parte del convenio de contenidos con Univisión, que vence en el 2017, como El Chavo serán comercializados a través de otra empresa. Uno de los pocos errores que cometió Emilio Azcárraga Jean cuando asumió el control de Televisa, fue su relación con Univisión y ha ido corrigiéndolo poco a poco, entre otras cosas, con su intento por obtener la nacionalidad estadounidense para poder optar por tomar el control directivo de Univisión. La relación entre Univisión y Televisa cada vez se deteriora más y no sería nada difícil que antes de lo esperado llegara a un terreno francamente hostil. Hasta el momento, Televisa está dejando claro que no piensa perder el control de Univisión en manos de Perenchio...
David Páramo, “Hombres de nombre”, El Economista, 24 de febrero.

Televisa, el mayor conglomerado de medios del mundo hispano, dijo el miércoles que su socio estadunidense Univisión debe mejorar su gobierno corporativo y armar un plan de sucesión de directivos, luego de que la cadena designara a su nuevo presidente, Ray Rodríguez, sin consultar al grupo mexicano. La decisión de Univisión, la mayor cadena de televisión hispana de Estados Unidos, no cayó bien a Televisa, que esperaba participar en el proceso de elección del ejecutivo. "Esperamos que Univisión mejore su gobierno corporativo en el futuro y continúe teniendo discusiones tanto a nivel del consejo como de la administración de la empresa", dijo Alfonso de Angoitia, presidente del comité de finanzas y mano derecha de Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa en una conferencia telefónica con analistas.
Reuters, La Jornada, 25 de febrero.

El futuro heredero de Televisa, Emilio Azcárraga IV, es ciudadano estadunidense y mexicano, posee doble nacionalidad. Apenas llegó al mundo el 19 de febrero. Los Azcárraga han tenido problemas para extender su imperio a Estados Unidos, porque la ley limita la propiedad de la televisión a extranjeros, pero tal vez el nuevo heredero ayudará a resolver la situación; bastará con que al cumplir su mayoría de edad opte por la ciudadanía estadunidense. Eso si no se le adelanta su papá, Emilio III. Lo que está en juego es Univisión, la mayor cadena televisiva de habla hispana en Estados Unidos. Su socio Jerrold Perenchio, aunque ya sobrepasó la edad del retiro -tiene 74 años-, no quiere cederle el control.
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 11 de marzo.

La renuncia de Emilio Azcárraga Jean y Alfonso de Angoitia al consejo de administración de Univisión, así como la demanda por 5 millones de dólares en contra de esa televisora, sólo es un round más de un rompimiento mucho más que anunciado. Azcárraga Jean había venido tomando durante los últimos tiempos una serie de acciones, entre ellas pasar una buena parte del año en Estados Unidos, para tomar la nacionalidad y, a partir de ahí, lanzarse por la presidencia de Univisión; sin embargo, el accionista mayoritario tomó todas las acciones a su alcance para bloquearlo puesto que incluso hizo cambios corporativos a sus espaldas entre los que está el nombramiento de Ray Rodríguez que inició la disputa. Ante esa acción, Televisa prohibió a Univisión usar sus contenidos. Ayer, además de renunciar al consejo de administración demandaron una indemnización de 5 millones de dólares porque Univisión habría seguido usando contenidos de Televisa. Esta lucha, sin lugar a dudas, sigue y pronto vendrá el contraataque de Univisión...
David Páramo, “Hombres de nombre”, El Economista, 11 de mayo.

Tras la renuncia de Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, al consejo de Univision, el empresario mexicano interpuso una demanda en contra de la cadena estadounidense en la que reclama el reembolso de aproximadamente 5.2 millones de dólares por concepto de regalías.
Esta decisión se da después de los desacuerdos que surgieron en febrero de este año con Jerry Perenchio, presidente de Univision, al designar a Ray Rodríguez como presidente de operaciones de la compañía, lo cual no fue consultado con Emilio Azcárraga, quien fungía hasta ayer como vicepresidente del Consejo de Univision.
A esto se le sumó la disputa por el pago de regalías del primer trimestre de este año, las cuales fueron inferiores a las esperadas por la televisora mexicana en 1.5 millones de dólares, correspondientes al Premio Lo Nuestro, monto que también reclama la televisora mexicana.
Sin embargo, la suma que exige Televisa podría alcanzar los 5.2 millones de dólares, debido a que se incluirían las regalías de otros programas.
Televisa aporta alrededor de 70 por ciento de la programación del horario estelar de Univision, empresa en la que además tiene una participación de 9.3 por ciento.
Alfonso de Angoitia, vicepresidente de finanzas de Grupo Televisa, también decidió salir de este Consejo.
Analistas financieros consultados destacaron que este proceso no significa la salida de Televisa de Univision, ni la cancelación del contrato que vence en 2017, y observaron este proceso como una forma de exigir el pago de las regalías que considera la televisora mexicana les debe Univision.
Televisa nombrará a otros dos miembros en lugar de Azcárraga y De Angoitia.
Ana Gabriela Ocejo, analista de Scotiabank Inverlat, consideró que la noticia genera incertidumbre sobre los ingresos que provienen de Univision para Televisa, aunque no se observa en el corto plazo un cambio sustancial al acuerdo comercial.
Con esta decisión, las posibilidades son mínimas de que Emilio Azcárraga pueda incrementar su participación en Univision, agregó.
Por su parte, Gerardo Copca, analista de Monex grupo financiero, comentó que la renuncia de Emilio Azacarrága al consejo de Univision puede ser una solución adecuada, puesto que el negocio en Estados Unidos se ha limitado mucho para Televisa.
Voceros de Televisa indicaron que la empresa no tenía comentarios sobre el tema.
En 2004 Univision pagó 105 millones de dólares en regalías a Televisa, 4 por ciento de sus ingresos consolidados, y para 2005 la empresa mexicana espera recibir 115 millones de dólares.
El contrato firmado entre Televisa y Univision establece una regalía para la compañía mexicana que va desde 9 por ciento de las ventas combinadas de Univision y Galavisión de 2001, más un porcentaje incremental de 3 por ciento sobre las ventas de los años subsecuentes, así como las ventas de Telefutura, filial de Univision.
De acuerdo con Ocejo, los ingresos por regalías mostraron una tasa ponderada de crecimiento en el periodo 2001 al 2004 de 11.6 por ciento y "esperaríamos que esta cifra continúe en aumento, gracias a los buenos resultados de Univision".
Nota de Angelina Mejía, Fernando Pedrero y Marco Durán, El Universal, 11 de mayo.

Ahora es Televisa vs. Univision. Emilio Azcárraga demanda que le reembolsen 5.2 millones por concepto de regalías… Televisa aporta 70% de la programación del horario estelar y tiene 10.9% de la participación accionaria. Esto se da, además, después de que Azcárraga renunció a estar en el Consejo de Administración de Univisión. Es una historia que tiene que ver con la sucesión… no presidencial, sino de esa empresa. Azcárraga quiere ser el Presidente, tener mayor participación. Entre otras cosas, por algo se fue a vivir a Estados Unidos.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 11 de mayo.

Otro teleculebrón: Emilio Azcárraga Jean y Alfonso de Angoitia salieron del consejo de administración de Univisión. Hizo crisis su enfrentamiento con Jerrold Perenchio, mandamás de la primera cadena de televisión de habla hispana de Estados Unidos, que no quiso heredar su puesto a Azcárraga Jean. No está muy lejano su retiro de los negocios, sin embargo, prefirió dejar en su lugar a su delfín, Ray Rodríguez, joven ejecutivo de su confianza. Las cosas no quedaron ahí. Televisa anunció que demandó en tribunales de California a Univisión por una cifra superior a 5 millones de dólares. La base de la demanda es el uso indebido de la programación que Televisa proveé a la cadena estadunidense.
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 11 de mayo.

AYER TRASCENDIÓ AL mercado lo relativo a la salida de Emilio Azcárraga y Alfonso de Angoitia del consejo de Univisión y de la demanda que Televisa inició el lunes en los tribunales estadounidenses contra la televisora que preside Jerry Perenchio. Lo que sucede es que esta última ha retenido pagos de regalías de este año que equivalen a 1.5 millones de dólares. La empresa de San Ángel acusó a Univisión de reinterpretar el contrato vigente desde hace 14 años. Esta última asevera que habría sobrepagos equivalentes a 5 millones de dólares. Lo interesante es que algo similar ha sucedido con Venevisión. Cisneros, el acaudalado empresario venezolano, está también molestísimo, por lo que no se descarta que arranque acciones similares. Mientras éste tiene el 13 por ciento de Univisión, Televisa posee el 10.8 por ciento con un paquete de mil millones de acciones que significan 970 millones de dólares. Las regalías del contrato de programación que se tiene con la televisora de Estados Unidos implicaron el año pasado ingresos por 105 millones de dólares, y para este se proyectan 115 millones de dólares. La demanda de Televisa está en manos del famoso litigante Davis Boies, que entre otros casos está el de su defensa a la administración de William Clinton en el tema de monopolio versus Microsoft, de Bill Gates. Las diferencias entre Televisa y Univisión arrancaron en 2004 cuando Perenchio impuso a Rey Rodríguez, ex representante de Julio Iglesias, como nuevo director de la firma. De nada valieron los reclamos de Televisa y Venevisión. Es conocido el estilo personal de gobernar de Perenchio con 74 años de edad y 14 al frente de Univisión en su nueva época, luego de que Hallmark decidiera desprenderse de la misma. Televisa argumenta una flagrante violación al contrato, no sólo por la retención de regalías, sino porque igual se ha detectado una recurrente edición del material que se envía. En un escenario extremo ambas causas podrían motivar la rescisión del contrato a Univisión. Para ésta los contenidos de Televisa han sido fundamentales para ganarse al mercado hispano. Así que un rompimiento definitivo la pondría en verdaderos aprietos, máxime si Venevisión también opta por un camino similar. El tema apenas comienza.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 11 de mayo

Han comenzado a surgir dudas en torno al segundo round del rompimiento entre Televisa y Univisión. Como le informamos ayer Emilio Azcárraga Jean y Alfonso de Angoitia renunciaron al consejo de administración de Univisión y Televisa presentó una denuncia para cobrar más de 5 millones de dólares en regalías. Azcárraga Jean estaba tratando de hacerse del control de esa televisora en Estados Unidos, pero Jerry Perenchio, presidente del consejo de administración de esta cadena, dejó claro que no se haría a un lado. La primera muestra del rompimiento se dio hace unos meses cuando Perenchio nombró a Ray Rodríguez como director de Univisión sin consultarlo con los representantes de Televisa quienes reaccionaron prohibiendo a sus artistas exclusivos aparecer en programas de Univisión (por ahí se ha generado la confusión de que era de uso de programación pero no puede ser así porque Azcárraga Jean firmó un convenio de programación hasta 2017) y el martes se anunció la segunda fase de esta lucha. En los últimos tiempos se ha registrado un cambio en el balance dentro de Univisión. Perenchio quien siempre ha tenido el apoyo de los accionistas estadounidenses. Más allá de su porcentaje accionario, Televisa tenía el apoyo de Venevisión, propiedad de la familia Cisneros; sin embargo, parecería que Cisneros ha cambiado su apoyo y ahora estaría a favor del grupo de Perenchio de ahí que la administración esté reinterpretando el contrato de contenidos con Televisa y esté buscando disminuir el pago de regalías. Cuando Azcárraga Jean tuvo que vender parte de sus títulos en Univisión para tomar plenamente el control de Televisa tras la muerte de su padre Emilio Azcárraga siempre pensó en regresar a Univisión, pero parecería que el camino de vuelta ha resultado muchísimo más complicado de lo que él mismo esperaba. Hay quienes recomiendan que enfrente este asunto de una manera mucho más prudente, puesto que parecería que recurrir a los tribunales y renunciar al consejo de administración es una medida equivocada...
David Páramo “Hombres de nombre”, El Economista, 12 de mayo.

Aunque la mala relación entre Televisa y Univision, la principal cadena de habla hispana en Estados Unidos, se remonta a una década, la gota que derramó el vaso fue un desfase en el monto de las regalías por la proyección de sus programas que la firma mexicana proveía para este año.
El cálculo hablaba de un ingreso de 115 millones de dólares, es decir 10% más allá de lo estimado en el 2004.
La cifra es equivalente a la facturación adicional prevista por la televisora para el año próximo por la transmisión de la copa mundial de futbol y la derrama por concepto de campañas políticas.
El caso es que en el primer trimestre del año Univision entregó sólo 26 millones de dólares, que representaban apenas un incremento de 3.6% respecto de lo obtenido en el mismo lapso del año pasado, lo que rompía las expectativas.
La demanda, pues, llegó por vía natural, tras el alegato de Univision de que entre 1996 y 2004 había cubierto regalías que no le correspondían.
Ahora que el sueño de Emilio Azcárraga Jean, de alcanzar mayoría de capital en la firma estadounidense por la vía de optar por la ciudadanía del país del norte como alternativa para eludir la prohibición para extranjeros de acumular más de 25%, se desvaneció cuando el presidente de la cadena, Jerrold Perenchio, designó como su sucesor a Ray Rodríguez.
El nombramiento no fue consultado a Televisa, pese a tener 11% del capital, lo que había obligado al propio Azcárraga Jean y al vicepresidente de Finanzas de la firma mexicana, Alfonso de Angoitia, a renunciar a sus asientos en el Consejo de Administración de Univision.
El pleito podría prolongarse durante dos años.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 12 de mayo.

¿Cuál es la diferencia entre Televisa y Univisión? Ninguna. O prácticamente ninguna, financieramente hablando. Así lo demuestran algunas cifras del mercado, que ayer le daban un valor de capitalización a la empresa de Emilio Azcárraga de aproximadamente ocho mil 335 millones de dólares; mientras que la firma de Jerrold Perenchio valía más o menos lo mismo: ocho mil 224 millones de dólares. O sea, el mercado las percibe igual.
Pero la empresa de Azcárraga es muy fuerte. Sus ventas anuales rondan los dos mil 500 millones de dólares, y en el último año ha incrementado su eficiencia. Se volvió 34 por ciento más rentable, en términos operativos, durante 2004.
Es muy poco dinero lo que Televisa está demandando de Univisión. La cifra de 5.2 millones de dólares que busca la empresa de Azcárraga representa menos de 5 por ciento de los 115 millones de dólares que la firma mexicana estima recibir este año por regalías de los programas que se retransmiten en Estados Unidos.
Si las ventas anuales de la televisora mexicana son tan grandes y las regalías que cobra a Univisión tan pequeñas, ¿qué explica entonces la confrontación directa que ha sido llevada a un tribunal de California?
No es tan sencillo irse de frente contra una televisora importante en Estados Unidos. Entre las fortalezas de Univisión se encuentra el valor que le da el mercado, muy similar al de Televisa a pesar de tener ventas mucho menores. El año pasado Univisión facturó mil 786 millones de dólares, es decir vende 30 por ciento menos que la empresa de Azcárraga. Eso significa que el mercado la percibe con amplio potencial, pues a menores ventas le está otorgando un valor similar al de la mexicana. Ahí está el quid.
Univisión se siente vulnerable. La firma de Perenchio incurrió en un error estratégico elemental: depender demasiado de Televisa. Así lo ha confesado la propia televisora estadunidense, la cual señala tres beneficios de trabajar con Televisa. Primero: garantía de acceso a programación altamente deseada por la audiencia; segundo: una estructura de costos predecible, y tercero: una disminución de costos en caso de posibles “fracasos” televisivos.
Univisión siempre ha anclado muchas de sus ventajas en el grupo de Azcárraga. Pero de repente estas ventajas pueden esfumarse. Televisa podría decidir apretar más las negociaciones sobre los precios de sus producciones y dejar la relación en lo puramente comercial. Eso sí, a la firma de Azcárraga no le convendría apartar los personajes de sus telenovelas y shows de ese apetitoso mercado hispano, por lo que habrá de pensarlo dos veces antes de llevar más lejos el rompimiento del pasado martes. Ayer, mientras tanto, hubo reunión de accionistas de Univisión.
Carlos Mota, “Cubículo estratégico”, Milenio, 12 de mayo.

Justo cuando se comentaba que el área de programación de Televisa podría sustituir el programa de humor Par de ases por otro realizado por Univisión -lo que hubiera sido inédito, el ceder a una productora externa su canal y horario estelar-, se da un nuevo distanciamiento entre ambas televisoras.
Que Emilio Azcárraga Jean se haya salido del Consejo de Administración de Univisión y la demandara por 1.5 millones de dólares por rompimiento de contrato y edición indebida de sus programas, no es una medida extrema.
Extremo hubiera sido deshacerse de su 10% de participación accionaria y buscar rescindir los acuerdos de programación hasta el 2017. Y, para rematar, aliarse con Telemundo.
Pero Azcárraga Jean sabe que con el monopolio casi total que ejerce del star system hispano, con sus tentáculos en todas las áreas del entretenimiento, a Univisión no le quedará más que negociar.
Este tipo de presión ejercida por Televisa no es nueva. Cuando la televisora estadounidense quiso entrar de lleno a la industria de la radio con la adquisición, en junio de 2002, de Hispanic Broadcasting Corporation, Azcárraga Jean, como accionista de Univisión, vetó esa compra, y sólo la permitió hasta que logró que se hiciera un nuevo acuerdo de programación favorable para él.
En otras palabras, su poder es tal que, a pesar de ser accionista minoritario, puede poner en jaque mate a la televisora estadounidense.
Estos argumentos de fuerza de Televisa no podrían ser posibles de haber existido, desde su origen, leyes antimonopólicas en nuestro país.
Incluso ahora mismo, con la cláusula antimonopolio del artículo 28 de la Constitución u organismos como la Comisión Federal de Competencia, no se puede hacer nada para prohibir que sea vetado un actor si se independiza y acepta trabajar en otra compañía, por poner un ejemplo.
Por lo anterior, me parece que una empresa como la de Azcárraga, que le debe tanto al sistema político mexicano -tanto pasado como presente- nunca debería ser reconocida como demócrata. Lo digo por ese premio nacional de periodismo que recibió por su serie México, la historia de su democracia.
Gerardo Soriano, “Medios y remedios”, El Economista, 16 de mayo.

En el pleito entre Univisión y Televisa, tiene más que perder la estadunidense que la mexicana.
En el corto y mediano plazos, Televisa podría dejar de registrar ingresos importantes por concepto de regalías, si es que Univisión decide dejar de pagarlas, por completo, a la televisora mexicana. En el peor de los escenarios, obviamente sería costoso para Televisa de Emilio Azcárraga Jean.
Pero comparativamente, sería un costo menor para Televisa respecto de los que podría tener Univisión porque ésta perdería acceso al contenido de la televisora mexicana, que a la fecha representa el 90% de su horario estelar.
Para Televisa el peor escenario es que rompan el contrato. Este representa sólo el 4% de sus ingresos totales.
En cambio, para Univisión, la programación de Televisa representa el 50% de sus ingresos totales.
Además, Televisa podría venderle a otra cadena su programación. Y para Univisión conseguir otra programación que le guste a la audiencia estadunidense es complicado. En otras palabras, en éste pleito, Univisión tiene más que perder que Televisa.
Azcárraga Jean y el vicepresidente de finanzas Alfonso de Angoitia, renunciaron al consejo de administración de Univisión para demandar legalmente a ésta última el pago de 1.5 millones de dólares por regalías retenidas. Televisa nombrará, en breve, sustitutos para esas posiciones.
Las renuncias son el último capítulo de un pleito que se originó cuando el presidente ejecutivo de Univisión, Jerrold Perenchio —que tiene el 10.3% de participación en la empresa— nombró a Ray Rodríguez como su virtual sucesor, a inicios de año, sin discutirlo con Televisa ni con Venevisión, que en conjunto suman 25% de participación.
Más tarde se registró la retención parcial a Televisa, de regalías, por parte de Univisión en el primer trimestre de este año. La estadunidense decidió deducir los ingresos de ciertos programas en el cálculo de los derechos. Televisa que tiene un acuerdo con Univisión para proveerle programación hasta el 2017 no estuvo de acuerdo con esa medida.
Univisión niega haber violado los contratos y planea defenderse vigorosamente de la demanda de Televisa.
Por los shows, telenovelas y transmisiones deportivas que vende a la cadena estadunidense, Televisa todavía espera recibir 115 millones de dólares en regalías por parte de Univisión en 2005 (3.9% de los ingresos estimados), pero no se sabe si Univisión decidirá ajustar aún más las regalías durante los siguientes trimestres. Los analistas consideran que ésta es una noticia negativa para Televisa ya que indica que la relación con Univisión continúa deteriorándose.
¿Qué es diferente en esta ocasión? Univisión nunca antes se había metido en el tema de las regalías.
Y aunque ésta no es la primera vez que la relación entre Televisa y Univisión se torna accidentada, por alguna razón sí es la primera vez que Univisión decide meterse con las regalías.
Univisión retuvo 1.5 millones de dólares en regalías relacionadas con el programa Premio a lo Nuestro durante el primer trimestre del 2005 el cual habían estado pagando durante los últimos 14 años.
Las regalías totales al primer trimestre de 2005 de Univisión fueron de 23.6 millones de dólares. Televisa cree que estas regalías deben ser pagadas, aunque existe también el riesgo que Univisión exponga el monto que ha pagado por este programa durante los últimos 14 años, estimado en 10 millones de dólares.
Univisión tiene mucho que perder.
El peor escenario para Televisa sería claramente costoso, ya que podría perder hasta 90 millones de dólares este año por los próximos tres trimestres (3% de los ingresos), y 126 millones de dólares en 2005 (3.8% de los ingresos) si Univisión decide dejar de pagar por completo las regalías.
Lo anterior, sin embrago, es un golpe suave comparado con perder acceso a contenido que actualmente representa hasta el 90% del horario estelar de Univisión.
TELEVISA, SÓLIDOS RESULTADOS FINANCIEROS. Televisa enfrenta éste pleito, en un momento en que cuenta con sólidos resultados financieros. Al primer trimestre del año registró ventas por 6 mil 400 millones de pesos, cifra 4.6% superior año a año. La división de televisión abierta presentó un crecimiento del 1.7% año a año con 3 mil 400 millones de pesos. La división de canales de televisión de paga registró 253 millones de pesos y está consolidando totalmente los resultados de TuTV a enero de 2005, lo cual contribuyó con 18.9 millones de dólares en ventas. SKY reportó ventas por 1 mil 300 millones de pesos, 14% superiores año a año y un incremento de suscriptores del 25% a 1.1 millones, en línea con las expectativas. Las divisiones de televisión por cable (+8.1%) y radio (+12.7) también presentaron ventas positivas en línea con las proyecciones. Por el lado negativo, las exportaciones de programación disminuyeron 8%, debido principalmente a un ajuste en las regalías pagadas por Univisión. Televisa registró un margen Ebitda récord del 34.3%. El Ebitda reportado de 2 mil 200 millones de pesos estuvo por arriba de los estimados 1 mil 900 millones de pesos como resultado, principalmente, de un mayor Ebitda en televisión abierta que registró 1 mil 400 millones de pesos y de mejores márgenes en la división de programación para los canales de televisión de paga y en otros negocios. O sea que Televisa está fuerte y confía en que ganará el pleito con Univisión. Marco Antonio Mares, “Ricos y poderosos”, Crónica, 18 de mayo.

Todo indica que el pleito entre Televisa y Univisión irá hasta sus últimas consecuencias. La ofensiva legal la encabezan los mismos Emilio Azcárraga, Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez.
Es este último el que directamente lleva la estrategia, de ahí que esté invirtiendo buena parte de su tiempo entre Nueva York y Los Ángeles coordinando los esfuerzos de los despachos involucrados.
Uno es David Boise, célebre por representar al Gobierno de Bill Clinton contra Microsoft, de Bill Gates. Ahora mismo patrocina la defensa del ex presidente de la aseguradora AIG, Hank Greenberg.
Nos referimos a las acusaciones que por presunta malversación de fondos contables le hizo el Secretario de Justicia de Nueva York, Eliot Spitzer. Sin duda todo un especialista en conflictos corporativos.
Pero Televisa además contrató al no menos reconocido abogado Norman Leventhal, experto en temas de telecomunicaciones y ex comisionado de la influyente Federal Communication Commission.
Los mexicanos no escatimarán esfuerzos en el contraataque, que por ahora se circunscribe solamente a la retención de regalías por 1.5 millones de dólares que hizo Univisión en perjuicio de Televisa.
Este apenas sería el paso inicial de varios expedientes que se analizan contra Jerry Perenchio. El principal tiene que ver con abuso de poder en detrimento del resto de los accionistas de la principal cadena de televisión de habla hispana en Estados Unidos.
Y es que además de Televisa figura también como otro importante socio la venezolana Venevisión, del acaudalado Gustavo Cisneros, precursor de DirecTV y America Online en la región de Latinoamérica.
El inicio de las hostilidades de Univisión contra Televisa fue la designación que hizo Perenchio de Ray Rodríguez como presidente y CEO de la compañía, sin que mediara la mínima consulta con los otros dos socios.
Darío Celis, “Tiempo de negocios”, Reforma, 18 de mayo.

Emilio Azcárraga Jean y Alfonso de Angoitia sabían lo que hacían cuando dejaban el Consejo de Administración de Univisión, la compañía de televisión más grande de habla hispana de Estados Unidos. Parecía una decisión arrebatada, e incluso meter a Televisa contra Univisión tenía el símil de un David contra Goliat, si nos atenemos al valor del mercado de ambas empresas.
Pero, en cuestiones estratégicas, Univisión tiene mucho por perder. Tan sólo el 70% de su programación y el 50% del total de sus utilidades, provienen de Televisa. Es mucho.
Por ello, Azcárraga, presidente de Televisa y De Angoitia, vicepresidente de Finanzas de Televisa, se salieron tranquilos del consejo de Univisión con la firme intención de poderla demandar por no cumplir con el pago de regalías en el primer trimestre del año. La demanda fue por 1.5 millones de dólares.
Obviamente el pleito viene más atrás, cuando Jerry Perenchio, el fundador de Univisión, terminó eligiendo un director, Ray Rodríguez, sin consultar a ninguno de sus dos accionistas que le brindan contenido, ni a Televisa ni a Venevisión, los cuales están realmente molestos con la actitud de Perenchio, máxime el caso de la televisora mexicana que sigue apostando fuerte al mercado de habla hispana en EU.
Univisión ya se dio cuenta que Televisa no está jugando.
Primero, la televisora de Chapultepec ya empezó a tender otra red de distribuidores para el programa con más repetición y de mayor gusto en el mercado latino, el del comediante Chespirito.
Más adelante, los directivos de la televisora dejaron el consejo de administración de Univisión para poderla demandar por el pago de regalías, ya que tan sólo para este año, Televisa podría estar recibiendo 115 millones de dólares en regalías (telenovelas, transmisiones deportivas, shows, talk shows). Y ahora, el vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez, se encuentra afianzando la estrategia legal en contra de la cadena estadunidense.
En la demanda en contra de Unisivión, Televisa al igual que Venevisión podrían aludir la falta de respeto hacia los accionistas minoritarios, en un mal gobierno corporativo por parte de Perenchio.
Para Televisa la separación de Univisión le va a traer consecuencias negativas; pero, curiosamente, le traerá peores consecuencias a la cadena estadunidense, la cual depende en más del 70% de su programación de los contenidos de le empresa mexicana.
Univisión argumentará que el contrato por el cual Televisa se compromete a venderle, en exclusiva hasta el 2016, su programación, sigue vigente. Pero lo podrían romper, si alguna de las partes no cumple, como fue la de no pagar regalías a Televisa.
Los análisis de casas de bolsa y bancos de inversión están dando a Televisa como claro ganador, debido a sus contenidos, y a que Univisión tiene una dependencia del 50% de sus utilidades de la televisora mexicana (y según ING Financial Market, Televisa sólo depende en 4% de sus ingresos totales de Univisión). A nadie le convenía el pleito, y mucho menos a Univisión por más grande que sea su valor de mercado, ya que su dependencia de la televisora de Chapultepec es mucha, en programación y utilidades.
José Yuste, “Negocios en activo”, 19 de mayo.

La cadena de televisión más importante de habla hispana en Estados Unidos, Univisión, celebró el fin de semana su 50 aniversario de existencia. No asistió Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, a pesar de que sus intenciones eran totalmente diferentes hace apenas unos meses, ni tampoco ninguno de los principales artistas del canal de las estrellas.
La televisora nació en junio de 1955 con el nombre de KCOR Canal 41. En 1961 Emilio Azcárraga Vidaurreta y otros inversionistas compraron el canal y le cambiaron el nombre por el de KWEX-TV. La empresa tiene ahora estaciones de radio y otros dos canales: Galavisión y Telefutura.
Azcárraga Jean no asistió por la disputa que tiene directamente con Jerold Perenchio, principal accionista de Univisión que impulsó a Ray Rodríguez como nuevo presidente de la televisora. Como se sabe, esta situación llevó al presidente de Televisa a tomar una decisión que conlleva una crisis: dimitió al consejo de administración de la principal televisora de habla hispana en Estado Unidos.
En su informe anual, Azcárraga Jean apostaba a un crecimiento acelerado en Estados Unidos gracias a su asociación con Univisión. Decía: “… también observamos resultados positivos en TuTV, la empresa que creamos conjuntamente con Univision para distribuir en los Estados Unidos los canales de televisión restringida que produce Televisa. En poco tiempo, hemos logrado que esas señales lleguen a más de un millón de subscriptores hispanos en los Estados Unidos a través de diversas plataformas de televisión restringida. Tenemos confianza que esta asociación crezca aceleradamente en los años por venir, gracias al éxito de nuestro contenido y al crecimiento del mercado hispano de los Estados Unidos.
“En Estados Unidos, nuestro contenido ha permitido a Univision continuar siendo el líder indiscutible como empresa de televisión de habla hispana. Somos, sin lugar a duda, el proveedor de programación de mayor éxito para las tres cadenas de esa compañía, especialmente por lo que se refiere a la barra de telenovelas en horario estelar, misma que es producida en su totalidad por Televisa. Esto nos permite recibir una regalía que ha tenido un crecimiento de dos dígitos en los últimos años, alcanzando 105 millones de dólares en 2004”.
Hasta donde se sabe, Perenchio busca un acercamiento con Azcárraga, pero como se ve, la ruptura no tiene vuelta de hoja. Los efectos en el precio de las acciones de Televisa no han sido mayores, pero hay un elemento que puede contaminar la situación: la posibilidad de que los anteriores propietarios de Televicentro puedan ejercer su derecho de venta de acciones para tener liquidez, y eso se puede dar en cualquier momento. Se espera que los inversionistas sepan diferenciar entre un hecho y otro.
Jesús Rangel, “Estira y afloja”, Milenio, 13 de junio.

El Grupo Televisa informó que ha aumentado dos nuevos agravantes a su demanda presentada en Estados Unidos en contra de sus socia, la cadena hispana Univisión, con lo cual, el conflicto entre ambas compañías por el pago de licencias de programas está lejos de resolverse.
Alfonso de Angoitia, vicepresidente de finanzas del Grupo Televisa, aseguró la anterior durante una conferencia telefónica con analistas celebrada ayer y en la cual se discutieron pormenores de los resultados de la emisora durante el segundo trimestre de este año, los cuales dejaron muy satisfechos a los analistas.
En la conferencia, De Angoitia dijo que “hemos enmendado la queja para agregar dos nuevos reclamos” y el primero de ellos es por la supuesta violación de su acuerdo sobre venta de licencias para la transmisión de partidos de futbol y el segundo nuevo reclamo es relacionado con la cancelación de spots de Televisa no comercializados en la programación de Univisión, contraviniendo lo establecido en contratos.
El desacuerdo
Como se recuerda, en febrero de este año Televisa manifestó su molestia con el presidente de Univisión, Jerrold Perenchio, quien de manera unilateral nombró a Ray Rodríguez como su sucesor en la empresa; no obstante, la relación se fracturó en mayo pasado cuando Emilio Azcárraga Jean renunció al consejo de administración de Univisión para después demandarla por el pago de regalías que equivaldrían a 1.5 millones de dólares.
Ana Gabriela Ocejo, analista del Grupo Financiero Scotia-Inverlat pronosticó un aumento en la tensión entre Televisa y su socia estadunidense, pues en el segundo trimestre de este año se registró una reducción de 3.7% en las regalías pagadas por Univisión lo que "puede dificultar el conflicto con esta empresa".
Buenos resultados
Ocejo consideró que los resultados de Televisa en el segundo trimestre constituyeron un "muy buen reporte, cercano a nuestra estimación". Subrayó el crecimiento en los ingresos de todas las divisiones excepto exportaciones y otros negocios pero sobre todo destacó el crecimiento en los segmentos de radio, Sky, cable, venta de programación a televisión restringida y televisión abierta.
Nota de Hugo González, Milenio, 16 de junio.

Está visto: a Univisión le saldrá cara la ruptura con Televisa. Desde mayo pasado Emilio Azcárraga y Alfonso De Angoitia, presidente y vicepresidente de finanzas de Televisa, abandonaron el consejo de administración de la cadena de habla hispana Univisión porque se impuso un nuevo director sin consultarlos.
Televisa había demandado a Univisión por el pago de regalías de 1.5 millones de dólares. Y ahora, De Angoitia da a conocer que van dos reclamos más, el de violar las licencias para transmitir partidos de futbol y el de no transmitir comerciales de Televisa en el tiempo aire no vendido por Univisión. La ruptura le saldrá cara a la cadena estadunidense.
José Yuste, “Negocios en activo”, Milenio, 18 de julio.

Aumenta la tensión en las relaciones entre Univisión y Televisa, con la demanda ampliada que presentó la televisora mexicana en contra de su asociada en Estados Unidos.
Grupo Televisa, encabezada por Emilio Azcárraga Jean, a través de su brazo derecho, el vicepresidente de finanzas, Alfonso de Angoitia, habría ampliado su demanda original contra Univisión Communications, con acusaciones de alteraciones no autorizadas de sus programas y la omisión de la transmisión de anuncios de Televisa.
Televisa inició el pleito legal contra Univisión el mes de mayo pasado ante un tribunal federal de Los Angeles, California.
Argumentó que Univisión no cubrió el total de las regalías que le correspondían por sus programas.
El alegato de Univisión para no pagar regalías a Televisa, es que las había cubierto por más de una década por equivocación.
Desde el punto de vista de los analistas, Televisa tiene todo a su favor para ganar el pleito.
De resultar triunfadora —asegura Ana Gabriela Ocejo, analista de Scotia Bank Inverlat—Televisa podría renegociar el pago de regalías que por el éxito que ha tenido su programación en el mercado hispano, ahora parecen pequeñas.
Por lo pronto, y desde el inicio del pleito legal y hasta la fecha se ha roto el diálogo entre las partes.
Las nuevas demandas aumentan la tensión en la relación entre ambas compañías luego de la disputa sobre las regalías.
La gota que derramó el vaso ocurrió después del nombramiento de un nuevo director general de Univision.
Esto provocó que el presidente del consejo de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, renunciara al consejo de Univision en mayo. El magnate de la televisora mexicana renunció al consejo porque no podía entablar una demanda en contra de un consejo al que él pertenece.
En el reporte del segundo trimestre del año en curso, Univisión registró una caída de 3.7% en sus regalías.
Por su parte, Televisa bajó su estimado de regalías anuales para este año, lo que podría significar que la baja se explica por los descuentos que está haciendo Univisión a los pagos que Televisa percibe como injustificados.
Los ingresos estimados de Televisa, derivados de su convenio con Univisión, eran originalmente, de 115 millones de dólares, pero recientemente los redujo a 105 millones de dólares.
En el primer trimestre del año, Univisión decidió unilateralmente reducir el pago de las regalías a Televisa.
Univisión dejó de pagar por un programa anual no recurrente que se llama Premios Lo Nuestro.
Estas regalías se las venía pagando Univisión a Televisa en los últimos 14 años.
Univisión sin razón y de manera definitiva decidió que no iba a pagarle regalías a Televisa.
El argumento de Univisión, de acuerdo con lo que dice Televisa, es que se había equivocado.
Ocejo considera que Televisa se va a mantener así hasta que haya una negociación o una respuesta favorable por parte de Univisión.
En la primera demanda, es que Televisa puede ser si no la beneficiada sí la menos perjudicada en este conflicto. Televisa tiene situación más favorable.
Univisión está dejando de pagar regalías y ha modificado algunos de los programas.
Si Televisa logra demostrar que Univisión incumplió, podría sentarse a renegociar.
Para Televisa, el convenio Univisión, es un buen negocio y podría renegociar regalías.
Para Univisión ha sido muy buena la programación de Televisa y ésta percibe que las regalías han sido bajas.
Pero el pleito legal es sólo una parte de una historia mucho más compleja que estaría por escribirse.
Es pública y conocida la intención de Emilio Azcárraga Jean de crecer fuera de México y la única forma de hacerlo es comprando una participación mayor en Univisión.
Hasta ahora Azcárraga tiene alrededor del 11% de Univisión y si quisiera tener el control accionario deberá cumplir con la residencia en Estados Unidos, entre otras cosas.
Y es que la ley de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos restrinje a los inversionistas extranjeros a una tenencia máxima del 25 de las acciones de las empresas de telecomunicaciones.
Con el acuerdo de Televisa con Univisión, la televisora mexicana ya probó la potencialidad del mercado latino en Estados Unidos, que está integrado en un 60% por mexicanos.
En un par de años el valor de este mercado crecerá de 3 mil 300 millones de dólares en 2004 a 5 mil 500 millones de dólares.
Por eso es que la apuesta de Emilio Azcárraga Jean es de largo plazo. Por ahora, coinciden la mayoría de los analistas, aunque el convenio de la disputa entre Televisa y Univisión está vigente hasta el 2017, lo cierto es que Azcárraga tiene la sartén por la mango.
Marco Antonio Mares, “Ricos y Poderosos”, Crónica, 19 de julio.

La ampliación de la demanda que interpuso Televisa en contra de Univisión, es apenas una pieza más de un largo expediente documental que está armando la televisora mexicana para acusarla frente a la Securities and Exchange Commission por prácticas obsoletas de gobierno corporativo.
En otras palabras, Televisa acusará a Univisión y su principal mandamás, Jerrold Perenchio, que a sus más de 70 años de edad continúa aplicando su particular estilo de gobierno, en plena discordancia con lo que dicta la Ley Sarbannes Oxley, sobre las sanas prácticas corporativas.
Y es que Perenchio —antiguo promotor de boxeadores— ha instaurado un consejo de administración de incondicionales, ha mayoriteado y ha abusado de sus accionistas minoritarios; ha cometido errores en el pago de regalías a sus proveedores y sigue actuando como lo hicieron en su momento los ejecutivos de Enron y WorldCom, antes de que fueran descubiertos los megafraudes que sacudieron a Wall Street.
Por lo pronto, la empresa que comanda Emilio Azcárraga ya ejerció el derecho que le concede el contrato de asociación con Univisión y que le permite llevar a cabo auditorías sobre los números de Univisión.
En otras palabras, un ejército de contadores contratados por Televisa ya está revisando la contabilidad de Univisión.
La televisora mexicana está dispuesta a llegar hasta donde sea necesario para hacer valer sus derechos.
Pero además de la vía legal, Televisa cuenta hoy con los recursos necesarios para elevar el capital y su participación en Univisión.
Lo podría hacer en mancuerna con Venevisión, del Grupo Cisneros y sobraría algún socio estadunidense para concretarlo. Hay que recordar que la ley estadunidense restringe la participación accionaria extranjera en medios de comunicación a 25%. Para aumentar su participación en Univisión, Televisa necesitaría alrededor de mil millones de dólares. Paradójicamente, hoy Televisa tiene un valor superior al que tiene Univisión. La televisora mexicana tiene un valor aproximado a los 9 mil millones de dólares.
Univisión vale alrededor de 8 mil millones de dólares, luego de que llegó a valer hasta 12 mil millones de dólares.
Hace apenas año y medio Univisión valía el doble de lo que valía Televisa.
La principal televisora mexicana ha dado un giro extraordinario en su situación financiera y está más fuerte que nunca.
En su gestión, Emilio Azcárraga Jean, reconstituyó la estructura accionaria del consorcio, profesionalizó su administración, logró un recorte extraordinario en sus gastos y en consecuencia registra una sólida posición financiera.
La televisora mexicana va en pos de un estilo de gobierno corporativo en Univisión, acorde con lo que dictan las leyes de ese país.
Marco Antonio Mares, “Ricos y poderosos”, Crónica, 21 de julio.

El manejo de Univisión, la cadena de habla hispana más grande de Estados Unidos, ha sido tan poco transparente, y con tantos errores, que Televisa decidió solicitar la auditoria de los números de Univisión para los ejercicios 2003 y 2004, para lo cual los abogados de la televisora de Chapultepec ya están realizando la revisión de los movimientos contables llevados por la administración de Jerry Perenchio durante el 2003 y el 2004. Es la guerra.
La auditoria es parte de un derecho que tiene Televisa en su contrato, donde, a pesar de ser un accionista minoritario con el 10.8% de Univisión, tiene todo el derecho de exigir un certificado de auditoria, el cual, la administración de Perenchio se lo había negado al principio, pero que debió permitir la revisión por términos del contrato.
La auditoria es independiente de la demanda por daños y perjuicios que Televisa inició en contra de Univisión, y a la cual Televisa acaba de añadir perjuicios por editar partidos de fútbol y no dejar utilizar tiempos libres a la televisora mexicana.
El presidente de Univisón, Jerry Perenchio es un empresario de 74 años, que independientemente de su edad, se maneja a la vieja usanza, con decisiones unilaterales, sin tomar en cuenta a los accionistas minoritarios, como son Televisa y Venevisión.
Esta manera de hacer negocios de Perenchio, encaminó a Emilio Azcárraga Jean, presidente de la televisora mexicana, y a Alfonso De Angoitia, vicepresidente de finanzas, a dejar el consejo de administración de la cadena estadunidense.
Ahora, frente a la posibilidad de tener mayores anomalías, Televisa emprendió la auditoria sobre el manejo de Univisión para los ejercicios del 2003 y 2004.
La televisora mexicana que preside Azcárraga Jean, no está exagerando.
Basta ver lo hecho por Perenchio en los últimos años. Por ejemplo, quiso desplazar del horario estelar las telenovelas de Televisa, y poner una producción propia que fue un verdadero fracaso (la telenovela Te amare en silencio, producida por Paloma Productions de Perenchio, bajó el rating de 24 a 16 puntos, con pérdidas de mercado).
La administración de Perenchio es impositiva en las decisiones. Tiene garantizados 8 de los 10 votos, debido a que buena parte del consejo de administración fue impuesto por él, lo cual va en contra de las buenas prácticas de gobierno corporativo.
Televisa confía en las autoridades estadunidenses quienes están atentas al abuso de los accionistas minoritarios, sobre todo después del caso de los Enron y MCI Worldcom, donde hasta existieron ocultamientos contables, empiecen a ver el caso de Univisión. La SEC (Comisión de Valores de Estados Unidos), está buscando el respeto a los accionistas minoritarios, en decisiones y patrimonio, y lo hace estando avalada por la Ley Sarbanes Oxley que obliga a tomar en cuenta a los accionistas minoritarios para darles mayor fuerza de negociación.
Televisa se está acogiendo a esta nueva ley, sobre todo argumentando que las decisiones personales de Perenchio le han salido muy caras y no son las mejores para los accionistas. Por lo pronto, auditan la administración de Univisión para los años 2003 y 2004.
José Yuste, “Negocios en activo”, Milenio, 21 de julio.

Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, decidió vender Fonovisa en 2002 por el fenómeno de la piratería; la compradora fue Univisión. La semana pasada decidió regresar al negocio de la música y se asocia con EMI para competir contra Univisión. La guerra contra la televisora de Estados Unidos se intensifica y también incluye violación de copyrights en los partidos de futbol y a los acuerdos de programación. Televisa anunció que dejará de recibir 105 millones de dólares de regalías por este pleito…
Jesús Rangel, “Estira y afloja”, Milenio, 25 de julio.

Univisión y el gobernador de California, Arnold Sancheznegger, andan metidos en un lío que alguna semejanza guarda con el de Televisa-desplumaderos-Creel. El presidente de la principal cadena de televisión de habla hispana al norte del río Bravo, Jerrold Perenchio, ha sido el mayor contribuyente individual de la breve pero exitosa carrera política del gobernador californiano. Sus aportaciones suman alrededor de 3 millones de dólares. Pero -¡qué canija casualidad!- ahora se sabe que Univisión ha recibido anuncios del gobierno de Sancheznegger por una cantidad más o menos equivalente. Esto vino a trascender al calor del referéndum que tendrá lugar en noviembre, convocado por Sancheznegger. Se ponen a votación algunas iniciativas que no han sido bien recibidas por la comunidad mexicana. El alcalde de Los Angeles, Tony Villaraigosa, es uno de los políticos que rechazan las reformas del gobernator.
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 1º de noviembre.

Un multimillonario desesperado es el venezolano Gustavo Cisneros. El mandamás de los medios del país caribeño no ha dado "una" últimamente en su afán por no quedarse atrás entre los grandes magnates de la comunicación en el mundo de habla hispana. Ya se peleó con Emilio Azcárraga, de Televisa en la disputa que éste sostiene con Univisión que encabeza Jerry Perenchio y no ha logrado amarrar su propuesta de asociarse con Jesús de Polanco, el presidente del español Grupo Prisa. Y claro, ante los berrinches internacionales y el cobre que ha enseñado su amigo Hugo Chávez, también se verá forzado a definirse. Como quien dice, Cisneros se anda quemando entre los grandes.
Samuel García, “El Observador”, El Universal, 21 de noviembre.

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