A la presión de los concesionarios de radio y televisión se suma la rebelión de la “chiquillada” que se resiste a aceptar las modificaciones legales que los obligan a obtener por sí mismos al menos el 2 por ciento de la votación en elecciones federales.
El proyecto que fue publicado el pasado jueves sufrirá modificaciones, pero los coordinadores no se ponen de acuerdo en el sentido de estos cambios.
Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI, dijo ayer que las sanciones previstas para los concesionarios de radio y televisión no pueden llegar a la pérdida de la concesión, pero el coordinador del PRD, Carlos Navarrete, opinó que sí se puede establecer en el Cofipe la pérdida de la concesión.
Manlio Fabio justificó la emisión de un nuevo Cofipe, “para que nunca más nos vuelva a ocurrir lo que ocurrió en el 2006, que el IFE y sus autoridades dijeron no tener suficientes elementos ni instrumentos para poner orden en la contienda”.
Añadió: “las consecuencias más claras son que hay quienes se dicen que son el presidente legítimo y otro que se dice el presidente legal; uno acusa al otro de ilegítimo y el otro lo acusa de ilegal y no termina todavía este debate”.
En cuanto a las sanciones a concesionarios, Manlio indicó que la medida más drástica debe llegar a la salida del aire no de la señal, sino de la publicidad que la estación tiene contratada para una hora.
Agregó: “no tiene ningún caso sacar las transmisiones de los programas favoritos y preferidos, sino lo que es verdaderamente importante es la publicidad”.
Respecto a la propuesta del artículo 49 que habla de que el Consejo General del IFE presentará lineamientos para transmisión de noticieros, Manlio apuntó: “vamos a hacer una redacción que evite que alguien pueda manipular la audiencia diciendo que se violenta la libertad de expresión”.
Carlos Navarrete aseveró: “se puede revocar la concesión; eso está en la ley, para que no hagamos olas artificiales, ya está en la Ley Federal de Radio y Televisión, y ahora le damos facultades al IFE para que solicite formalmente, ante reiteradas violaciones a la Constitución, la cancelación de la concesión”.
En tanto, el coordinador del PVEM, Francisco Agundis Arias, mencionó que si se aprueban las modificaciones que obligan a los partidos a obtener por sí mismos al menos el 2 por ciento de la votación, será “un retroceso”.
Consideró que la mayoría conformada por el PRI, PAN y PRD no representa la pluralidad de la sociedad ni la pluralidad que existe en el país; las mayorías se pueden dar con ellos o con los partidos en crecimiento.
Contrapropuesta de la chiquillada
El autodenominado “G-5”, conformado por el PVEM, Convergencia, PT, PANAL y PASC, mejor conocido como “la chiquillada”, presentó al PAN, PRD y PRI una contrapropuesta de reformas al Cofipe, para preservar el derecho de los partidos a asociarse y dejar intacto en la ley el tema de las coaliciones electorales.
Mediante una iniciativa, los mini partidos propusieron que los partidos políticos nacionales puedan formar coaliciones para las elecciones de presidente de la República, así como de senadores y diputados por el principio de mayoría relativa, mientras que por el principio de representación proporcional, es decir, los plurinominales, sólo medie la coalición.
Alejandro Chanona, coordinador de Convergencia en San Lázaro, dijo que “si nuestros amigos del PRD no quieren hacer alianzas con nosotros, desde ahora les decimos que no iremos juntos en 2009 y buscaremos las alternativas que nos convengan, y que no son ni el PAN ni el PRI, pero que no violenten nuestro derecho”, advirtió. (Luciano Franco)
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