Al día siguiente de que Salinas Pliego arremetió frente al mandatario contra los tres principales partidos políticos, porque –según él– pretenden “echar al basurero de la historia” la lucha por la libertad de expresión, el mandatario federal advirtió que “las posiciones maximalistas sólo exacerban los ánimos, provocan mayor crispación y también reacciones instintivas en los actores de la vida nacional”.
Sin mencionar al destinatario, el michoacano dio un claro mensaje sobre la polémica que ha suscitado la reforma electoral entre concesionarios y partidos políticos. Por la mañana, en la ciudad de México hizo una breve mención ante integrantes de la Concanaco-Servytur, cuyo presidente Luis Antonio Mahbub Sarquis le pidió gobernar con “mano firme” y “sin que los poderes fácticos impongan sus intereses particulares o de grupo a los intereses supremos de la nación”.
Pero la mejor oportunidad vino después. Ambos se volvieron a encontrar en el municipio de Zinapécuaro, Michoacán, donde Calderón colocó la primera piedra de una planta ensambladora de automóviles, propiedad de Grupo Salinas y de la compañía china FAW, con la que el empresario mexicano dijo que ampliará su negocio a la fabricación de carros para “la clase popular”, que costarán entre 69 mil y 100 mil pesos.
En su intento por justificar su participación en una actividad en la “no tengo nada que ver”, Salinas explicó: “vimos una necesidad, igual cuando hace muchos años comenzamos con Televisión Azteca, me acuerdo que me decían mis amigos de la prensa que me quieren mucho, que no era lo mismo vender televisiones que hacer televisión. Y efectivamente, no es lo mismo, pero creo que uno puede aprender, y lo mismo hoy tenemos motos y muchas, y me dicen es que no es lo mismo vender motos que hacer coches, estoy de acuerdo, no es lo mismo, pero vamos a aprender y vamos a hacer muchos coches y muchos bien hechos para un segmento de mercado que hoy no está atendido”.
Remató su discurso diciendo: “Yo estoy seguro de que como empresario, muchos otros empresarios estarán de acuerdo conmigo, que éste es el tipo de presidente que nosotros necesitamos para México”.
Si bien después el jefe del Ejecutivo reconoció la labor de Salinas Pliego, se equivocó a la hora de hacerlo, porque felicitó a “Grupo Azteca” y no a Grupo Salinas, y durante la ceremonia dio un trato frío al concesionario, con quien compartió asiento en el presidium.
En su discurso, el jefe del Ejecutivo fue insistente en hacer un llamado al diálogo partiendo de la premisa de que “hablando se entiende la gente” y que es conveniente hacer prevalecer la razón y los argumentos sobre las emociones y los prejuicios.
Mientras era observado por Salinas Pliego, señaló: “Pienso que debemos dar más espacio a la razón y saber ponderar también la emoción. Yo por eso quiero invitar a todos y a la vez me comprometo como gobierno, a exhortar a todos los grupos de interés, a los poderes constituidos, a que sea el diálogo el instrumento que dé cauce y resuelva nuestras genuinas preocupaciones y propósitos”.
“Tuve que guardarme”
De visita en su tierra natal, también expresó su satisfacción de estar nuevamente en Michoacán, porque “como había proceso electoral tuve que guardarme un ratito hasta que pasara toda la grilla”.
Hizo esta aseveración no obstante que visitó la entidad 37 días antes de la elección y en esa ocasión hizo una serie de promesas a los michoacanos, lo que provocó la inconformidad de priístas y perredistas que denunciaron al Presidente de apoyar al candidato del PAN a gobernador, Salvador López Orduña, que finalmente perdió en los comicios.
Calderón hizo además un guiño al futuro gobierno, que encabezará el perredista Leonel Godoy, porque expresó su compromiso de diálogo e “indeclinable voluntad” para que “a Michoacán le vaya muy bien, pero muy bien en los próximos años”. Por lo pronto, en Los Pinos ya preparan una reunión con el mandatario electo, quizá durante la estancia del presidente en la entidad este sábado y domingo.
Posteriormente, Calderón viajó al municipio de Lázaro Cárdenas, donde celebró el Día de la Armada de México, inauguró un hospital naval y la terminal portuaria de contenedores de este puerto.
En esta etapa de la gira, el michoacano tuvo algunas complicaciones discursivas. Ante cientos de militares y marinos, se le dificultó la pronunciación del verbo titubear, justo cuando prometía: “ni un paso atrás, no claudicaremos ni titubearemos en esa lucha (contra la delincuencia)”.
Durante esa ceremonia tuvo otros traspiés verbales, como cuando dijo que no dará “tregrua” ni cuartel a delincuentes o hizo referencia a los “cue, cuerpos” policiacos.
Superada esta situación, puso en marcha las modernas instalaciones portuarias de Lázaro Cárdenas, donde declaró que no se resigna y los mexicanos tampoco a ver a México “simple y sencillamente empobrecido para siempre”, por lo que dijo estar decidido a tomar las decisiones necesarias para echar a andar el país.
Nota de Claudia Herrera y Miriam Posada, La Jornada, 24 de noviembre.
0 Responses to "Pese a abusos, la libertad de expresión está garantizada, asegura Calderón"
Publicar un comentario