La reforma energética pasó ayer la penúltima aduana en el Congreso de la Unión, una vez que los diputados federales integrantes de la Comisión de Energía aprobaron los siete dictámenes de la minuta turnada la noche del jueves último por el Senado que, como Cámara de origen, les dio el visto bueno.
Los dictámenes se encaminan a ser aprobados pasado mañana, con dispensa de trámite, en sesión ordinaria del pleno de la Cámara de Diputados, pese a que seis legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) pretendieron alargar la discusión de dos dictámenes y, entre insultos, invocaron a un acuerdo que nunca existió.
Los perredistas José Antonio Almazán González, Mónica Fernández Balboa, Rafael Elías Sánchez Cabrales y Ramón Félix Pacheco Llanes, además del convergente Cuauhtémoc Velasco Oliva y el petista Joaquín Humberto Vela González, acusaron al PRI de incumplir acuerdos e insultaron -gandallas, vende patrias, les llamaron--a los integrantes de la Comisión de Energía que se negaron a posponer para mañana la discusión de dos dictámenes.
El diputado priista Marco Antonio Bernal Gutiérrez desmintió a los frentistas. “El PRI en ningún momento hizo un acuerdo que implicara que hoy (ayer) íbamos a discutir cinco proyectos y dos el lunes. En ningún momento el PRI aceptó que la discusión se trasladara al lunes. El PRI no incumple acuerdos”, puntualizó.
Así, de los siete dictámenes, cinco fueron aprobados por unanimidad de los diputados del PAN, PRI, PRD, PT, PVEM y Convergencia. Los dos últimos —uno relativo a la iniciativa con proyecto de decreto que expide la Ley de Petróleos Mexicanos y, otro, que reforma diversos artículos de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia petrolera—fueron rechazados por los seis diputados frentistas, aunque avalados por los perredistas Moisés Félix Dagdug Lützow y David Mendoza Arellano.
Corría la larga sesión, declarada permanente en la víspera, de la Comisión de Energía ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro y, tras seis horas en busca de consensos, fueron aprobados cuatro dictámenes. Los diputados dictaminadores se fueron a un receso.
Al reanudar la sesión, aprobaron el quinto dictamen. Entonces se avistó el espacio en el que los diputados frentistas echarían su resto para evitar que la reforma pasara la penúltima aduana rumbo al pleno camaral.
El diputado panista Juan José Rodríguez Prats —ante lo que llamó temprano de la tarde— solicitó sacar adelante las controversiales Ley de Pemex y Ley Reglamentaria al 27 Constitucional.
Reclamos, acusaciones, descalificaciones, insultos de los diputados lopìstas buscaron posponer la fase semifinal, pero se impuso la mayoría y, en 18 minutos, aprobó el resto.
Había fracasado el diputado convergente Cuauhtémoc Velasco Oliva, en la solicitud a Rodríguez Prats de retirar su propuesta, porque ello implicaría romper el acuerdo tomado en la Mesa Directiva de someterlos a consenso hasta el lunes a las 13 horas. Pero el asunto fue desmentido por el priista Bernal Gutiérrez.
“Con todo respeto y permítaseme la expresión sería agandallarse violentar lo pactado y deja mucho que decir de su respetable trayectoria legislativa”, planteó el convergente y comenzaba a subir de tono la discusión, ante la exigencia del panista David Maldonado González, presidente de la Comisión de Energía, de que hiciera respetar el acuerdo de discutir todo el paquete. Los diputados del PRI, mediante José Ascención Orihuela Bárcenas, se sumaron a lo dicho por Maldonado.
“Ya validamos cinco minutas, hay tiempo y decisión para sacar adelante las otras dos. Estamos en sesión permanente y por lo tanto no creo que haya violación a un acuerdo que en este momento se puede modificar, por lo tanto no hay razón para esperar hasta el lunes”, dijo el Orihuela y la reforma energética pasó la penúltima aduana.
Ya de salida, en uso del derecho de pataleo, el perredista José Antonio Almazán González se armó de valor y gritó a Maldonado González: “¡Tienes palabra para violar acuerdos, pero no para escuchar, razonar y argumentar! ¡Te debería dar vergüenza! ¡Vende patrias!”.
Pero todo estaba consumado. La última aduana de la reforma energética está en la sesión plenaria de pasado mañana en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Y en el camino se quedó la pretensión de Andrés Manuel López Obrador de incluir sus “12 palabras” en el artículo 60 de la Ley de Pemex, por cuanto a que “no se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”.
Los dictámenes se encaminan a ser aprobados pasado mañana, con dispensa de trámite, en sesión ordinaria del pleno de la Cámara de Diputados, pese a que seis legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) pretendieron alargar la discusión de dos dictámenes y, entre insultos, invocaron a un acuerdo que nunca existió.
Los perredistas José Antonio Almazán González, Mónica Fernández Balboa, Rafael Elías Sánchez Cabrales y Ramón Félix Pacheco Llanes, además del convergente Cuauhtémoc Velasco Oliva y el petista Joaquín Humberto Vela González, acusaron al PRI de incumplir acuerdos e insultaron -gandallas, vende patrias, les llamaron--a los integrantes de la Comisión de Energía que se negaron a posponer para mañana la discusión de dos dictámenes.
El diputado priista Marco Antonio Bernal Gutiérrez desmintió a los frentistas. “El PRI en ningún momento hizo un acuerdo que implicara que hoy (ayer) íbamos a discutir cinco proyectos y dos el lunes. En ningún momento el PRI aceptó que la discusión se trasladara al lunes. El PRI no incumple acuerdos”, puntualizó.
Así, de los siete dictámenes, cinco fueron aprobados por unanimidad de los diputados del PAN, PRI, PRD, PT, PVEM y Convergencia. Los dos últimos —uno relativo a la iniciativa con proyecto de decreto que expide la Ley de Petróleos Mexicanos y, otro, que reforma diversos artículos de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia petrolera—fueron rechazados por los seis diputados frentistas, aunque avalados por los perredistas Moisés Félix Dagdug Lützow y David Mendoza Arellano.
Corría la larga sesión, declarada permanente en la víspera, de la Comisión de Energía ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro y, tras seis horas en busca de consensos, fueron aprobados cuatro dictámenes. Los diputados dictaminadores se fueron a un receso.
Al reanudar la sesión, aprobaron el quinto dictamen. Entonces se avistó el espacio en el que los diputados frentistas echarían su resto para evitar que la reforma pasara la penúltima aduana rumbo al pleno camaral.
El diputado panista Juan José Rodríguez Prats —ante lo que llamó temprano de la tarde— solicitó sacar adelante las controversiales Ley de Pemex y Ley Reglamentaria al 27 Constitucional.
Reclamos, acusaciones, descalificaciones, insultos de los diputados lopìstas buscaron posponer la fase semifinal, pero se impuso la mayoría y, en 18 minutos, aprobó el resto.
Había fracasado el diputado convergente Cuauhtémoc Velasco Oliva, en la solicitud a Rodríguez Prats de retirar su propuesta, porque ello implicaría romper el acuerdo tomado en la Mesa Directiva de someterlos a consenso hasta el lunes a las 13 horas. Pero el asunto fue desmentido por el priista Bernal Gutiérrez.
“Con todo respeto y permítaseme la expresión sería agandallarse violentar lo pactado y deja mucho que decir de su respetable trayectoria legislativa”, planteó el convergente y comenzaba a subir de tono la discusión, ante la exigencia del panista David Maldonado González, presidente de la Comisión de Energía, de que hiciera respetar el acuerdo de discutir todo el paquete. Los diputados del PRI, mediante José Ascención Orihuela Bárcenas, se sumaron a lo dicho por Maldonado.
“Ya validamos cinco minutas, hay tiempo y decisión para sacar adelante las otras dos. Estamos en sesión permanente y por lo tanto no creo que haya violación a un acuerdo que en este momento se puede modificar, por lo tanto no hay razón para esperar hasta el lunes”, dijo el Orihuela y la reforma energética pasó la penúltima aduana.
Ya de salida, en uso del derecho de pataleo, el perredista José Antonio Almazán González se armó de valor y gritó a Maldonado González: “¡Tienes palabra para violar acuerdos, pero no para escuchar, razonar y argumentar! ¡Te debería dar vergüenza! ¡Vende patrias!”.
Pero todo estaba consumado. La última aduana de la reforma energética está en la sesión plenaria de pasado mañana en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Y en el camino se quedó la pretensión de Andrés Manuel López Obrador de incluir sus “12 palabras” en el artículo 60 de la Ley de Pemex, por cuanto a que “no se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”.
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 26 de octubre.
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