El gobierno de Álvaro Uribe separó ayer del servicio a tres generales y a otros 24 oficiales y suboficiales de unas unidades militares implicadas en una serie de desapariciones de jóvenes que causaron alarma social en Colombia.
Se trata de la purga más grande en la historia reciente de las fuerzas armadas de este país desde la década pasada, durante el gobierno del ahora ex presidente liberal Ernesto Samper (1994-1998), cuando fueron destituidos decenas de efectivos con nexos con paramilitares.
“No podemos permitir que se confunda la eficacia en la lucha contra los delincuentes con la cobardía para enfrentar a los delincuentes, y la distorsión de eficacia asesinando víctimas inocentes”, afirmó Uribe.
“Drásticas decisiones”. Uribe compareció ante la prensa junto al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León, para anunciar estas “drásticas decisiones” administrativas sobre los implicados, aunque no dijo si serán entregados a la justicia.
Las medidas se basaron en conclusiones de una investigación sobre la desaparición, a comienzos de este año, de una veintena de jóvenes de Soacha, localidad al sur de la capital colombiana, y el posterior hallazgo de sus restos mortales. Todos quedaron registrados como “muertos en combate”.
La comisión de investigación, encabezada por el general Padilla, encontró “que puede haber integrantes de las fuerzas armadas relacionados en asesinatos”, afirmó Uribe, e indicó que también se estableció que en algunas instancias del ejército “ha habido negligencia y falta de cuidado en los procedimientos que tienen que observarse” en las acciones militares.
Son crímenes, señaló Uribe, que “tienen por interés asesinar inocentes para dar la sensación de que se está enfrentando en esa región a los criminales, cuando son los verdaderos criminales los asociados con el ejército para cometer esos crímenes”.
En el país se han presentado 535 ejecuciones de este tipo del 1 de enero de 2007 al 1 de julio de 2008, según una misión de estudio conformada por juristas de ocho países de América y Europa que se ocupó de este problema en Colombia.
Cae otro jefe de las FARC. Un importante jefe de las FARC fue abatido en combate con el ejército, junto a cinco rebeldes más en una zona selvática del sureño departamento del Caquetá, mientras otro líder de la misma organización fue detenido en el departamento del Tolima, también al sur de Colombia.
El jefe guerrillero muerto es el alias Felipe Rincón, cuyo verdadero nombre era Álvaro Alfonso Serpa, uno de los tres rebeldes designados hace algunos años por las FARC para negociar con el gobierno el intercambio humanitario de secuestrados por alzados en armas presos.
Le niegan segunda reelección
La Cámara de Representantes rechazó, en una segunda votación, incluir en la reforma política un artículo que abría la posibilidad para una segunda reelección de Uribe en el 2014.
Esto ocurrió tras una acalorada discusión entre los conservadores, todos ellos aliados de Uribe, y la oposición de liberales e izquierdistas.
Según la carta magna actual, reformada en 2005 a iniciativa de los uribistas, un presidente colombiano sólo puede postular a la jefatura del Estado para un segundo periodo, y así lo hizo Uribe en 2006.
Ahora sólo le queda a Uribe la opción de convocar una consulta y poner a disposición popular su candidatura para 2010, para cuya posible celebración ya se han recogido las firmas necesarias.
Los liberales citaron al libertador Simón Bolívar, que señala que las “repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder”.
Se trata de la purga más grande en la historia reciente de las fuerzas armadas de este país desde la década pasada, durante el gobierno del ahora ex presidente liberal Ernesto Samper (1994-1998), cuando fueron destituidos decenas de efectivos con nexos con paramilitares.
“No podemos permitir que se confunda la eficacia en la lucha contra los delincuentes con la cobardía para enfrentar a los delincuentes, y la distorsión de eficacia asesinando víctimas inocentes”, afirmó Uribe.
“Drásticas decisiones”. Uribe compareció ante la prensa junto al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León, para anunciar estas “drásticas decisiones” administrativas sobre los implicados, aunque no dijo si serán entregados a la justicia.
Las medidas se basaron en conclusiones de una investigación sobre la desaparición, a comienzos de este año, de una veintena de jóvenes de Soacha, localidad al sur de la capital colombiana, y el posterior hallazgo de sus restos mortales. Todos quedaron registrados como “muertos en combate”.
La comisión de investigación, encabezada por el general Padilla, encontró “que puede haber integrantes de las fuerzas armadas relacionados en asesinatos”, afirmó Uribe, e indicó que también se estableció que en algunas instancias del ejército “ha habido negligencia y falta de cuidado en los procedimientos que tienen que observarse” en las acciones militares.
Son crímenes, señaló Uribe, que “tienen por interés asesinar inocentes para dar la sensación de que se está enfrentando en esa región a los criminales, cuando son los verdaderos criminales los asociados con el ejército para cometer esos crímenes”.
En el país se han presentado 535 ejecuciones de este tipo del 1 de enero de 2007 al 1 de julio de 2008, según una misión de estudio conformada por juristas de ocho países de América y Europa que se ocupó de este problema en Colombia.
Cae otro jefe de las FARC. Un importante jefe de las FARC fue abatido en combate con el ejército, junto a cinco rebeldes más en una zona selvática del sureño departamento del Caquetá, mientras otro líder de la misma organización fue detenido en el departamento del Tolima, también al sur de Colombia.
El jefe guerrillero muerto es el alias Felipe Rincón, cuyo verdadero nombre era Álvaro Alfonso Serpa, uno de los tres rebeldes designados hace algunos años por las FARC para negociar con el gobierno el intercambio humanitario de secuestrados por alzados en armas presos.
Le niegan segunda reelección
La Cámara de Representantes rechazó, en una segunda votación, incluir en la reforma política un artículo que abría la posibilidad para una segunda reelección de Uribe en el 2014.
Esto ocurrió tras una acalorada discusión entre los conservadores, todos ellos aliados de Uribe, y la oposición de liberales e izquierdistas.
Según la carta magna actual, reformada en 2005 a iniciativa de los uribistas, un presidente colombiano sólo puede postular a la jefatura del Estado para un segundo periodo, y así lo hizo Uribe en 2006.
Ahora sólo le queda a Uribe la opción de convocar una consulta y poner a disposición popular su candidatura para 2010, para cuya posible celebración ya se han recogido las firmas necesarias.
Los liberales citaron al libertador Simón Bolívar, que señala que las “repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder”.
Agencias en Bogotá, Crónica, 30 de octubre.
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