Para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la reforma energética es limitada y se queda fuera de las tendencias mundiales de permitir la participación privada en varias actividades del sector petrolero, lo cual deja a México aislado de toda modernidad, afirmó su presidente Armando Paredes.
“Es irónico que haya participación de la iniciativa privada en el transporte del combustible vía terrestre y no se permita la inversión en ductos”, cuestionó.
En entrevista, dijo que el potencial de crecimiento del sector energético seguirá sustentado en los recursos que reciba de la federación.
“La reforma es corta, no atiende las tendencias mundiales y nos sigue dejando como un país aislado dentro de lo que están haciendo todos los países del mundo, que es permitir la inversión del sector privado en varias de las actividades”, aseveró Paredes.
Al ser cuestionado sobre si existe decepción del sector privado sobre el resultado de la reforma energética, luego de 22 foros en el Senado de la República con propuestas de diversos actores, incluida la del CCE, Paredes Arroyo respondió: “Hay bondades, pero no es la que requiere el país”.
Abundó, es un paso en la dirección correcta y más adelante se tendrá que replantear si se deben dar más pasos en ese sentido hacia un marco similar a todos los países.
Por el momento, sí resuelve bastantes problemas de Pemex, sobre todo de la paraestatal en cuanto a su administración interna. El tema de la transición del régimen fiscal es positivo, le da mucha mayor flexibilidad a la empresa.
Pero no se toca el tema del sindicato, las pensiones… Cuando pase el periodo electoral del 2009, se debe poner el tema sobre la mesa, cuestionó el empresario.
Y es que la recién aprobada reforma energética implica que todos los recursos sigan siendo por parte del estado y eso de no permitir la inversión del sector privado al final del día limita.
“Como es una misma cobija, la jalamos para un lado y nos destapamos del otro”, por eso se debe replantear algunas cosas tan absurdas como el tema de ductos y almacenamiento de hidrocarburos.
“Es irónico que haya participación de la iniciativa privada en el transporte del combustible vía terrestre y no se permita la inversión en ductos”, cuestionó.
En entrevista, dijo que el potencial de crecimiento del sector energético seguirá sustentado en los recursos que reciba de la federación.
“La reforma es corta, no atiende las tendencias mundiales y nos sigue dejando como un país aislado dentro de lo que están haciendo todos los países del mundo, que es permitir la inversión del sector privado en varias de las actividades”, aseveró Paredes.
Al ser cuestionado sobre si existe decepción del sector privado sobre el resultado de la reforma energética, luego de 22 foros en el Senado de la República con propuestas de diversos actores, incluida la del CCE, Paredes Arroyo respondió: “Hay bondades, pero no es la que requiere el país”.
Abundó, es un paso en la dirección correcta y más adelante se tendrá que replantear si se deben dar más pasos en ese sentido hacia un marco similar a todos los países.
Por el momento, sí resuelve bastantes problemas de Pemex, sobre todo de la paraestatal en cuanto a su administración interna. El tema de la transición del régimen fiscal es positivo, le da mucha mayor flexibilidad a la empresa.
Pero no se toca el tema del sindicato, las pensiones… Cuando pase el periodo electoral del 2009, se debe poner el tema sobre la mesa, cuestionó el empresario.
Y es que la recién aprobada reforma energética implica que todos los recursos sigan siendo por parte del estado y eso de no permitir la inversión del sector privado al final del día limita.
“Como es una misma cobija, la jalamos para un lado y nos destapamos del otro”, por eso se debe replantear algunas cosas tan absurdas como el tema de ductos y almacenamiento de hidrocarburos.
Lilia González Velázquez, El Economista, 30 de octubre.
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