Ante la aprobación en el Senado de la reforma energética, Andrés Manuel López Obrador advirtió: “Esto no se acaba aquí” y amagó con movilizarse el próximo martes hacia la Cámara de Diputados a fin de dar marcha atrás a las modificaciones legales aprobadas sobre el sector por el Senado de la República.
Estableció que la defensa del petróleo no la resolverá mediante la confrontación con la Policía Federal o con el Ejército Mexicano y, pese al descontento de sus seguidores, declinó censurar a los legisladores del FAP que votaron en favor de la reforma. “No nos metamos en eso”, dijo.
Insistió en que las cúpulas del PRI y del PAN se negaron a la prohibición expresa de entregar a particulares extensiones para la exploración o producción de petróleo. “No quisieron discutirlo, es la mayor sospecha”, atajó al festejar la decisión de iniciar su resistencia civil pacífica.
Comparó la aprobación de la reforma energética con la derrota que sufrió en la elección de 2006: “Pensaban que nos íbamos a retirar, a desilusionar y a dejar libre el terreno para que hicieran lo que les diera la gana y no ha sido así, nosotros vamos a seguir”.
Tras encabezar marchas y plantones durante más de ocho horas en las afueras de las sedes del Senado en Xicoténcatl y la torre del Caballito, el tabasqueño convocó para el domingo a una asamblea informativa en el Zócalo de la ciudad de México y dijo que estará el martes en San Lázaro.
“El martes estaremos allá. Si allá (en la Cámara de Diputados) los diputados tienen la arrogancia y le quitan una coma, una palabra, tiene que regresar acá (al Senado), ese es el procedimiento, falta bastante y por eso vamos hacia adelante. Es importante lo que se ganó hoy, dejar al descubierto la trampa de ceder tierras y aguas a empresas extranjeras”, señaló.
Puso énfasis, tras conocer la aprobación en el Senado de la reforma energética, que lo importante no es lo que decidan los legisladores, “sino lo que decidamos nosotros, el pueblo… las veces que sean necesarias estaremos ahí, en la torre de Pemex, revisando contrato por contrato”.
Recalcó que su movimiento “tiene mucho camino por delante” pese a que no fueron tomadas en cuenta sus demandas por los senadores, y que aprobaron —con el voto incluso de los legisladores del FAP— los dictámenes… pero afirmó que su movimiento ha triunfado.
Sostuvo que sus oponentes se negaron categóricamente a incluir “12 palabras” en la reforma energética: “No se suscribirán contratos que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”.
Dijo que las cúpulas del PRI y el PAN rechazaron que se garantice la potestad del Estado mexicano sobre sus recursos petrolíferos.
Estableció que la defensa del petróleo no la resolverá mediante la confrontación con la Policía Federal o con el Ejército Mexicano y, pese al descontento de sus seguidores, declinó censurar a los legisladores del FAP que votaron en favor de la reforma. “No nos metamos en eso”, dijo.
Insistió en que las cúpulas del PRI y del PAN se negaron a la prohibición expresa de entregar a particulares extensiones para la exploración o producción de petróleo. “No quisieron discutirlo, es la mayor sospecha”, atajó al festejar la decisión de iniciar su resistencia civil pacífica.
Comparó la aprobación de la reforma energética con la derrota que sufrió en la elección de 2006: “Pensaban que nos íbamos a retirar, a desilusionar y a dejar libre el terreno para que hicieran lo que les diera la gana y no ha sido así, nosotros vamos a seguir”.
Tras encabezar marchas y plantones durante más de ocho horas en las afueras de las sedes del Senado en Xicoténcatl y la torre del Caballito, el tabasqueño convocó para el domingo a una asamblea informativa en el Zócalo de la ciudad de México y dijo que estará el martes en San Lázaro.
“El martes estaremos allá. Si allá (en la Cámara de Diputados) los diputados tienen la arrogancia y le quitan una coma, una palabra, tiene que regresar acá (al Senado), ese es el procedimiento, falta bastante y por eso vamos hacia adelante. Es importante lo que se ganó hoy, dejar al descubierto la trampa de ceder tierras y aguas a empresas extranjeras”, señaló.
Puso énfasis, tras conocer la aprobación en el Senado de la reforma energética, que lo importante no es lo que decidan los legisladores, “sino lo que decidamos nosotros, el pueblo… las veces que sean necesarias estaremos ahí, en la torre de Pemex, revisando contrato por contrato”.
Recalcó que su movimiento “tiene mucho camino por delante” pese a que no fueron tomadas en cuenta sus demandas por los senadores, y que aprobaron —con el voto incluso de los legisladores del FAP— los dictámenes… pero afirmó que su movimiento ha triunfado.
Sostuvo que sus oponentes se negaron categóricamente a incluir “12 palabras” en la reforma energética: “No se suscribirán contratos que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”.
Dijo que las cúpulas del PRI y el PAN rechazaron que se garantice la potestad del Estado mexicano sobre sus recursos petrolíferos.
Francisco Reséndiz, El Universal, 24 de octubre.
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