En medio de una enorme incertidumbre ciudadana y sin que nadie se perfile con claridad hacia un triunfo contundente, este domingo tendrán lugar las elecciones intermedias en México, en las que ocho partidos se disputan mil 596 cargos de elección popular.
La contienda se desarrollará en un escenario de desencanto que anticipa un abstencionismo mínimo del 70 por ciento, según previó ayer el propio presidente consejero del IFE, Leonardo Valdés Zurita, y la aparición del voto blanco, que de acuerdo con sus promotores puede incluso rebasar el 10 por ciento de la votación global.
Lo anterior sugiere que, de consolidarse esos números, únicamente unos 15 millones y medio de votantes, que representan el 20 por ciento de lista nominal del Instituto Federal Electoral (IFE), estacionada en 77 millones 481 mil 874 electores, decidirán el futuro político inmediato de la nación.
El “jaloneo” central de la jornada se dará en la renovación de la Cámara de Diputados, donde según las últimas encuestas publicadas permitidas por el IFE, el PAN se vería obligado a ceder al PRI la mayoría relativa.
La consultora Mitofsky estimó ayer que la nueva geometría que tendría la próxima Legislatura en San Lázaro daría al PRI el 34.1 por ciento de la votación, para el PAN 29.4, y el PRD descendería al 13.4 por ciento, números que, de concretarse, alejarían al tricolor de cualquier posibilidad de constituir una mayoría absoluta como preveía hace apenas algunas semanas atrás.
El PAN —siempre de acuerdo con esa consulta—, pasaría de 206 diputados que tiene actualmente a un mínimo de 147 y un máximo de 177; el PRI, de sus 104 obtendría mínimo 210 y máximo 234, mientras que el PRD, de 123 que suma ahora, descendería a 78 mínimo y 92 máximo.
Además de la Cámara baja, estarán en juego los gobiernos estatales en Campeche, Colima, Nuevo León y Sonora, bajo mandos priistas, y San Luis Potosí y Querétaro, en poder del PAN.
Otro gran atractivo de la elección dominical será la renovación de 40 diputaciones locales de mayoría y 26 de representación proporcional en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), dominada desde hace 12 años por el PRD, pero que ahora, virulentamente confrontado entre sí, ha puesto en riesgo su supremacía absoluta en dicho órgano.
Lo mismo ocurre en las 16 jefaturas delegacionales de la capital del país, cuyos mandos también habrán de renovarse el domingo, y donde el PRD es prácticamente el dueño absoluto con 14 de ellas en su poder, dejando sólo dos en manos blanquiazules (Benito Juárez y Miguel Hidalgo).
Pero ahora, además de esas dos jefaturas, el PAN lucha denodadamente por lograr el triunfo en Coyoacán, mientras que el PRD se debatió en una sangrienta lucha interna por las candidaturas, de forma sobresaliente en Iztapalapa, su principal bastión capitalino, hoy en serio riesgo por esa disputa intestina.
El doble juego del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien desde el seno del PRD apoya a los candidatos del PT y Convergencia, han significado hasta ahora un descalabro para el perredismo, que realiza una intensa batalla para no perder posiciones en la estructura de gobierno de la capital de la república.
El domingo se elegirán en el país, también, 549 presidentes municipales en 10 estados de la república, mientras que otros 56 se votarán en Coahuila y Tabasco en septiembre y octubre próximos, respectivamente, para un total de 605 alcaldes este año.
El Estado de México y Jalisco, con 125 presidencias municipales, serán las entidades con mayor actividad en este rubro, mientras que en Sonora se renovarán 72 alcaldías; en San Luis Potosí, 58; Nuevo León, 51; Guanajuato, 46; Morelos, 33; Querétaro, 18; Campeche, 11, y Colima, 10.
Aparte, en 11 entidades de la república se renovarán los congresos locales, con 403 espacios, 240 de mayoría relativa y 263 de representación proporcional.
La contienda se desarrollará en un escenario de desencanto que anticipa un abstencionismo mínimo del 70 por ciento, según previó ayer el propio presidente consejero del IFE, Leonardo Valdés Zurita, y la aparición del voto blanco, que de acuerdo con sus promotores puede incluso rebasar el 10 por ciento de la votación global.
Lo anterior sugiere que, de consolidarse esos números, únicamente unos 15 millones y medio de votantes, que representan el 20 por ciento de lista nominal del Instituto Federal Electoral (IFE), estacionada en 77 millones 481 mil 874 electores, decidirán el futuro político inmediato de la nación.
El “jaloneo” central de la jornada se dará en la renovación de la Cámara de Diputados, donde según las últimas encuestas publicadas permitidas por el IFE, el PAN se vería obligado a ceder al PRI la mayoría relativa.
La consultora Mitofsky estimó ayer que la nueva geometría que tendría la próxima Legislatura en San Lázaro daría al PRI el 34.1 por ciento de la votación, para el PAN 29.4, y el PRD descendería al 13.4 por ciento, números que, de concretarse, alejarían al tricolor de cualquier posibilidad de constituir una mayoría absoluta como preveía hace apenas algunas semanas atrás.
El PAN —siempre de acuerdo con esa consulta—, pasaría de 206 diputados que tiene actualmente a un mínimo de 147 y un máximo de 177; el PRI, de sus 104 obtendría mínimo 210 y máximo 234, mientras que el PRD, de 123 que suma ahora, descendería a 78 mínimo y 92 máximo.
Además de la Cámara baja, estarán en juego los gobiernos estatales en Campeche, Colima, Nuevo León y Sonora, bajo mandos priistas, y San Luis Potosí y Querétaro, en poder del PAN.
Otro gran atractivo de la elección dominical será la renovación de 40 diputaciones locales de mayoría y 26 de representación proporcional en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), dominada desde hace 12 años por el PRD, pero que ahora, virulentamente confrontado entre sí, ha puesto en riesgo su supremacía absoluta en dicho órgano.
Lo mismo ocurre en las 16 jefaturas delegacionales de la capital del país, cuyos mandos también habrán de renovarse el domingo, y donde el PRD es prácticamente el dueño absoluto con 14 de ellas en su poder, dejando sólo dos en manos blanquiazules (Benito Juárez y Miguel Hidalgo).
Pero ahora, además de esas dos jefaturas, el PAN lucha denodadamente por lograr el triunfo en Coyoacán, mientras que el PRD se debatió en una sangrienta lucha interna por las candidaturas, de forma sobresaliente en Iztapalapa, su principal bastión capitalino, hoy en serio riesgo por esa disputa intestina.
El doble juego del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien desde el seno del PRD apoya a los candidatos del PT y Convergencia, han significado hasta ahora un descalabro para el perredismo, que realiza una intensa batalla para no perder posiciones en la estructura de gobierno de la capital de la república.
El domingo se elegirán en el país, también, 549 presidentes municipales en 10 estados de la república, mientras que otros 56 se votarán en Coahuila y Tabasco en septiembre y octubre próximos, respectivamente, para un total de 605 alcaldes este año.
El Estado de México y Jalisco, con 125 presidencias municipales, serán las entidades con mayor actividad en este rubro, mientras que en Sonora se renovarán 72 alcaldías; en San Luis Potosí, 58; Nuevo León, 51; Guanajuato, 46; Morelos, 33; Querétaro, 18; Campeche, 11, y Colima, 10.
Aparte, en 11 entidades de la república se renovarán los congresos locales, con 403 espacios, 240 de mayoría relativa y 263 de representación proporcional.
Luciano Franco, Crónica, 1º de julio.
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