La exigencia de una visa por parte de Canadá a los mexicanos formó parte de la discusión entre el presidente Felipe Calderón y el primer ministro de ese país, Stephen Harper, sin que fuera posible saber en cuánto tiempo podrá revertirse la medida.
En tanto, México insistió en una reforma migratoria con Estados Unidos, pero el presidente Barack Obama dejó claro a Calderón que su administración empujará las reformas de salud y energía antes de la migratoria, por lo que aún “no está lista para ser presentada ante el Congreso estadunidense”, admitió el embajador Arturo Sarukan.
Calderón comenzó la Cumbre de Líderes de América del Norte con encuentros por separado con Obama y Harper para tratar los problemas que tiene el país con cada una de dichas naciones, incluido el diferendo en materia de transporte que se tiene con EU. Además, con Obama, el mandatario mexicano habló de las medidas que deberán tomarse de cara a la temporada invernal ante la posibilidad de un repunte en los casos de influenza humana.
Francisco Barrio, embajador en Canadá, informó que en su encuentro privado con Harper, Calderón “reiteró el desacuerdo del gobierno de México” ante la decisión de Canadá de exigir visas a los mexicanos.
Harper, dijo Barrio, reconoció que el creciente número de solicitudes de refugio de mexicanos en Canadá “obedece, en buena medida, a una legislación interna que lo propicia”. Sin embargo, la coincidencia fue que el Grupo de Trabajo que ya formaron ambos países “continúe explorando acciones orientadas a atender y solventar los problemas que derivaron en esta decisión”.
En otro tema, Calderón habló con Obama sobre la reforma migratoria. Ahí el mandatario estadunidense detalló la ruta crítica de las reformas que impulsa su gobierno.
De acuerdo con Sarukhan, existe una oportunidad de que entre noviembre próximo y marzo de 2010 pueda analizarse el tema, aunque está condicionado a que el resto de la agenda legislativa de Obama se mueva en la dirección correcta.
En tanto, México insistió en una reforma migratoria con Estados Unidos, pero el presidente Barack Obama dejó claro a Calderón que su administración empujará las reformas de salud y energía antes de la migratoria, por lo que aún “no está lista para ser presentada ante el Congreso estadunidense”, admitió el embajador Arturo Sarukan.
Calderón comenzó la Cumbre de Líderes de América del Norte con encuentros por separado con Obama y Harper para tratar los problemas que tiene el país con cada una de dichas naciones, incluido el diferendo en materia de transporte que se tiene con EU. Además, con Obama, el mandatario mexicano habló de las medidas que deberán tomarse de cara a la temporada invernal ante la posibilidad de un repunte en los casos de influenza humana.
Francisco Barrio, embajador en Canadá, informó que en su encuentro privado con Harper, Calderón “reiteró el desacuerdo del gobierno de México” ante la decisión de Canadá de exigir visas a los mexicanos.
Harper, dijo Barrio, reconoció que el creciente número de solicitudes de refugio de mexicanos en Canadá “obedece, en buena medida, a una legislación interna que lo propicia”. Sin embargo, la coincidencia fue que el Grupo de Trabajo que ya formaron ambos países “continúe explorando acciones orientadas a atender y solventar los problemas que derivaron en esta decisión”.
En otro tema, Calderón habló con Obama sobre la reforma migratoria. Ahí el mandatario estadunidense detalló la ruta crítica de las reformas que impulsa su gobierno.
De acuerdo con Sarukhan, existe una oportunidad de que entre noviembre próximo y marzo de 2010 pueda analizarse el tema, aunque está condicionado a que el resto de la agenda legislativa de Obama se mueva en la dirección correcta.
Lorena López en Guadalajara, Milenio, 10 de agosto.
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