Líderes deben cerrar filas y atajar crisis económica

WASHINGTON.— El presidente de México, Felipe Calderón, acuda a la cumbre de Líderes de América del Norte para dialogar con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper; los tres dirigentes tendrán que discutir a fondo una situación inédita con una contracción de 32% en el comercio trilateral, con una amenaza de pandemia por la influenza que se recrudecerá en los próximos meses y con una lucha contra el narcotráfico, en la que México sigue aportando el mayor número de víctimas mortales.

A diferencia de encuentros anteriores, cuando el paisaje financiero era completamente distinto y el rechazo de los ciudadanos a un esquema de colaboración trilateral era más patente que nunca, los tres líderes se verán obligados a protagonizar en Guadalajara un cierre de filas para tratar de atajar los efectos de una crisis que ha golpeado las economías de los tres países.

“Gran parte de la discusión será, por ello, sobre la forma de reactivar la economía de las tres naciones y enfrentar los efectos de la recesión”, aseguró en una charla informal el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, al pespuntear la agenda que revisarán los líderes de de América del norte con interés en corto y largo plazo.

El de la economía será así un tema pivote del diálogo trilateral que, además, estará estrechamente vinculado al desarrollo de un nuevo tejido industrial con tecnologías más limpias y una mayor eficiencia energética. Un tema de largo alcance que, según fuentes diplomáticas de los tres países, interesa y preocupa a los tres líderes convencidos en la necesidad de reactivar la economía del mercado norteamericano sin descuidar el medio ambiente.

Esta preocupación formará parte de las discusiones que arrancarán hoy entre los tres mandatarios durante una cena y proseguirán a primera hora del lunes 10 de agosto.

Libre circulación

Mientras, en reuniones a puerta cerrada, las delegaciones de México y EU intentarán aproximar posiciones sobre asuntos de carácter más urgente y puntual, como la resolución al tema de la libre circulación de los camiones mexicanos en la Unión Americana —que estipula el Tratado de Libre Comercio (TLC)—, y la preocupación de la administración Obama por elevar los estándares de protección laboral y medioambiental de este acuerdo.

“Nosotros seguimos trabajando con el Congreso para responder a las inquietudes de seguridad que ha suscitado el programa de los camiones mexicanos y seguiremos en este empeño para cumplir con nuestras obligaciones internacionales (con México)”, adelantó, Michael Froman, asesor de la Casa Blanca para asuntos económicos, al reconocer que las exigencias del gobierno mexicano estarán muy presentes en Guadalajara.

El otro gran pilar de la discusión trilateral será el de la seguridad ciudadana, un capítulo de doble vertiente estrechamente vinculado a la amenaza de un rebrote de la pandemia de influenza en otoño venidero y el desafío de los cárteles de la droga que ya operan en los tres países.

“Además de la economía y el desafío del cambio climático, el otro gran tema de la agenda es la seguridad ciudadana”, reconoció el general retirado James Jones, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Precisamente, la necesidad de ampliar el horizonte de la Iniciativa Mérida y proseguir con la ayuda militar a México se convertirá en otro asunto obligado de un encuentro en el que la discusión sobre los derechos humanos y la necesidad de fortalecer las instituciones judiciales en México serán inevitables.
Jaime hernández corresponsal, El Universal, 9 de agosto.

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